Tomado de Dazibao Rojo, 10 de octubre 2023, traducción de Revolución Obrera.
Declaración de los Comunistas Revolucionarios, Noruega (RK), 8 de octubre de 2023.
En este momento, se están librando feroces combates entre el pueblo palestino y el estado ocupante israelí. El sábado 7 de octubre se lanzó una ofensiva desde Gaza en el 50 aniversario de la Guerra de Yom Kippur. El primer ministro israelí, Netanyahu, ha prometido duras represalias y ha advertido a los palestinos que «abandonen Gaza»; sin embargo, esto es imposible, ya que todas las carreteras de entrada y salida de la Franja de Gaza están controladas por Israel y Egipto.
La ofensiva palestina es un contraataque justo contra una ocupación de 75 años. El pueblo palestino ha sido desplazado, asesinado, sometido a una limpieza étnica y obligado a vivir como ciudadanos de segunda clase en su propia tierra. A pesar de ello, la resistencia palestina no ha descansado ni un momento. Los palestinos siguen luchando por recuperar su tierra, y seguirán luchando hasta conseguir la victoria.
La prensa burguesa noruega llora sus lágrimas de cocodrilo por las víctimas del lado israelí, mientras condena a los palestinos como terroristas. Israel y Palestina se presentan como dos partes iguales, cuando la realidad es que Israel es una de las potencias militares más fuertes del mundo, respaldada por el imperialismo estadounidense, mientras que los palestinos son un pueblo ocupado que lucha por su supervivencia como nación. En los últimos quince años, sólo en Gaza han muerto más de 5.000 palestinos, mientras que los muertos israelíes han sido 308.
La hipocresía del público imperialista noruego es palpable. Toda la prensa y todos los partidos políticos del parlamento apoyan la lucha de la resistencia ucraniana contra Rusia -una lucha justa, que los imperialistas explotan para sus fines- pero cuando los palestinos contraatacan contra su ocupante, esto se condena como provocación y terrorismo.
Cualquier antiimperialista debe apoyar el derecho del pueblo palestino a resistir al ocupante, incluso con las armas. Esto no es lo mismo que apoyar políticamente a Hamás y a la Yihad Islámica (PIJ), que defienden programas reaccionarios. Aunque la ofensiva actual pueda estar dirigida por fuerzas reaccionarias, no es todo, ya que también hay fuerzas laicas y progresistas sobre el terreno. La lucha palestina es objetivamente un levantamiento justo contra el imperialismo y por la liberación nacional.
