El 20J de 2021 no fue un día normal. Cada “día de la independencia” el Estado burgués inunda las calles con sus desfiles de caballos y matones, con exposiciones militares, mostrando toda su artillería aérea, marítima y terrestre; esa misma que han utilizado para aplastar al pueblo defendiendo los intereses de la minoría explotadora y desde el 28 de abril de este año, intentando doblegar a la juventud y al pueblo trabajador. Pero esta vez, no fueron las asesinas fuerzas militares las que colmaron las avenidas principales, parques y plazas públicas, como tampoco ocuparon el centro de atención los discursos mentirosos y destemplados de los gobernantes en la instalación del establo parlamentario. En esta ocasión fueron las masas populares las protagonistas, con sus grandes manifestaciones, ollas, conciertos, bailes, arte y creatividad.
Así quedó registrado en las decenas de reportes en redes y medios alternativos. Para el caso de Bogotá, los puntos fueron más de 40 y todos repletos de manifestantes expresando su repudio al régimen uribista de Duque y al terrorismo de Estado, pero, sobre todo, su respaldo a la juventud combativa, vanguardia del actual paro. En la sabana de Bogotá, Funza Mosquera, los obreros industriales y los jóvenes salieron a marchar rechazando el terrorismo de Estado.
Ni que decir de los demás puntos de movilización en todo el país, Cali por ejemplo, luego de celebrar la segunda versión de la Asamblea Nacional Popular, se manifestó el 20J en los combativos sitios de resistencia: Loma de la Dignidad, Puerto Resistencia, Paso del Aguante, por mencionar solo algunos, los cuales fueron fuertemente reprimidos por el Esmad.
En Medellín fueron también varios los sitios de encuentro; Parque de los Deseos o Parque de la Resistencia, Parque del Río Oriental, Parque de los Pies Descalzos. En Manizales, en medio de la movilización, los luchadores tumbaron la estatua de Francisco de Paula Santander; Pereira en el Parque de Banderas; Riohacha el pueblo se desplazó por la Av. 15 hacia la Plaza del Parque Simón Bolívar; Popayán partiendo desde el sur de la ciudad; Bucaramanga desde el Parque de los Niños; Cúcuta partiendo de la Central de Transporte. Estas fueron algunas de las más representativas movilizaciones en el país, pero todo el pueblo fue testigo de que en los barrios, veredas y municipios se sintió el ambiente de lucha y de rechazo al régimen.
Como era de esperarse, a la creatividad, arte y solidaridad con la olla, se opuso la brutal represión del Estado, y tanto mandatarios de derecha como “alternativos” nuevamente mandaron el Esmad y la policía a violentar las manifestaciones.
Pese al final que le impuso el régimen narcoparamilitar de Duque, los gobernadores y alcaldes al 20J, las diferentes manifestaciones mostraron cuan fuerte y valiente es el pueblo y de cómo el respeto a los símbolos patrios, que tanto han pretendido imponer, cambió por el respeto al pueblo, a la vida, al arte, a la naturaleza. Por primera vez el 20 de Julio, día de la Independencia como colonia española, el pueblo llano empieza a comprender que ya es hora de conquistar la verdadera independencia del imperialismo y de los centenarios opresores y explotadores criollos.
Y para eso hay que dar un nuevo impulso a la lucha con más combatividad, organización y conciencia; se requiere consolidar las asambleas populares en cada rincón del país, extender el paro al sector productivo y unir a la vanguardia, hoy representada por la juventud combativa, con la gran masa de los obreros y campesinos.
¡Vamos pueblo carajo: A prepararse para tumbar el régimen de la mafia y establecer el gobierno de los obreros y los campesinos!
