Hace un par de semanas se realizó el congreso de los comerciantes dirigido por el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (FENALCO) Jaime Alberto Cabal, que desde el 2019 ha insistido en la necesidad de una reforma laboral que tenga en cuenta la contratación por horas, sueño que se le realizó con el decreto 1174 del año pasado; hoy habla ya no solo de la contratación por horas, sino de un salario integral por debajo del mínimo y establecido de acuerdo a las condiciones de las regiones, y no como hasta el momento se decreta cada año, en la farsa de negociación entre el gobierno y las direcciones entreguistas de las centrales sindicales. Estas propuestas conllevarán a agravar aún más las condiciones de vida de los trabajadores, a una mayor degradación física y moral del pueblo.
Todas estas pretensiones están plasmadas en la Agenda Empresarial del Consejo Gremial, y adoptadas en el Plan Nacional de Desarrollo y hoy nuevamente en el congreso de FENALCO los capitalistas insisten en ellas, sobre la gran mentira de un pacto social con todos los estamentos, con las centrales sindicales, el gobierno, los partidos políticos y el Congreso.
Su argucia es que son medidas para disminuir el desempleo, pero en realidad son para obtener mayores ganancias por parte de los imperialistas, y por eso través de la OCDE, el Banco Mundial y el FMI las han impuesto con el beneplácito de las clases dominantes del país, pues también reciben parte de esa ganancia con la superexplotación de la clase obrera. Lo cierto es que ninguna de estas medidas ha resuelto la grave crisis de desempleo que existe en Colombia y solo se ve más miseria en un polo de la sociedad y más riqueza en el polo opuesto.
De ahí que sea un engaño pretender, en estas condiciones de la lucha de clases, que desde el parlamento burgués se pueda lograr algo a favor de los trabajadores, pues todas son órdenes y orientaciones de los imperialistas y las clases dominantes, que el político que quede de presidente en las próximas elecciones, sea del color que sea, tendrá que cumplir.
Los parásitos burgueses quieren descargar su crisis sobre las espaldas de los trabajadores y sueñan con la esclavización de la clase obrera, a menos que se frene con la lucha del movimiento obrero, y para lograrlo es necesario rescatar la independencia de clase con respecto a los patronos, el Estado y los politiqueros, no más conciliación y concertación con los enemigos del pueblo.
En particular el movimiento sindical necesita desprenderse de la dirección traidora de las centrales sindicales, necesita construir organizaciones que estén para defender los derechos de los trabajadores y se planteen acabar de raíz con la explotación asalariada, que participen en la preparación de los próximos levantamientos con el paro de la producción desde las fábricas y empresas, para tumbar al régimen narco paramilitar y sentar las bases para destruir todo el Estado burgués y sobre sus ruinas construir el nuevo Estado dirigido por los obreros y campesinos.
Por consiguiente se requiere de la preparación de las fuerzas del movimiento obrero lo que implica: organizar una dirección nacional revolucionaria del paro, avanzar a la organización de las Federaciones con independencia de clase y a la Central Sindical Revolucionaria, a la preparación militar para enfrentar las hordas asesinas de las Fuerzas Militares y paramilitares y construir la organización de Partido, fundamental para lograr que todo el movimiento obrero y campesino triunfe contra los capitalistas e imperialistas.