El pasado miércoles 3 de septiembre se conmemoraron los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial. El gobierno de China, encabezado por su presidente Xi Jinping, realizó un desfile en el que mostró su armamento, su personal y avances tecnológicos militares, realizando una demostración de fuerza ante el mundo, y más específicamente, a su contraparte imperialista, los Estados Unidos. Acompañado de los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Corea, Kim Joung-Un, Xi envió un mensaje claro a los demás imperialistas con los que se disputarían un nuevo reparto del mundo por medio de una muy posible Guerra Mundial Interimperialista: ¡estamos listos para el confrontamiento directo!
El desfile fue descomunal por la cantidad y el tipo de armas que se expusieron, por la cantidad de soldados y personal militar que marcharon al unísono y con disciplina máxima, por la inquietud que les produce a las masas del mundo solamente pensar en que se desencadene una confrontación militar entre los imperialistas (que puede llevar a la misma extinción de la humanidad y del planeta Tierra), por la capacidad militar de los aliados de los social-imperialistas chinos. China exhibió un poderoso arsenal militar en diferentes ramas de esa industria. Por ejemplo:
Misiles hipersónicos, entre ellos el YJ-15 anti-barco, y sistemas como DF-61, DF-31BJ y DF-5C, todos de alcance intercontinental, capaces de portar ojivas nucleares.
Aproximadamente 10 000 soldados, entre hombres y mujeres del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada, el Cuerpo de Infantería Marina y la Policía Militar desfilaron al unísono, mostrando una férrea disciplina y amplia formación para la guerra.
Entre los asistentes al desfile estuvieron Prabowo Subianto (Presidente de Indonesia), Luong Cuong (Presidente de Vietnam), Anwar Ibrahim (Primer Ministro de Malasia), Mohamed Muizzu (Presidente de Maldivas), Min Aung Hlaing (Dictador de Myanmar), Khadga Prasad Sharma Oli (Ex Primer Ministro de Nepal, que renunció tras las masivas protestas del pueblo nepalí esta semana), Ilham Alíyev (Presidente de Azerbaiyán), Nikol Pashinián (Primer Ministro de Armenia), Aleksandr Lukashenko (Presidente de Bielorrusia), Norodom Sihamoní (Rey de Camboya), Miguel Díaz-Canel (Presidente de Cuba). Así como altos funcionarios gubernamentales de Irán, Kazajistán, Kirguistán, Laos, Pakistán, República del Congo, Serbia, Eslovaquia, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán y Zimbabue.
¿En dónde podría usar China su arsenal militar?
Este poderoso arsenal militar, hipotéticamente podría ser usado directamente de forma ofensiva por China en diferentes conflictos internacionales que sirven como preparación o antesala de una nueva Guerra Mundial.
- Taiwán es el frente más cercano y sensible. Allí podrían usar los misiles hipersónicos y antibuque como el YJ-15, si Estados Unidos decide intervenir en el conflicto con algunos de sus portaaviones, en conjunto con drones submarinos y aéreos.
- El Mar de China Meridional o el Mar del Sur de China también podrían ser un probable escenario para que China use sus drones navales, submarinos autónomos y misiles de medio alcance para disuadir o combatir directamente a sus adversarios y consolidar así sus reclamaciones frente a Filipinas, Vietnam, entre otros, y la presencia de EE UU y sus aliados. Allí también podría usar sus misiles HQ – 29 anti-satélites para repeler misiles balísticos en el espacio y objetivos en órbita baja, afectando la capacidad de vigilancia satelital de Japón y Estados Unidos.
- La frontera con la India (Himalaya) también podría ser un escenario en el cual China podría usar sus armas autónomas terrestres, drones y artillería avanzada. También es posible que usen el arsenal militar en el ámbito de la guerra electrónica, el ciberespacio y control del espectro electromagnético. Y aunque recientemente se reunieron representantes de ambos gobiernos para establecer acuerdos comerciales en Nueva Delhi el 18 de agosto pasado, las tensiones en esa frontera siguen latentes y podrían agudizarse en cualquier momento.
Esta poderosa muestra del poderío militar chino que incluyen misiles inter-continentales (DF-31BJ, DF-5C) también puede ser usada de forma disuasiva, para «mostrarle los dientes» a sus adversarios, por ejemplo, contra su rival directo, el imperialismo estadounidense o para instalar bases o apoyar conflictos de sus aliados como Rusia, Corea o Irán. Aunque en un caso determinado, estas armas capaces de impactar cualquier punto en el mundo podrían pasar de ser disuasivas a ser ofensivas, es decir, podrían ser accionadas si los intereses de la burguesía china se ven amenazados.
En resumen, militarmente China presentó grandes innovaciones en varios terrenos:
1. Triada nuclear completa:
China mostró por primera vez en público la triada nuclear completa: Sistemas desplegables desde el aire, tierra y mar. Incluían:
Jinglei-1: Misil de largo alcance lanzado desde aire (bombarderos).
Julang-3: Misil intercontinental lanzado desde submarinos (SLBM).
DF-61: Misil Balístico Intercontinental (ICBM por sus siglas en inglés) móvil, sólido, con alcance aproximado de 12 000 km (suficiente para impactar EE. UU.).
DF-31BJ: Otra versión mejorada de ICBM móvil.
DF-5C: Misil intercontinental líquido con capacidad para más de 20 000 km y múltiples cabezas nucleares (hasta 10 o 12).
2. Misiles hipersónicos antibuque:
Se exhibieron varios misiles hipersónicos («Yingji» o YJ):
YJ-17, YJ-19, YJ-20, e incluso el debutante YJ-21.
El YJ-17 es un misil aerobalístico hipersónico con vehículo de planeo (HGV), diseñado para evadir defensas antimisiles.
El YJ-19 usa motor scramjet para vuelo sostenido a velocidad Mach 10 o más.
3. Capacidades de defensa aérea y contramedidas:
Se desplegaron sistemas modernos de defensa aérea como HQ-16C, HHQ-9C y HQ-10.
Avanzados sistemas de defensa contra misiles y drones incluyeron:
HQ-29, un sistema móvil diseñado para destruir satélites y misiles en exo-atmósfera, parecido al SM-3 Block IIA occidental.
4. Armas de energía dirigida (láser y microondas):
Se mostró la familia LY-1: Armas láser montadas en barcos y camiones, diseñadas para neutralizar drones y amenazas aéreas. También se exhibieron sistemas de microondas de alta potencia para defensa anti-UAV.
5. Drones aéreos, navales y terrestres autónomos:
Vehículos robotizados como los «lobos robóticos» (robot dogs/wolves), con visión, maniobrabilidad y potencial uso en combate.
Drones «leal wingman», como el FH-97, un dron sigiloso de apoyo en ataque y reconocimiento.
Varios tipos de drones no tripulados en tierra, aire y especialmente mar/agua:
El AJX002 es un gran dron submarino (≈18 metros), diseñado para reconocimiento submarino o posibles ataques encubiertos. Además de otros modelos XLUUV (vehículos submarinos extragrandes).
6. Bombarderos y aviones de alerta temprana:
En el desfile también apareció el J-35 stealth, además de aeronaves de vigilancia como KongJing-500A, escoltadas por cazas J-16, y KongJing-600 con J-15T.
En resumen, ¿qué representa este desfile militar de China?
El desfile fue una muestra de fuerza del social imperialismo chino hacia sus rivales más directos, el bloque encabezado por los imperialistas estadounidenses. Cuando decimos que China es una potencia social-imperialista nos referimos, en palabras de Lenin, a que China es una potencia que cumple con aquello del «socialismo en palabras, imperialismo en los hechos». Recientemente, Xi Jinping presentó, en la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), celebrada en Tianjin, China, entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre, su Iniciativa de «Gobernanza Global», que se basa en los principios de la igualdad soberana, el Estado de derecho internacional, el multilateralismo, un enfoque centrado en las personas y los resultados reales, según el gobierno chino. Es decir, mientras habla de principios «democráticos», se prepara para la guerra y refuerza las posiciones que ha alcanzado económica y territorialmente a nivel mundial por medio de su dominio comercial.
Ahora, su rival directo, EE. UU., es la potencia imperialista con el gasto militar más alto en el mundo. Mientras EE. UU. destinó en 2024 la suma de 997 mil millones de dólares en el área militar, China invirtió 314 mil millones de dólares, seguido por Rusia (149 mil millones de dólares), Alemania (88.5 mil millones de dólares, subiendo del séptimo al cuarto lugar respecto al 2023) e India (86.1 mil millones de dólares). Es decir, que, si bien lo de China es impresionante, el poderío militar de EE. UU. es portentoso.
Estas cifras no hacen más que confirmar que todos los imperialistas están en una lucha desenfrenada por estar mejor preparados para entrar en una nueva guerra mundial, por conquistar más y mejores mercados y fuerza de trabajo, por hacer un nuevo reparto del mundo con el que puedan sobreaguar la crisis en la que se encuentra el capitalismo mundial, es una carrera armamentística con la que los imperialistas pueden arrastrar a la naturaleza y a la humanidad a su destrucción total, en medio de una guerra nuclear sin antecedentes ni futuro probable.
Todo esto reafirma el carácter reaccionario de todos los imperialistas, de la burguesía y los terratenientes en cada país capitalista, como Colombia, clases socias y lacayas de los imperialistas alrededor del mundo. Pero también reafirma la necesidad urgente de fundar una nueva internacional comunista basada en el Marxismo-Leninismo-Maoísmo (MLM), que sea capaz de detener los preparativos de una guerra interimperialista, dirigir las luchas de los Partidos Comunistas en cada país, que a su vez dirijan ejércitos populares que salgan victoriosos de las guerras populares contra las clases enemigas de las y los trabajadores, y que en Colombia debe tomar la forma de una insurrección en las principales ciudades que concentran el poder económico, político y militar de la burguesía y los terratenientes.
Si el proletariado revolucionario quiere salvar el mundo de la destrucción al que lo condenan los imperialistas y reaccionarios en cada país, es hora de dar el paso al frente para aportar a la construcción de una nueva sociedad socialista como primera fase del comunismo, que en Colombia exige aportar hoy a la restauración del verdadero Partido de las y los trabajadores, Partido que nuestra clase perdió desde hace 5 décadas aproximadamente, y que hoy más que nunca es necesario restaurar.
Existe el peligro latente de que el reformismo se apropie de esta lucha y le proporcione más vida al capitalismo, por ello, es necesario que los revolucionarios actúen con independencia de clase frente al Estado, a los imperialistas y a las clases reaccionarias en cada país. La única forma de detener una guerra mundial entre los imperialistas es unir a todo el pueblo, a todos los revolucionarios en su contra, dirigida por una nueva Internacional Comunista, y se requiere hacer la tarea desde ya, para que por medio de la violencia revolucionaria y en el marco de la agonía del capitalismo, dar paso al nacimiento de una nueva sociedad en la que las guerras reaccionarias sean cosa del pasado.
Si bien los comunistas revolucionarios no somos pacifistas, es bien sabido que las armas en manos de los imperialistas sólo pueden ser usadas contra los pueblos del mundo y a eso nos oponemos firmemente. No estamos de acuerdo con un derramamiento de sangre trabajadora en cualquier país del mundo para satisfacer los mezquinos intereses de los imperialistas. La única guerra que sí es necesaria es una para acabar con el principal mal en la sociedad que es el capitalismo imperialista, una guerra revolucionaria de las masas por su liberación del yugo del capital. Si llega a estallar una guerra reaccionaria, es necesario que los pueblos del mundo, sin distingo de país, se unan contra la guerra aplicando el internacionalismo proletario, incluso, es necesario que lo hagan desde ya.
Los desfiles militares de los imperialistas y sus inversiones en armas y tecnología que pueden acabar con el planeta no deben atemorizar a los pueblos, por el contrario, deben llenarse de esperanza y de convicción para continuar en la lucha por un nuevo y rojo amanecer.
¡NO A UNA GUERRA INTERIMPERIALISTA!
¡NO A LA CARRERA NUCLEAR!
PROLETARIOS Y PUEBLOS DEL MUNDO ¡UNÍOS CONTRA EL IMPERIALISMO!
