El pasado 3 de marzo, en el segundo consejo de ministros televisado, el gobierno presentó su plan para solucionar la situación crítica que atraviesa la región del Catatumbo. En medio de esa presentación, el presidente Petro hizo una declaración estigmatizante hacia varias organizaciones populares de esa región, y con las cuales el gobierno se propone realizar una interlocución. Petro dijo que esas organizaciones «están permeadas por las armas, subordinadas a las armas».
Para muchas organizaciones obreras, sociales, populares y revolucionarias del país, ese tipo de acusaciones no son nuevas o extrañas, ya que ha sido una constante por parte de los sectores reaccionarios del país en contra del movimiento obrero y popular durante años, pero sí lo es en boca de un presidente que se dice «revolucionario» y se jacta de presidir un gobierno «popular» y «progresista».
Inmediatamente las organizaciones populares del Catatumbo salieron en rechazo a esas afirmaciones estigmatizantes y peligrosas por parte de Petro. Por ejemplo, en un comunicado, el Comité de Integración Social del Catatumbo (CISCA), luego de enunciar la actuación que ha venido adoptando el gobierno frente a la crisis en el Catatumbo, dicen correctamente que «todas esas prácticas son propias y esperadas de gobiernos de derecha, no las esperábamos de su gobierno señor presidente», y concluyen: «es claro que ya no caminamos juntos, pues usted ha decidido otro camino. Sin embargo, eso no le da derecho a señalarnos, a poner una lápida en la misma espalda que lleva el peso de la incapacidad y falta de voluntad de su gobierno en este territorio».
Desde la Unión Obrera Comunista (marxistas-leninista-maoísta) rechazamos tajantemente esas declaraciones estigmatizantes por parte del presidente Petro y nos unimos a las exigencias de las organizaciones populares del Catatumbo de que el presidente debe retractarse de ese tipo de anuncios, los cuales solo sirven a fortalecer el discurso de los sectores más retardatarios y paramilitares del país.
Es una acusación peligrosa, y más en un país donde ese tipo de afirmaciones, en su mayoría realizadas por la prensa capitalista y los politiqueros de derecha, y hoy realizadas por el mismo presidente que se precia de ser «progresista», ha costado vidas de luchadores populares.
Esas palabras, en conjunto con los anuncios de militarización del territorio del Catatumbo y de desatar una guerra frontal contra la insurgencia, son parte de una actuación que no se diferencia en nada de los gobiernos anteriores, como han afirmado las organizaciones populares del Catatumbo; lejos de solucionar la situación en la región azotada por la guerra reaccionaria, contribuyen a agudizarla.
También, denunciamos el silencio cómplice que han tenido algunas organizaciones que se dicen de izquierda o revolucionarias en el país, que no se han pronunciado rechazando las afirmaciones del presidente Petro y exigiendo una rectificación, cuando anteriormente sí se pronunciaban ante afirmaciones similares realizadas por los gobernantes de turno, pero que hoy día por ser parte de un gobierno que les ha dado puestos en las instituciones, callan y esconden la crítica necesaria. Su silencio evidencia la falta de firmeza en sus principios y la pérdida de su independencia.
Exigimos al presidente Petro retractarse de esas afirmaciones peligrosas e invitamos a las organizaciones obreras y populares a sumarse a ese rechazo. La solución a la crisis que viven los pobladores del Catatumbo, así como en otras regiones afectadas por la guerra injusta, no puede seguir siendo el señalamiento malintencionado a las organizaciones populares y el militarismo.
Comité Ejecutivo – Unión Obrera Comunista (mlm)
