Opiniones de un camarada respecto a la Consulta Popular

Opiniones de un camarada respecto a la Consulta Popular 1

Hace un poco más de un mes, recibimos la siguiente nota, pero en medio de nuestras dificultades de tiempo para atender diferentes responsabilidades se nos pasó publicar. Consideramos que siguen vigentes estas opiniones respecto a la consulta popular y por eso las compartimos, no sin ofrecer disculpas públicas al camarada y agradecerle sus aportes.

Revolución Obrera

Marzo 30 de 2025

No se puede hablar de la Consulta Popular y de sus innegables limitaciones, toda vez que es un instrumento formalmente popular, pero en el marco de una constitución burguesa, sin hacer igualmente referencia a las limitaciones que implica el planteamiento reformista del Pacto Histórico liderado por el presidente Petro. El gobierno de Gustavo Petro es la consecuencia política e ideológica del Movimiento 19 de Abril –M19- que ya no considera la consecución de las reformas al Estado por medio de acciones armadas sino con la refrendación y participación en las instituciones del Estado capitalista. Esto explica el hecho de haber priorizado las consultas, acuerdos y alianzas con los estamentos del poder del Estado y el trámite constitucional antes que buscar el apoyo y la movilización del pueblo para presionar con su poder la aprobación de las reformas. Es así que la Consulta Popular que convoca a las masas se constituye como el recurso de última instancia cuando tuvo que haber sido el recurso de primera instancia.

Antes del resultado final que apruebe o desapruebe los aspectos de la reforma debe pasar por una serie de trámites que empiezan en el congreso y finalizan en el congreso dando a la participación del pueblo un carácter puramente formal; en otros términos, una simulación de democracia directa. Esas son las limitaciones visibles toda vez que primero estuvo en la Cámara de Representantes aprobada mayoritariamente con reformas y recortes para luego pasar a la Comisión Séptima del Senado donde fue archivada sin discutir por 8 votos contra 6 y ratificada el 14 de marzo.

El proyecto de Consulta Popular con la firma y aprobación de todos los ministros debe ser aceptada por el Senado (art. 104 de la Constitución Nacional) y trasladada al pueblo con la participación de aproximadamente 13.600.000 votantes de los que 6.800.000 deben contestar sí a las preguntas de la consulta para luego volver al Senado a conseguir de este la aprobación definitiva: puede ser vinculante de obligatorio cumplimiento o no vinculante de carácter consultivo. De tal suerte que en lugar de la democracia directa rige la democracia representativa al servicio de los intereses del poder económico y político del Estado burgués. Con cara gana el burgués y con sello pierde el pueblo.

Esos son los términos y retos de la Consulta Popular que convoca Petro, que de un lado y a pesar de sus deficiencias, vacilaciones y defectos de concepción, tiene aspectos positivos para favorecer los intereses de las masas trabajadoras en el evento del triunfo, o se puede constituir en un parámetro para medir su favorabilidad en la antesala del evento electoral del 2026, que con la votación de 10 o de 11 millones, que aunque no alcance el rango del umbral, se sostiene en el número de votantes que lo llevó a la presidencia.

En la opinión pública de la masa de trabajadores de Colombia no existe la menor duda de la conveniencia de la aprobación de la reforma para mejorar aspectos vitales de sus familias; de ahí que posiblemente tenga alta acogida que no puede ser invisible para los comunistas y revolucionarios que si bien es cierto invalidamos tácitamente y por principio la factibilidad y vigencia de las instituciones del Estado capitalista que no son más que instrumentos para reproducir la explotación y opresión, debemos, en este contexto particular, apoyar la convocatoria a la consulta para aprobar la reforma laboral que acoge aspectos necesarios para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.

Pero no puede ser un apoyo ciego y sin rumbo; antes que todo se debe constituir en una jornada de educación, agitación y propaganda que denuncie las vacilaciones del gobierno, la patraña de la democracia directa y, ante todo, priorice la necesidad de organizar a las masas populares para que con la movilización y el paro nacional garantice el triunfo y su cumplimiento en caso de conseguirlo y sostenerlo ante el cambio eventual en la dirección del Estado que pretenda recortar, modificar o maquillar la reforma. La forma de organización para este propósito no puede ser otra que las Asambleas Populares.

La acción legítima de los comunistas y revolucionarios es en todo evento la movilización y lucha en las calles para conseguir las reivindicaciones sin contar con la intermediación de las instituciones del Estado; pero en este caso puntual y concreto, que señala reformas sentidas, es posible y conveniente hacer uso del instrumento convencional y más cuando aún no se tiene la capacidad para convocar al pueblo a las vías revolucionarias.

Atte. 
Lucio

Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *