A propósito de un artículo sobre la perestroika

A propósito de un artículo sobre la perestroika 1

El cretinismo del Partido Comunista Colombiano

El Primero de septiembre fue publicado un artículo con el título de El engaño de la Perestroika, que originalmente fue elaborado el 5 de diciembre de 2017 y publicado en la página del Semanario Voz, firmado por Carlos Lozano Guillén, exdirector del Semanario y quien fuera en vida dirigente del Partido Comunista Colombiano

En el artículo narra los sucesos acaecidos durante su viaje en compañía de Gilberto Vieira en esos momentos Secretario del Partido, con quien asistió al XXVII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), realizado entre febrero y marzo de 1986, donde Mijaíl Gorbachov informó los cambios en la política de la Unión Soviética, conocidos como la Perestroika y el Glasnost.

Quitando todos los detalles y arandelas anecdotarios de ese viaje y concentrando la atención en la posición asumida por estos dirigentes del Partido, además respaldados en las mismas posiciones del Partido Comunista de Cuba encabezado por Fidel Castro, podremos ver la catadura de esos falsos comunistas, incapaces de hacer un análisis verdaderamente dialéctico materialista y revolucionario de las posiciones, clara y abiertamente burguesas que venían no solamente desde las declaraciones y decisiones del PCUS sino que son la herencia y el desarrollo lógico producto de la derrota del socialismo que ya se había dado desde la época de 1956, cuando la nueva burguesía usurpó el poder del Estado bolchevique luego de la muerte de José Stalin, por cierto, odiado por todos los revisionistas de la línea del Partido Comunista de Colombia.

Esa incapacidad o más bien esa inconsecuencia con los postulados de un comunismo revolucionario, saltan a la vista con las propias palabras del escrito; veamos un par de perlas que los ponen al desnudo como completos antimarxistas:

No dejó brecha entre perestroika, glasnost y socialismo. ´Aires de renovación y una fuerte inyección de espíritu leninista, de optimismo, de entusiasmo y esperanzas flotan en el ambiente de este XXVII Congreso´, diría el comandante Fidel Castro desde la tribuna en el Palacio de los Congresos del Kremlin en pleno corazón de Moscú.

Dejando claro el total acuerdo qué existió de estos falsos comunistas con toda la política reaccionaria y traidora del PCUS, quienes por esta época, finales de los 80s, eran ya mucho más abiertamente traidores de los postulados del comunismo revolucionario; y a quienes, aun así, los señores del Partido Comunista de Colombia, seguían defendiendo como fieles escuderos.

La falta de dialéctica y de política proletaria y revolucionaria de estos falsos comunistas saltan a la vista además cuándo reconocen hoy y ya ante los hechos evidentes y buscando lavarse las manos candorosamente, diciendo que ellos no se imaginaban y que fueron simplemente sorprendidos por lo que traería el desarrollo de las transformaciones políticas acaecidas en la Unión Soviética, veamos cómo lo expresan:

Todas las noches nos reuníamos con el camarada Gilberto a intercambiar opiniones sobre la sesión del día. Aquella noche ambos expresamos nuestra sorpresa por aquella explicación no solicitada, pero sin sospechar nada turbio o la traición futura. Por nuestra cabeza no pasó ni la más remota duda de que Yeltsin era un traidor en potencia,

El comandante Fidel Castro dijo en su discurso que “estas ideas sobre las que ha puesto en los últimos tiempos enorme énfasis el glorioso Partido Comunista de la Unión Soviética, constituyen hoy una bandera de lucha para toda la comunidad socialista, y contará sin duda con el máximo apoyo de todas las fuerzas progresistas de la Tierra”; todos lo aplaudimos porque en el momento las creíamos justas y de absoluta verdad. Así lo habíamos conversado con dirigentes y delegados en el Congreso. Pero la historia y la realidad fue otra. Se abrió pasó la traición.

Esa ha sido la costumbre de todos los revisionistas y oportunistas, quienes actúan como vulgares ladrones, que tienen que reconocer sus errores cuando es la vida misma la que los golpea en la cara, como el ladrón pillado en flagrancia, cuando ya no tienen ninguna posibilidad de justificar sus acciones políticas traidoras.

Algo similar a lo que se les ve venir en la realidad colombiana cuando luego de estar sirviéndoles de idiotas útiles a la política de los socialdemócratas encabezados por el Pacto Histórico, nuevamente filan del lado de posiciones burguesas para crear espejismos engañando a los trabajadores y en general al pueblo colombiano con la posibilidad de que se pueden conquistar las banderas de los trabajadores en el establo parlamentario y mediante el diálogo y la concertación con los enemigos del pueblo; traficando además con la falsa idea de que se puede conquistar la paz sin resolver los problemas fundamentales surgidos de la objetiva lucha de clases.

Ya los veremos en un futuro no muy lejano renegando y diciendo que fueron vilmente traicionados en su buena fe como siempre lo han hecho y al final de cuentas renegando y poniéndose del lado de la burguesía demostrando con ello que no son ni pueden llegar a ser un verdadero Partido Comunista Revolucionario.

Serán los obreros e intelectuales honestos que aún existen en sus filas quienes podrán aclarar sus mentes y sus conciencias y condenar a esa dirección traidora y buscar otros nuevos rumbos que los lleven por la edificación de un verdadero camino revolucionario y la construcción de una auténtica vanguardia proletaria tanto en Colombia como a nivel internacional.

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