Entre el 29 y 30 de junio se realizó en Madrid, España, la reciente cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que reunió a los jefes de las potencias imperialistas y muchos de sus socios y lacayos alrededor del mundo. La OTAN, reúne a los imperialistas encabezados por los Estados Unidos, en oposición, principalmente a China y Rusia. Unos y otros imperialistas se encuentran en medio de una de las peores crisis del capitalismo mundial (económica, política, social, sanitaria, ambiental), y para sobreaguar los efectos de la misma, como último recurso terminan embaucando al planeta Tierra en una guerra interimperialista. Esta reunión, al igual que otros encuentros, ejercicios militares, y demás, hacen parte de los preparativos de una futura guerra mundial en la que los imperialistas tratarán de resolver sus contradicciones.
Una de las medidas para tratar de solventar la crisis petrolera por ejemplo, fue el mandato realizado por Joe Biden, el presidente que recibió el apoyo de los Avakianistas reunidos en el PCR (EU), hacia los países del Golfo Pérsico para que aumenten la producción de crudo drásticamente.
Madrid fue militarizada por completo. Agentes de inteligencia, ejército, policía… todo un arsenal militar circuló por las calles y el cielo de la capital de España porque los imperialistas le temen a la unidad y lucha del pueblo que se opone a los planes de los reaccionarios capitalistas, que usarán a las masas populares para enfrentarlas unas a otras en una guerra que no defiende los intereses de los oprimidos y explotados, sino, de los grandes magnates del mundo, en la que ellos no ponen los muertos, sino el pueblo llano. Aun así, en medio del más gigantesco operativo de control y vigilancia garantizado por el gobierno reformista del Estado español en cabeza del PSOE, se manifestaron varios bloques en contra de esa reunión de asesinos.
Es indudable que la guerra que se vive entre el bloque de la OTAN y el imperialismo ruso en Ucrania, marcó un eje importante sobre el que se tomaron las decisiones de esa reunión. Por ejemplo, Joe Biden, afirmó que sumaría un apoyo de 800 millones de dólares en ayuda armamentística a Ucrania y que tanto su gobierno como los aliados, seguirán apoyando a Ucrania el tiempo que sea necesario. Mientras millones mueren de física hambre, los imperialistas derrochan el dinero que le exprimen a las masas por medio de la superexplotación en toneladas de armas con que le quitan la vida al pueblo desarmado.
A propósito de esto, algunos revolucionarios, socialpatriotas y revisionistas, decidieron apoyar a Rusia en este conflicto bélico. Incluso, algunos se limitaron a condenar el papel de policía del mundo de la OTAN, pero ni una sola palabra contra el gobierno socio y cómplice del Estado español. Al respecto Lenin decía: “…En una guerra reaccionaria, una clase revolucionaria no puede dejar de desear la derrota de su Gobierno”, “en todos los países imperialistas, el proletariado debe desear ahora la derrota de su Gobierno”, “El proletario no puede asestar un golpe de clase a su Gobierno ni tender (de verdad) la mano a su hermano, al proletario de un país “extranjero” en guerra con “nosotros”, sin cometer un “delito de alta traición”, sin cooperar a la derrota, sin ayudar a la desagregación de una “gran” potencia imperialista, “la suya”.”.
Estas cuestiones de línea política revolucionaria, de la actitud de los partidos y organizaciones revolucionarios frente a la guerra imperialista, hacen parte de las discusiones y debates que necesariamente se deben librar entre los revolucionarios de hoy, es decir, entre los marxistas leninistas maoístas, como parte de establecer una Línea General para el MCI, una línea política que sea la base de la construcción de una Nueva Internacional Comunista basada en el MLM. En lo que sí existe unidad, es en el repudio internacional por parte del proletariado a la OTAN, una organización criminal causante de millones de muertes en las diferentes guerras de agresión que ha iniciado. Un repudio que necesariamente debe pasar por la unidad, organización y lucha de los revolucionarios en cada país para contribuir mancomunadamente a la destrucción del capitalismo imperialista a nivel mundial.
Esa lucha, tiene que ser de forma violenta contra las burguesías socias y lacayas de los imperialistas en cada país y para ello, es necesario construir los Partidos Comunistas Revolucionarios en cada uno de ellos, junto al Ejército Popular y al Frente Revolucionario, instrumentos necesarios para que al final, triunfe la Revolución Socialista en cada país como parte de la Revolución Proletaria Mundial. Que la reunión de los asesinos imperialistas sea un motivo más para avanzar en esos nobles propósitos, de liberar al proletariado del pesado yugo de la explotación y opresión capitalista mundial.
A continuación, compartimos el enlace del balance realizado por el periódico Servir al Pueblo del Estado español.