Las Esperanzas del Cipayo

Las Esperanzas del Cipayo 1

Era predecible que en Colombia los grandes capitalistas dueños de los bancos, la industria y la tierra, aplaudieran el triunfo de Biden, pues frente al imperialismo yanqui, son ellos fieles lacayos del yugo opresor sobre el pueblo colombiano, son ellos socios en la superexplotación, destrucción y saqueo, son ellos aliados en sus guerras reaccionarias y agresiones a los pueblos del mundo. La historia deja ver que con cualquier gobernante imperialista, a los ricos les va mejor, en tanto que a los pobres siempre les va peor.

Conociendo el fofo anti-imperialismo de Iván Cepeda y Gustavo Petro, tampoco sorprende que estos jefes reformistas celebren el triunfo del nuevo tirano imperialista Biden, actuación propia de cipayos que declaran su abierto y repugnante apoyo a uno de los principales enemigos del pueblo colombiano y de los pueblos del mundo.

Para su genuflexión ante el imperialista Biden, los jefes reformistas invocan la “esperanza” en su intercesión por la paz, la protección de la naturaleza y la lucha contra las mafias del narcotráfico.

Estos sabihondos pequeñoburgueses “olvidan” que el imperialismo es un sistema mundial de opresión y explotación, que es guerra contra los países, naciones y pueblos oprimidos, que es en la historia de la sociedad el mayor destructor de la naturaleza, que él cría las mafias y se nutre de sus negocios en el tráfico de armas, trata de personas, producción y comercio mundial de sicotrópicos; y que esa condición del imperialismo no depende en absoluto del monigote que pongan como administrador de turno.

Estos jefes en su iluso deseo de reformar el capitalismo, pierden de vista la esencia de ese sistema mundial, que lejos de retornar la rueda de la historia a los tiempos del capitalismo de libre competencia —sin monopolios y sin el predominio parásito del capital financiero— irremediablemente por sus contradicciones se descompone, agoniza y surte las fuerza sociales, que dirigidas por el proletariado, lo destruirán y darán vía libre a una nueva sociedad socialista.

Cepeda y Petro, víctimas de sus propias costumbres politiqueras, terminan contribuyendo a engañar al pueblo, alimentando falsas ilusiones en las promesas electorales del imperialista Biden. Y peor aún, le perdonan su prontuario criminal de guerra y terror contra los pueblos del mundo.

Las “esperanzas” en Biden, de los sumisos jefes reformistas, solo sirven a los opresores pues oscurecen la conciencia de los oprimidos, introduciendo de contrabando la idea de la conciliación con los enemigos del pueblo.

Tal como en los anteriores gobiernos republicanos de Nixon, Reagan, Bush, Trump, o de los llamados demócratas Kennedy, Carter, Clinton, Obama —por citar algunos—, en el gobierno de Biden, el imperialismo yanqui continuará disputando con otros imperialistas la superexplotación del trabajo y el agotamiento de la naturaleza en los países oprimidos, continuará siendo un azote para el proletariado y las minorías en EEUU, continuara ejerciendo la dominación semicolonial sobre la sociedad colombiana, hasta cuando su poder político compartido con burgueses y terratenientes, sea destruido por la Revolución Socialista y mediante la fuerza armada del nuevo Estado les expropie todo su poder económico amasado con sangre y sudor de millones y millones de expropiados.

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