La guerra reaccionaria en Colombia y sus cientos de miles de muertos, así como los 6 millones de desplazados recientes, son una grave tragedia para las masas, pero la actual crisis de la salud se le puede comparar. Esta es una verdad reconocida por el propio Observatorio Nacional de Salud en un informe rendido ante el Senado de la República donde afirmó que «La mitad de las muertes que se producen en Colombia se podrían haber evitado» agregando que «entre 1998 y el 2011 se reportaron 2’677.170 muertes, de las cuales 1’427.535 (el 53 por ciento) correspondieron a causas clasificadas como evitables»1 El informe concluye que la mayoría de estos eventos dependen, en gran medida, de la intervención de los servicios de salud.
Sin duda, 1/4 de millón de muertos ha dejado la guerra en 50 años. Pero no alcanzaría el rio Magdalena para esconder la cantidad de muertos inocentes que ha dejado el capitalismo desde que convirtió la salud en objeto de lucro. Citemos un informe especializado:
«Los niños con cáncer tienen una probabilidad cercana al 90 por ciento de curarse, siempre y cuando sean diagnosticados y tratados oportunamente. En Colombia, según informes del Instituto Nacional de Cancerología, esta probabilidad no supera el 50 por ciento. Un sondeo preliminar del Observatorio Interinstitucional de Cáncer Infantil (OICI)* y la Defensoría del Pueblo, realizado a 94 niños que para 2011 habían sido diagnosticados con cáncer, encontró que un año después, por lo menos el 50 por ciento de ellos había fallecido. Esta tasa de sobrevida es inferior a la de países desarrollados -que alcanzan entre un 80 y un 90 por ciento de curación- e incluso de países centroamericanos como Honduras y El Salvador, cuya tasa de supervivencia de niños con cáncer es del 80 por ciento.»
En Colombia la clase obrera produce tanta riqueza, que los recursos para la salud superan los de países imperialistas como España, Inglaterra y Japón2, pero sin embargo los asquerosos capitalistas se devoran los billones que se acumulan para cubrir el sistema. ¡Eso es una maldición! Quedará para la historia que bajo este maldito orden económico social, los niños con cáncer dependían de la caridad pública, que reunía desesperadamente, por ejemplo, tapitas de plástico para vender, mientras una minoría de ricos -como la familia Uribe Moreno- gozaba de lujos y lucro ilimitado ¡pasará para la historia!
Que distinto esta terrorífica realidad a la vivida por la clase obrera cuando estaba en el poder en la Unión Soviética por ejemplo, donde se elevó la expectativa de vida, de antes de la revolución, calculada en 32 años promedio en 1917, a 70 años, calculada en los años 50, y lo que podría llegar a ser, donde varios pensadores estaban de acuerdo en que el hombre en la sociedad comunista podría lograr un promedio de vida de 130 años en los años 80’s, si fuese abolido el imperialismo de la faz de la tierra. Hoy vemos los niños morir tan infamemente y esto no les importa a los hipócritas capitalistas, porque todo su régimen está para hacer ganancias, no para velar por la vida de los trabajadores y sus hijos. Por esto, ¡no basta resistir!, ¡se necesita la revolución!
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La mitad de las muertes en el país son evitables. Informe concluye que la mayoría de estos eventos dependen de intervención de los servicios de salud. ↩
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Cifra reconocida por el mismísimo Procurador.
Ordóñez explicó que esos 40 billones son recursos superiores a los que gasta Japón, España, Italia e Inglaterra. «Son suficientes recursos. Si se utilizaran bien tendríamos que tener uno de los mejores sistemas del salud del mundo, pero desafortunadamente existen falencias».»Hay que repensar el sistema de salud en Colombia»: Procurador, El Universal, 27 de marzo de 2012 disponible ↩