editorial

¡Proletarios del mundo, uníos contra el imperialismo!

Hoy en su día internacional, el ejército del proletariado mundial pasa revista a sus filas, levanta sus puños y agita las banderas de la revolución que no dejará piedra sobre piedra del oprobioso orden social existente.

Un orden absurdo donde los países imperialistas se preparan para una nueva guerra por otro reparto del mundo y amenazan con destruir la sociedad y la naturaleza con sus bombas atómicas, donde Estados Unidos y la China socialimperialista arrastran a sus aliados a la confrontación para determinar quién será el nuevo gendarme mundial. Una criminal carrera que ocasiona el repudio de los proletarios y pueblos del mundo que deben marchar en un frente común contra la guerra y el imperialismo.

Un orden oprobioso dominado por la voracidad de los capitalistas empujados a apretar más el grillete sobre los proletarios e intensificar el saqueo de los países oprimidos, a arrasar pueblos y destruir la naturaleza para mantener a flote su ganancia.

Las reformas antiobreras y antipopulares que han impuesto o pretendido imponer en distintos países para paliar la crisis económica arrebatando conquistas y sacrificando a quienes producen riqueza, agrava la crisis social, ocasionando la rebelión de los trabajadores que se alzan en huelgas políticas, levantamientos e insurrecciones, como las sucedidas desde 2019 y ahora mismo, se presentan en Argentina y otros países.

La guerra de agresión en Ucrania, el genocidio del pueblo palestino y de las tribus adivasi en la India; los viles ataques a Líbano y Yemen; las guerras patrocinadas en el Congo, Sudán y otros países reafirman el carácter criminal del capitalismo imperialista y muestran el desespero de todos los imperialistas y sus lacayos por apoderarse de las fuentes de materias primas, recursos naturales, mercados y fuerza de trabajo, buscando a toda costa una salida a la insalvable crisis de su sistema moribundo, ocasionan la lucha incesante, la resistencia armada de los pueblos y la persistencia de las guerras populares dirigidas por los comunistas en India, Filipinas, Turquía y los preparativos en otros países como única salida de los pueblos.

Un orden que impone la brutal dictadura de los monopolios y los grandes capitalistas como en Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, pero también en los países oprimidos como en el Salvador o Argentina, con la vana intención de aplastar cualquier intento de rebelión de los trabajadores, que se ven obligados a responder también medida por medida.

Un orden donde un puñado de parásitos holgazanes que se apropian de lo que produce la sociedad han convertido el mundo en un infierno de explotación, opresión, sufrimiento, guerra y muerte, generando a su vez un gran desorden porque el proletariado y los pueblos del mundo no están dispuestos a seguir viviendo como antes y no se resignan a someterse a los designios de esa ínfima minoría.

Por eso hoy, cuando el ejército proletario mundial se une en esta jornada internacional de lucha contra la esclavitud asalariada, necesita comprender el avanzado estado de agonía del capitalismo imperialista que no tiene nada que ofrecer, el carácter parasitario de la burguesía mundial y refirmar su decisión inquebrantable de barrerla del escenario de la historia porque es un estorbo para el progreso de la humanidad.

Este ejército que despliega sus banderas en todos los rincones del mundo puede observar cómo están luchando sus hermanos en los distintos países para aprender unos de otros, estrechar lazos fraternales y unificar los combates contra los enemigos comunes.

Por su parte, los proletarios conscientes y la intelectualidad revolucionaria tienen la gran responsabilidad de construir el Partido de la clase obrera en los distintos países como parte de una nueva Internacional Comunista, porque son el dispositivo estratégico principal para dirigir todos los esfuerzos y desatar todas las fuerzas que darán sepultura al capitalismo imperialista con el triunfo de la Revolución Proletaria Mundial.

Sin el Partido de la clase obrera y de la Internacional Comunista la rebelión creciente de los explotados y oprimidos puede ser aplastada por la reacción o desviada por el reformismo, siendo una salida temporal permitida por las clases dominantes y el imperialismo, porque les da un respiro como pasó en Colombia, donde el gobierno reformista de Petro contuvo por algo más de dos años la rebelión popular, pero, como es evidente ante la voracidad de las élites que se niegan siquiera a aliviar las condiciones de quienes les producen su riqueza, la paciencia se agota.

El fracaso de tratar de conciliar los intereses antagónicos entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos en el “acuerdo nacional”, se hizo más evidente con el hundimiento de las tímidas reformas propuestas por el presidente, obligándolo a convocar una Consulta Popular; un instrumento permitido por la democracia de los ricos, que permite recoger la opinión del pueblo trabajador, no es garantía de que las reivindicaciones que ocasionaron el levantamiento popular del 2021 sean satisfechas, como prometió Petro.

El hecho es que persiste la crisis económica, social, de la salud, medioambiental y la guerra contra el pueblo, alimentando el descontento general, acrecentando la lucha en permanentes manifestaciones, bloqueos, huelgas, tomas de tierras cuyo blanco son los ricos explotadores y el Estado que defiende sus privilegios.

En una situación así corresponde a los proletarios conscientes, revolucionarios y dirigentes obreros, campesinos y populares unirse, tomando la iniciativa para reafirmar en la Consulta Popular las exigencias del levantamiento popular, y sobre todo, para incentivar y generalizar la lucha organizándola alrededor de las Asambleas Populares para que se conviertan en auténticos instrumentos de Poder Popular en oposición al poder de los explotadores, contribuyendo a preparar al pueblo trabajador para los combates decisivos que destruyan todo el viejo poder de la burguesía, los terratenientes e imperialistas, instauren el nuevo poder de los obreros y campesinos armados, dándole vida a la República Socialista.

¡Viva el Primero de Mayo Internacionalista y Revolucionario!

¡Contra la guerra imperialista: Proletarios y pueblos del mundo, uníos!

¡Viva la Revolución Proletaria Mundial!

¡Contra el poder de los ricos, asambleas populares, huelgas y lucha en las calles!

Unión Obrera Comunista (mlm)
Primero de Mayo 2025

Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *