El Congreso de los ricos hundió la Reforma Laboral, en medio de las multitudinarias movilizaciones realizadas el 18 de marzo, lo que confirma nuevamente, que las clases dominantes no están dispuestas a ceder nada, a pesar de que del proyecto inicial presentado por el gobierno, recortaron puntos en el trapicheo parlamentario, dizque en aras de la concertación y el “juego democrático”. Queda demostrado como lo dijimos en el pasado editorial, que el camino de la conciliación con los de arriba, definitivamente no le sirve al pueblo.
Se plantea nuevamente para el pueblo qué camino tomar para conquistar sus derechos. Gustavo Petro en su alocución el 11 de marzo llamó a ejercer el poder de decisión por medio de una consulta popular. Si bien convocó a la movilización, insistió en las vías institucionales o “democráticas” para evitar un nuevo levantamiento popular, advirtiéndole a las clases dominantes que esto puede pasar nuevamente. Confesó además que él fue el bombero de esa lucha en el 2021, cuando llamó a la juventud especialmente, a no continuar por las vías de hecho, sino que a través de las urnas y de forma pacífica se expresaran democráticamente, eligiéndolo a él para ahí sí, desde la presidencia, hacer realidad las tan anheladas reivindicaciones del pueblo trabajador.
Los hechos son claros, las reivindicaciones del pueblo no se han logrado. El “Acuerdo Nacional” con los de arriba para realizar el “cambio”, es un fracaso. Las clases dominantes demostraron que su voracidad no tiene límites y tienen en sus manos las vías institucionales para defender sus privilegios. Por tanto, de la consulta popular, como simple mecanismo democrático burgués para recoger la opinión del pueblo, no resultará mayor cosa, como sucedió con la consulta anticorrupción del año 2018, promovida por Claudia López.
A esto se suma que la realización de una consulta popular requiere, para ser convocada, recibir el concepto favorable del Senado; después de ello, la consulta debe superar el umbral de la tercera parte de los aptos para votar, no menos de13 millones y medio de votos, y la mitad más uno de los mismos para validar el sí, es decir 6,8 millones. Finalmente, una vez lograda la mayoría del sí sobre cada pregunta, el presidente presentará los proyectos de ley que el Senado de los ricos se verá obligado a discutir pero no hay ninguna garantía de que pasen allí o de que no sean tumbados por la Corte. En resumen, desde ya podemos advertir, que la consulta popular encontrará todas la trabas para que no se ejecute el sentir del pueblo.
Como comunistas, no somos enemigos de las reformas en general, ni nos oponemos a los procedimientos que contribuyan a alcanzarlas; sin embargo, insistimos en que las reformas siempre han sido el resultado de la unidad, de la organización y la lucha revolucionaria del pueblo trabajador. Por tanto, es nuestra obligación insistir en el verdadero poder de las masas, en la necesidad de su unidad y organización con independencia de los explotadores y opresores, de su Estado y sus politiqueros.
Por consiguiente, el camino para garantizar la conquista de derechos es con la lucha revolucionaria, mediante la huelga, el paro y con un nuevo levantamiento popular. Esto ha sido demostrado por la experiencia de la lucha de la clase obrera y de los pueblos.
Insistimos en la necesidad de retomar la organización de las Asambleas Populares para que sea desde allí donde el pueblo decida la forma de conquistar sus derechos. Es con su propia fuerza y organización como realmente se puede presionar para que las clases dominantes cedan. Gustavo Petro lo dijo, los explotadores le temen al pueblo en las calles y no en las urnas. Pues bien ¡hagamos que tiemblen con un gran paro nacional de todos los sectores de la producción!
¡Con la lucha se conquistan libertades y derechos, con la lucha se defienden!
Comité Ejecutivo – UOC (mlm)