El 17 de octubre de 2023, un puñado de distribuidores de Revolución Obrera, acudimos al llamado que diferentes organizaciones políticas y de masas realizaron para mostrar el apoyo del pueblo frente a la Embajada de Palestina en Bogotá. La acción de protesta que estaba convocada para las 5:00 p.m., a esa hora ya reunía a más de un centenar de personas que bloqueamos en un sentido la calle 45 en la localidad de Teusaquillo, entre las que se encontraba el embajador de Palestina y otros palestinos que de lejos se reconocían. Poco a poco la concentración se fue nutriendo de más y más luchadoras y luchadores que con banderas de Palestina, pancartas y tambores le demostraron al pueblo palestino que no están solos y que desde Bogotá se repudia la agresión de la que están siendo víctimas por parte del imperialismo estadounidense y europeo, y del sionismo que los quiere condenar a la muerte, al hambre, al éxodo y al despojo violento.
En unos cuantos minutos, la concentración llegó casi al millar de personas aproximadamente, a las que no les importó la lluvia, ni que jugara la selección Colombia de fútbol, ni los trancones, ni el frío capitalino. Lo importante era demostrar el apoyo al pueblo de la Palestina ocupada, que, preciso ese día, sufrió uno de los más sucios y duros golpes que les han propinado en años, pues se conoció la noticia que el reaccionario ejército de Israel bombardeó el Hospital Bautista Al Ahli en la Franja de Gaza y en el que mataron a más de 500 civiles según su Ministerio de Salud. Ese hecho de terrorismo imperialista definitivamente marcó los encendidos discursos, que retumbaron en las calles del sector y que indudablemente, traspasaron las fronteras gracias a los medios digitales.
Los distribuidores de Revolución Obrera, repartimos una hoja volante entre los asistentes que se fue “como pan caliente” pero faltaban manos para repartirla, pues era pedida por las personas que se encontraban concentradas y que querían leer el mensaje llevado por los comunistas revolucionarios titulado «El pueblo palestino necesita el apoyo de los pueblos del mundo» que estaba diagramado de forma muy llamativa. A propósito, un grueso bloque de hojas volantes fue casi que “rapado” por dos jóvenes mujeres que se ofrecieron a repartirla en otros sitios de la manifestación; igualmente, un funcionario de la Embajada de Palestina solicitó que se le entregara unas 50 hojas, más o menos, para ponerlas en la recepción donde funcionarios y visitantes pudieran llevarse una de ellas. También se vendió la prensa, aunque no tuvo mucha acogida, en parte porque es un número editado mucho antes de que estallara la más reciente agresión sionista-imperialista contra Palestina y obviamente, no se hace referencia a ese repudiable hecho. En medio del mitin, jóvenes artistas comprometidos con la política revolucionaria quemaron una bandera de Israel que fue enarbolada por un asistente palestino mientras aún estaba en llamas, lo que mereció el aplauso de las personas que estábamos alrededor. Es de destacar la presencia de mujeres combativas y de gran cantidad de jóvenes que, con el puño en alto y voz en cuello, rechazaron la agresión.
Aproximadamente a las 7:30 p.m. los distribuidores nos fuimos retirando y aprovechamos para escuchar el programa en vivo «Vanguardia Obrera» mientras nos retirábamos hacia nuestras casas. Sin embargo, a esa hora, la cantidad de personas se había duplicado, los cuatro carriles de la calle 45 estaban bloqueados y mientras íbamos caminando a coger el transporte, retumbaban los cantos y consignas a lo lejos que le recordaban al Planeta Tierra que: “¡Gaza, aguanta, el mundo se levanta!” …
Embajador de Palestina en Colombia