Movimiento Bélico en el Caribe, es una infamia de los Imperialistas

Movimiento Bélico en el Caribe, es una infamia de los Imperialistas 1

En medio de la crisis mundial por la pandemia, un inusitado movimiento bélico en el mar Caribe ha llamado poderosamente la atención en todo el mundo; y no es para menos, pues el principal, no único, protagonista es el gobierno de Estados Unidos, quien en lugar de concentrar sus principales esfuerzos en ponerle freno al devastador Covid-19 que está matando por miles a la población, se le ha dado por lanzar sus mesnadas asesinas hacia un objetivo exacto: Venezuela; con un propósito claro: tumbar el gobierno.

El Comando Sur, encargado de la operación militar, desplegó destructores de la Armada, barcos de la Guardia Costera, buques de combate, helicópteros, aviones de patrulla P-8, aviones de la Fuerza Aérea E-3 AWACS y E-8 JSTARS, miles de guardacostas, soldados, pilotos y marines; son una parte del arsenal que el gobierno gringo desplazó en el mar próximo a Venezuela y hacia las fronteras terrestres, sobre todo en territorio colombiano. Ver despliegue de buques y aviones de Estados Unidos.

Pero los movimientos no son solo de los Estados Unidos. El Reino Unido envió inmediatamente un buque de guerra al mar Caribe, con la careta humanitaria de que se puede convertir en buque hospital, pero fuertemente armado con cañones antiaéreos; a lo que se sumó Francia con el envío del buque Asalto Anfibio Dixmunde para apostarlo en el área donde están localizadas la Guyana y las Antillas Francesas; eso sí, con la rápida “aclaración” por parte de Emmanuel Macron diciendo que “Se trata de una operación militar sin precedentes dedicada a apoyar servicios públicos y al pueblo francés en las áreas de salud, logística y protección”.

Sobre las razones argüidas por el asesino Donald Trump para este escandaloso movimiento bélico, sus asesores se han encargado de hacer una campaña en los medios para convencer al mundo de que su interés es combatir el narcotráfico, del cual, según Trump, el gobierno de Maduro es el mayor cartel que inunda a los Estados Unidos de sicotrópicos.

Argumento que en realidad no es difícil dejar sin piso. Un solo hecho de varios que podríamos traer, son las rutas por donde el narcotráfico hace llegar la droga: “La mayoría de las drogas se introducen de contrabando en los Estados Unidos a bordo de barcos de pesca, trenes, camiones con remolque y automóviles comunes que ingresan al país en los puertos legales de entrada”, según los miembros del Cartel de Sinaloa. Ahora bien, en temas de estupefacientes, según recientes estudios, las principales y más apetecidas en el mercado de Estados Unidos son las de tipo fármaco, que por demás son las más mortíferas, como el Fentanilo que llega desde México y China, según un reciente estudio publicado por Univisión:* “Los carteles mexicanos están produciendo y enviando diariamente a Estados Unidos miles de kilogramos de fentanilo, un opioide sintético que está matando a miles por sobredosis. Univisión Investiga siguió la pista del trasiego de esta droga desde los laboratorios de Sinaloa a las calles de Estados Unidos”*. Pues bien, las rutas de entrada principales, van por otros lados, eso sin contar las que llegan de manera “legal” vía aeropuerto y que salen de muchas ciudades de Centro y Suramérica; pero dejemos esta arista del problema, que en realidad es una mampara del fantoche Trump.

Poner “orden” en su patio trasero, es sin duda la razón principal que tiene el “amo yanqui”, en esta movida multimillonaria de dólares para cercar militarmente a Venezuela y preparar una intervención directa. Los posicionamientos geoestratégicos de los imperialistas son sin duda la mayor razón para los movimiento bélicos, y nadie es ajeno de que en Latinoamérica hay gobiernos que rompen su dependencia política de los gringos para buscar ser estrangulados por la soga de otros poderosos como China, Rusia, Alemania, Japón, etc. Y claro, tampoco es oculto que quienes lideran esas posturas “rebeldes” son Cuba y Venezuela, que sin ser estados socialistas, sí son una piedra en el zapato para los objetivos yanquis de mantener a todo el resto de América (exceptuando Canadá) como su “patio trasero”.

La lucha interimperialista y la exacerbada crisis del capitalismo como sistema, hoy tiene a los Estados Unidos en una lucha a muerte para frenar el expansionismo de sus oponentes, sobre todo de Rusia y China, quienes han aumentado su influencia en el mundo, interviniendo de manera significativa en países y regiones otrora controlados casi que exclusivamente por los yanquis; lo que ha hecho que el belicismo guerrerista se manifieste en muchas regiones del mundo, y hoy, vuelve a ganar protagonismo en Venezuela. Para el caso, queda claro el papel que juega Colombia, como peón de primera línea en esa posible intervención; las tropas y el pueblo colombiano, serían la principal carne de cañón si se diera ese enfrentamiento militar.

El otro motivo importante que tiene el fantoche Trump para hacer estos movimientos bélicos es la campaña política para aprestigiar su raída imagen. Ante el evidente fracaso en la urgente lucha mundial contra la Pandemia, y en vista de su futura campaña presidencial, el egocéntrico, asesino y fanfarrón Trump, encontró en el gobierno de Maduro una carta que cree, le puede servir para matar dos pájaros de un solo tiro.

Sin duda, el mundo entero no logra comprender cómo un país, que se jacta de ser el más poderoso del planeta, sea hoy el menos eficaz contra la pandemia, cuando muchos incautos esperarían que allí, donde nacen “superhéroes” todos los días, fuera a salvar el mundo; y no sólo ha sido un completo fiasco, sino que ni siquiera dentro sus propias fronteras ha sido capaz de amainar las consecuencias. Y no porque el pueblo de los Estados Unidos y sus científicos no tengan las herramientas, sino porque la inepta administración de su presidente ha sido el mayor estorbo para impedirlo; Trump es responsable por omisión de las miles de muertes del pueblo de los Estados Unidos.

No hay nada que justifique el cerco militar a Venezuela, no hay nada que justifique, que en lugar de llevar ayuda para combatir el Covid-19, se lleven armas para atacar a todo un pueblo, pues es bien sabido que una intervención militar en ese país, no sería de solución rápida. A los muertos por la pandemia se sumarían los asesinados por una guerra reaccionaria como lo están haciendo las huestes asesinas de las fuerzas imperialistas en varias partes del mundo. No hay nada que justifique que el pueblo colombiano mueva un solo dedo para apoyar esta tropelía imperialista y muy por el contrario es un motivo más para oponerse a las políticas del narcoparamilitar gobierno uribista encabezado por la marioneta Duque.

Los imperialistas, y en este caso sobre todo Estados Unidos, vuelven a mostrar su esencia más nauseabunda, cuando ni siquiera en una situación que pone en riesgo la existencia de la vida humana en el planeta, dejan de lado sus asquerosos intereses de dominar el mundo. El pueblo de Estados Unidos tiene una responsabilidad enorme en estos momentos, una responsabilidad que lo puede llevar a ocupar un lugar de privilegio en la historia: quitar a ese estorbo que ocupa la Casa Blanca junto con su séquito de bandidos y asesinos y poner a dirigir al país, a un órgano de poder compuesto por quienes tengan la capacidad, no solo de poner freno a la pandemia en su territorio, sino a disposición de toda la humanidad sus conocimientos y capacidades.

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