Un paso adelante en la unidad del pueblo (ANPI)

A propósito de la Asamblea Nacional Popular Independiente

Como estaba previsto, durante los días 13 y 14 de julio sesionó la Asamblea Nacional Popular Independiente en el campus de la Universidad del Valle en Cali. Fue este un importante evento en el cual participaron representantes de organizaciones revolucionarias, dirigentes y activistas de organizaciones obreras y campesinas, de viviendistas, ambientalistas, medios alternativos, colectivos de mujeres, jóvenes y artistas de diferentes partes del país, que respondieron a la Convocatoria de realizar un evento democrático de las fuerzas populares para unir fuerzas y definir las tareas de lucha por las exigencias levantadas desde el paro del 2019, ratificadas en el levantamiento del 2021 y ampliadas al día de hoy, las cuales aún no han sido resueltas.

No llegaron todos los interesados por dificultades de dinero para el desplazamiento, o de tiempo por no contar con permisos para ausentarse del trabajo, por desinformación en otros casos o por confusión en algunos más, que se imaginaban una Asamblea al estilo de las realizadas en años anteriores por las burocracias de las centrales sindicales y la socialdemocracia.

Aún con todas las limitaciones de falta de recursos y tiempo suficiente, en un ambiente fraternal, como no se veía desde hace muchos años, más de un centenar de representantes de los pobres de la ciudad y del campo, hermanos de sufrimientos y compañeros de lucha se juntaron para discutir alrededor de los problemas que aquejan al pueblo trabajador y buscar caminos para resolverlos con independencia de las clases explotadoras dominantes, de sus partidos políticos y de su Estado, así como del actual gobierno pues, como decía una de las pancartas que decoraron el evento: ¡Gobierne quien gobierne los derechos del pueblo se defienden!

Quienes asistieron pudieron observar, además de la fraternidad en el tratamiento de las necesarias diferencias y divergencias, el respeto a las distintas posiciones y el ánimo sincero de esclarecer los asuntos, la libertad para expresar el pensamiento y la lucha por alcanzar la unidad pensando en los intereses comunes de los explotados y oprimidos, para enfrentar a los enemigos comunes: burgueses, terratenientes e imperialistas.

La elección de la mesa directiva por los participantes, la discusión de las distintas propuestas presentadas con anterioridad por la Comisión Política y de Organización, el trabajo en las distintas Comisiones y en Plenaria para discutir, ampliar y corregir las propuestas y la elaboración de otras, el trabajo abnegado de las compañeras y compañeros de la logística para garantizar la alimentación, seguridad y salud de los asistentes… todo ello significó un arduo trabajo mancomunado de los participantes y su preocupación por sacar las mejores conclusiones para trazar una orientación correcta y determinar las tareas a seguir en los distintos aspectos.

¡Qué gran diferencia con las Asambleas anteriores en cuanto al tratamiento de las contradicciones y diferencias! ¡Qué gran diferencia y ejemplo también respecto al método para tomar decisiones, sin las maniobras que se observan en la mayoría de los supuestos eventos democráticos del pueblo, donde las camarillas de antemano ya llevan las conclusiones y decisiones prefabricadas y no se respeta ni se acoge la posición mayoritaria! ¡Qué gratificante el verdadero ejercicio de la democracia directa del pueblo, libre de las intrigas y maquinaciones!

Desde el punto de vista político fue un evento que significa un paso adelante en la unidad con completa independencia, para la lucha directa contra los odiados enemigos del pueblo colombiano; la cual va unida a la lucha de los pueblos del mundo contra el imperialismo y las clases dominantes de todos los países; por ello desde el principio mismo, la Asamblea Nacional Popular Independiente tomó una clara actitud antiimperialista contra los planes guerreristas, la agresión y el saqueo de los imperialistas de Occidente y de Oriente, denunciando sus tropelías y tomando partido por la heroica resistencia del pueblo palestino contra el genocidio en que están empeñados los sionistas patrocinados por Estado Unidos y sus aliados. Fue significativa la gigantesca bandera palestina que sirvió de trasfondo a la Asamblea y la contundente Declaración de la Asamblea al respecto, junto con el compromiso de apoyar la lucha revolucionaria de los pueblos.

En cuanto al gobierno del presidente Petro la Asamblea tomó una firme posición frente a su actitud sumisa ante el imperialismo, especialmente frente al imperialismo yanqui en sus preparativos de guerra que va desde mantener las bases militares hasta la entrega de la isla de Gorgona. Sobre las limitaciones del gobierno actual y sus promesas de cambio, hubo un claro acuerdo en la necesidad de defender la independencia ideológica, política y organizativa del movimiento, pues las aspiraciones populares van más allá del programa del Pacto Histórico y el presidente; lo cual exige a su vez buscar y luchar por la unidad con las masas que respaldan al gobierno y que a la vez están dispuestas a luchar contra los enemigos y por conquistar las reivindicaciones del pueblo.

Fue muy poco el tiempo para resolver todos los asuntos, pero en la mente de los asistentes quedó la grata sensación del deber cumplido, la alegría por lo alcanzado y el compromiso frente a tareas que ahora deben convertirse en organización y acción desde abajo, hasta llegar a una próxima Asamblea Nacional Popular Independiente con mayor participación de las masas populares.

Le corresponde ahora al Comité Dirigente de la Asamblea dotarse de un plan de trabajo para avanzar en la lucha por la conquista de las reivindicaciones populares, y comprometer nuevas fuerzas para ampliar la capacidad política y organizativa de la ANPI.

Pensamos que trabajar en esa dirección es un compromiso de todos los comunistas y revolucionarios, de todos los verdaderos dirigentes y activistas de las organizaciones sociales, quienes debemos deponer los intereses particulares de organización, grupo o sector, y las diferencias ideológicas y políticas, colocando por encima los intereses del pueblo.

Por nuestra parte, reafirmamos el compromiso con impulsar, promover y generalizar las Asambleas Populares; saludamos este paso adelante en la unidad del pueblo para la lucha y, especialmente, en retomar la construcción de las formas embrionarias del nuevo Poder Popular que en un futuro no lejano será capaz de llevar a cabo los verdaderos cambios que exige la sociedad colombiana.

Comité Ejecutivo – Unión Obrera Comunista (mlm)

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