
En la mina de cobre de El Carmen de Atrato en el Chocó, se vienen presentando despidos constantes sin justa causa. A estos despidos injustificados la empresa responde con argumentos de reestructuración, pero, dicho de otra manera, está reduciendo costos descargando la crisis capitalista sobre sus trabajadores.
Tal y como ha denunciado el sindicato, varios compañeros están siendo despedidos, sobre todo quienes están sindicalizados y quienes tienen hasta 10 años de antigüedad. Esta situación no la tienen que asumir los trabajadores, pues la empresa está aumentando el contrato a través de terceros y despidiendo principalmente la mano de obra local que lucha por una jornada laboral inferior a 12 horas, reconocimiento de las remisiones médicas dejando a los compañeros hasta 5 o 6 meses sin salario; a esto se suma el asunto por el salario, sobre todo cuando hay un asenso en sus cargos, dejando a los trabajadores básicamente estancados en operador de nivel 4, al cual pueden acceder después de 8 o 9 años y con sueldos con por lo menos un millón de pesos menos que lo que se percibe en otras empresas.
Como expresan los compañeros de Sintramienergética, Carmen de Atrato: «No tiene sentido la explicación de la empresa cuando, sigue contratando personal con terceros, es evidente la arremetida contra la organización sindical, estamos próximos a iniciar negociación colectiva con esta empresa y empieza a despedir el personal sindicalizado, que coincidencia.»
De ahí que las problemáticas expuestas por el sindicato representan un importante punto de unidad entre los trabajadores y la comunidad de El Carmen de Atrato. Entre sus denuncias y exigencias se destacan[1]:
- Estabilidad laboral, los contratos son a término fijo a 3 meses, con el fin de no pagar indemnización sindical a los trabajadores.
- La mayoría de los contratos de personal los hacen con terceros por medio de contratos comerciales para evadir responsabilidades laborales.
- Se está reteniendo el salario en casos de incapacidad o enfermedad, es decir, cuando el trabajador y su familia necesitan más su dinero. ¡Esto es inhumano!
- La empresa se niega a reajustar los salarios de los trabajadores a los cargos que estos están desempeñando, dicho de otra manera, más responsabilidades o trabajo por menos plata, causando así la renuncia de los trabajadores porque en otras empresas los salarios son mejores y esta empresa no establece reglas claras para realizar ajustes salariales.
- A pesar de que la empresa dice que necesita reducir costos, tiene en la mayoría de su dirección jefes extranjeros con salarios exorbitantes contradiciendo su argumento de reducción.
La empresa entonces tiene el sartén por el mango. Le fue otorgada una licencia ambiental para explotar por 30 años más el subsuelo y continuar los atropellos a los trabajadores, asunto que ya preveía y por eso se realizaron denuncias ante la Agencia Nacional de Minería (ANM) que respondió haciendo caso omiso a las mismas. Incluso, en medio de la aprobación de la reforma laboral que, si bien definió el contrato a término indefinido luego de que un trabajador haya estado contratado hasta 4 o 5 años consecutivos, no estableció el tiempo mínimo que debe considerarse en un contrato a término fijo; de ahí que estos contratos a tres meses se seguirán utilizando como forma de explotación para los trabajadores.
De acuerdo con los compañeros de Sintramienergética Carmen de Atrato, el sindicato seguirá defendiendo a los trabajadores y luchando por la unidad y conciencia entre sus bases y también en la comunidad, preparando el conflicto que se avecina, donde pronostican que la empresa tratará de dividirlos como comunidad. Y definitivamente ese es el camino correcto, de ahí que todos los trabajadores, luchadores y revolucionarios llamamos también a difundir este conflicto y esta denuncia, a rodear a los compañeros trabajadores de la mina de cobre de El Carmen de Atrato y a su sindicato, rescatando el principio de la solidaridad de clase, no solo con la difusión, sino con el acompañamiento, el apoyo económico, educativo y moral a su justa lucha.






