El 30 de diciembre terminó la nueva farsa de la negoción del salario mínimo con un reajuste de miserables 43.252 pesos mensuales ($1.450 diarios) y de 5.000 pesos mensuales al subsidio de transporte ($166 diarios). Y con indignación los trabajadores recibieron la notificación del «aumento», presentado por el gobierno como un gran triunfo: «Siempre es mejor la concertación que la confrontación», dijo la ministra de trabajo, celebrando el papel de los traidores Julio Roberto Gómez de la Confederación General del Trabajo – CGT, Luis Morantes de la Confederación de Trabajadores de Colombia – CTC y Jhon Jairo Díaz de la Confederación Democrática de los Pensionados – CDP. Por su parte, los jefes vendeobreros de la CUT Luis Alejandro Pedraza y Fabio Arias, completaron la farsa «“rechazando» el acuerdo, amenazando denunciarlo por ilegalidad y llamando a «ampliar la movilización social, y aprovechar la coyuntura electoral para respaldar tanto para el Congreso como para las elecciones presidenciales, la propuesta democrática, progresista y alternativa que le sirva a los colombianos».
Una vez más, con el favor de las camarillas dirigentes de las centrales sindicales, fue rebajado el salario real de los trabajadores, mientras se aumenta en la misma proporción la cuota de ganancia de los explotadores; por cuanto entre más bajo sea el salario más alta será la ganancia, y a la inversa: entre más alto sea el salario más baja será la ganancia.
Así, desde ya el gobierno está aplicando la Agenda Empresarial 2018-2022 del Consejo Gremial Nacional de los explotadores, en la que marcan el derrotero de los mandatarios para los próximos años, y con la que buscan descargar aún más el peso de la crisis del sistema moribundo en los proletarios y el pueblo: ampliar la brecha entre el salario mínimo y el salario medio, ampliar el IVA a todos los productos; renta progresiva para quienes devenguen más de 2 y medio salarios mínimos mensuales; gravar las pensiones de más de 6 salarios mínimos, ampliar e igualar la edad de jubilación; sustituir las contribuciones para compensación familiar, ICBF y SENA por parte de los empresarios; generalizar la tercerización laboral; acabar con la estabilidad laboral reforzada; eliminar el pago de incapacidades por enfermedad común y endosarle al Estado y a los enfermos las enfermedades de alto costo… Esas son algunas de las medidas con que los capitalistas pretenden sostener su cuota de ganancia a cuenta de aumentar la superexplotación de los proletarios y el pueblo colombiano. Medidas a las cuales se agrega la decisión política de aplastar con la fuerza la rebeldía popular como abiertamente manifiestan en su Agenda: «Las vías de hecho no se pueden legitimar como mecanismo de protesta».
¡Ganar más es la única y verdadera razón de toda la política de los explotadores! Los argumentos sobre productividad, desempleo e inversión son sofismas de distracción para engañar a los trabajadores y disuadirlos de lanzarse a la lucha y a huelga. Y para ello cuentan con los dirigentes traidores de las centrales sindicales defensores de la explotación asalariada, que con su política sindical burguesa han convertido el movimiento sindical en púlpito para alejar a los trabajadores de la idea de la lucha de clases y comprometerlos con la «paz social» burguesa, con la «armonía» entre explotados y explotadores, con la conciliación y la concertación de clases.
Son esos impostores también quienes han convertido las centrales sindicales en fortín politiquero para inducir a los explotados a confiar e implorar sus derechos al Estado, que es precisamente la organización de la fuerza de los explotadores y por eso ahora convocan, no a la huelga, sino a confiar en los politiqueros en campaña, en los jefes de los falsos partidos amigos del pueblo y las cúpulas dirigentes de los partidos oportunistas disfrazados de partidos obreros y revolucionarios. Por eso Pedraza y Arias de la CUT llaman a los trabajadores a apoyar en la próxima farsa electorera «la propuesta democrática, progresista y alternativa que le sirva a los colombianos», tal como lo hicieron cuando ayudaron a la reelección del criminal presidente Santos, y como harán ahora buscando comprometer al pueblo en el respaldo a la Agenda Empresarial de los gremios capitalistas que ejecutarán los próximos gobernantes.
Pero contrario a la política reformista y oportunista limitada a solicitar un miserable salario que no afecte la ganancia de los capitalistas, así como a apoyar la farsa electoral; contrario a la traición de los jefes de las centrales sindicales; contario a la manguala entre los jefes de los partidos reformistas con los explotadores… los revolucionarios y comunistas, los activistas honrados y dirigentes sindicales de base rechazan la nueva rebaja del salario y el circo electorero llamando a manifestar la indignación en la calles, convocando a movilizarse y a preparar el Paro Nacional Indefinido para atacar la ganancia del capital luchando por un alza general de salarios que verdaderamente beneficie a los asalariados.
En tal sentido, el proletariado revolucionario respalda las distintas iniciativas y convocatorias a movilizarse, porque es hora de unificar las expresiones de la rebeldía e indignación de los trabajadores en una sola y única lucha por alza general de salarios, que ya no es una simple lucha de resistencia económica, sino una lucha política porque defiende el salario de interés general para todos los explotados, contra la ganancia principal interés de todos los explotadores.
Como dijera la Declaración de la XI Asamblea de la Unión Obrera Comunista (mlm) sobre la Situación Actual, Táctica Revolucionaria y Tareas de los Comunistas:
La lucha de resistencia a la explotación capitalista, origen y clásica razón de ser de los sindicatos, significa hoy en Colombia luchar por un alza general de salarios, por salud, educación y vivienda para el pueblo, así mismo, la lucha del Movimiento Sindical contra el terrorismo de Estado que persigue, desaparece y asesina obreros por el solo hecho de ser dirigentes sindicales conscientes y anti-patronales, son todas reivindicaciones comunes con la Plataforma consciente de las Huelgas Políticas de Masas, porque son problemas no exclusivos de los obreros sino de todo el pueblo, porque resolverlos implica juntar las fuerzas de la clase obrera a las del resto de trabajadores para exigirlos ya no a un patrón o grupo de patronos, sino directamente al Estado representante de todos los explotadores; ya no solo con la mera lucha económica de resistencia sino con la lucha política de las masas, cuya forma es hoy la Huelga Política de Masas directamente contra el Gobierno y el Estado. No por casualidad, el salario obrero es el único aspecto que ni gobernantes ni capitalistas mencionan en sus altisonantes planes económico-sociales, y siendo un problema que afecta a la mayoría de la población, impone conquistar un alza general de salarios con la lucha de todas las masas trabajadoras.»
En esa dirección de organizar y generalizar la lucha por Alza General de Salarios los jefes del sindicalismo burgués, empotrados en las direcciones de las centrales sindicales, son uno de los principales estorbos porque su papel como agentes de la burguesía en el seno del movimiento obrero es dividir a los trabajadores y desviar su lucha; de ahí que los dirigentes sindicales de base, los impulsores del sindicalismo independiente de nuevo tipo, los activistas conscientes, los auténticos dirigentes de las organizaciones obreras y populares, los revolucionarios y comunistas están llamados a organizar las fuerzas y a encabezar la lucha para desplegar la iniciativa creadora de las masas que les permita conquistar el alza general de salarios con la movilización revolucionaria y el Paro Nacional Indefinido.
Pero no se puede olvidar que aunque el alza general de salarios mejora la situación de la clase obrera y del pueblo colombiano, ésta no es la finalidad de la lucha, sino la necesidad inmediata para evitar que el hambre lleve a la degradación física y espiritual de los asalariados, y por el contario recuperen fuerza, energía, capacidad de lucha y organización como parte del entrenamiento para derrocar el poder político de los explotadores y abolir para siempre la esclavitud asalariada, rumbo que debe tener la lucha actual por un alza general de salarios para que verdaderamente sea una lucha revolucionaria.
¡Por Alza General de Salarios y Contra la Farsa Electoral, Preparar el Paro Nacional Indefinido!
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
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