Presentación
A finales de mayo de 2021, en pleno furor del Levantamiento Popular, la Unión Obrera Comunista (mlm) presentó al pueblo colombiano la propuesta de Programa Inmediato: ¡Por un Gobierno de los Obreros y Campesinos, no de los Explotadores! Por aquellos días se hacía necesario elevar la conciencia del movimiento y luchar por unificarlo en las Asambleas Populares organizándolo para derrotar al régimen mafioso.
La impotencia de los comunistas y la dispersión de los revolucionarios impidieron superar las dos grandes debilidades del levantamiento popular como fueron la falta de conciencia y organización, imponiéndose la vía constitucional burguesa, la vía de las elecciones y el parlamentarismo que llevó a la presidencia a Gustavo Petro.
Aunque el triunfo electoral de Petro fue un golpe popular contra las clases dominantes y el régimen mafioso, tal régimen no fue derrocado, como tampoco se han conquistado las exigencias del pueblo, las cuales fueron tomadas como banderas de la campaña de Gustavo Petro y Francia Márquez, algunas de las cuales fueron presentadas como reformas sociales por el actual gobierno.
La negativa de las clases dominantes de conceder siquiera algunas reivindicaciones populares, el hundimiento de las propuestas de reforma en el Congreso, plantean la vigencia de un Programa Inmediato para unir al pueblo y conquistar con su lucha la solución a los graves problemas que lo aquejan. Por ello presentamos esta propuesta que recoge las reivindicaciones planteadas en el levantamiento popular iniciado el 28 de abril del 2021 y el camino para conquistarlas.
Esperamos que esta propuesta sea discutida, enriquecida y acogida por los destacamentos comunistas y revolucionarios, por los dirigentes y activistas sociales, y por las organizaciones obreras, campesinas y en general por todas las organizaciones populares, pues solo con la unidad, organización, movilización y lucha se pueden conquistar las reivindicaciones populares.
I. Situación actual
La situación del pueblo sigue agravándose porque la crisis económica, social, de la salud, de la educación, de la naturaleza, la guerra… siguen azotando a los pobres: el alto costo de los productos básicos de la canasta familiar, el aumento permanente de los servicios públicos y la gasolina, el desempleo y subempleo galopantes, la falta de atención en salud y acceso a la educación, las masacres, el desplazamiento, el asesinato de dirigentes sociales, el aumento de feminicidios, los presos por luchar aún encarcelados o vinculados a injustos procesos judiciales…
Es claro que las causas más profundas que ocasionaron el paro del 21 de noviembre de 2019, la quema de los CAI de la Policía en septiembre del 2020 y el levantamiento popular iniciado el 28 de abril del 2021, no han sido resueltas porque anidan en la crisis económica en la que se debate el capitalismo mundial desde el 2008, y que por efectos de la pandemia se recrudeció en el 2020 acompañada de una terrible crisis sanitaria, agravando y acelerando la crisis social mundial.
En tal situación de hambre, miseria, represión y guerra, es natural que crezca la inconformidad de los de abajo que ya no quieren seguir viviendo como antes. Y aunque Petro llegó a la presidencia porque se hizo vocero de las reivindicaciones populares, canalizando así la rebelión social que amenazaba con tumbar a Duque y al régimen mafioso, a la vez que les planteó a las clases dominantes una salida a la crisis política que ponía en riesgo sus privilegios, nada ha cambiado hasta ahora.
El nuevo gobierno ha tratado en vano de convencer a las clases dominantes explotadoras de la necesidad de un “Acuerdo Nacional” para impulsar algunas reformas sociales. En respuesta, los sectores más retardatarios de los explotadores mantienen la amenaza permanente de golpe de Estado, a pesar de que Petro ha respetado los acuerdos pactados con el imperialismo, y que en el Congreso los proyectos de reformas a la salud, pensional y laboral han sido mutilados una y otra vez, aún así se proponen enterrarlos, demostrando que los explotadores no están dispuestos a cederle nada al pueblo.
La virulenta oposición de los grandes capitalistas y el Congreso a las pequeñas medidas a favor del pueblo, frente a la dramática situación que viven quienes sostienen la sociedad con su trabajo, dejan claro el fracaso del “Acuerdo Nacional” propuesto por el presidente, a la vez que ha revelado el carácter del Congreso, convertido abiertamente en un antro antipopular al servicio de las clases parásitas explotadoras.
Tal es la situación que obligó al presidente, a convocar la movilización en las calles, a retomar las Asambleas Populares y anunciar el respaldo gubernamental al fortalecimiento de las organizaciones obreras y campesinas para presionar la aprobación de las reformas. Esto deja en claro que el pueblo solo puede confiar en la fuerza que emana de su unidad, organización, movilización y lucha para conquistar sus reivindicaciones e impedir cualquier intentona de la mafia, ansiosa de retomar el control del gobierno.
Ahora nuevamente le corresponde al pueblo trabajador retomar el camino de la movilización en las calles, incluso de lanzarse a un nuevo paro nacional, para conquistar con su fuerza lo que los explotadores se niegan a cederle y desmontar completamente el régimen mafioso y paramilitar, que en las pasadas elecciones volvió a tomar fuerza en las regiones, desde donde también saboteará cualquier iniciativa del gobierno central que sirva al pueblo.
Es por esta razón que le proponemos al pueblo colombiano, el presente Programa Inmediato, que lo una alrededor de sus reivindicaciones inmediatas más sentidas para conquistarlas por la vía de la lucha política directa.
II. Para aliviar los terribles sufrimientos del pueblo colombiano
¡Por la vida y la libertad!
- Poner fin al terrorismo estatal, la militarización de la sociedad y las hordas asesinas paramilitares.
- ¡Libertad para los presos políticos y los detenidos en las protestas sociales! Entrega vivos de los desaparecidos.
- Disolución real del Esmad o la “nueva” UNDMO y de los destacamentos de las fuerzas militares comprometidos en masacres, violaciones y asesinato de dirigentes populares. Castigo a los instigadores y perpetradores. No más fuero militar para los asesinos del pueblo.
¡Contra el hambre!
- Alza general de salarios, subsidio a los desempleados y subempleados.
- No más despidos y cierres de empresas. Empleo formal, estabilidad laboral y acabar la tercerización e intermediación laboral.
- Cese de la persecución a los recicladores de oficio y declarar el servicio público de aprovechamiento, como derecho exclusivo de los recicladores populares.
- Rebajar y congelar los precios de la canasta familiar, los servicios públicos y la gasolina.
- Abolir los fondos privados de pensiones, dar continuidad y fortalecer el régimen de prima media, y garantizar por lo menos el salario mínimo para quienes no alcancen la pensión.
¡Contra la privatización de la salud!
- Salud de calidad para el pueblo, abolición de las EPS y la intermediación del capital financiero en salud. Suprimir el aporte del 16% cobrado a los pensionados.
- Fortalecimiento material y científico de la estructura sanitaria. Mejoramiento de las condiciones laborales y de seguridad industrial para el personal vinculado al sector salud.
¡Educación pública universal y gratuita!
- Acceso real gratuito a las universidades, colegios y escuelas públicas. Condonación de las deudas con el ICETEX. Vinculación directa y en óptimas condiciones laborales para el personal vinculado al sector de la educación.
¡Vivienda digna para el pueblo!
- Condonar las asfixiantes deudas con las corporaciones bancarias. Promover planes de construcción de vivienda popular.
¡Protección especial a la mujer y los niños!
- Garantizar el aborto asistido gratuitamente por el Estado. Medidas de prevención y castigo a todo acto de violencia verbal, sicológica o física. Trato especial para las mujeres embarazadas y lactantes. Igualdad real de salarios y promoción a los cargos de dirección en todos los ámbitos. Empleo para mujeres cabeza de hogar. Ampliación de guarderías públicas diurnas y nocturnas.
¡Resolver los problemas de los campesinos!
- ¡Devolver la tierra a los campesinos despojados!
- ¡No más ruina en el campo! Condonar las deudas y dar apoyo financiero y técnico a los campesinos pobres y medios. Garantizar la compra de las cosechas a precios justos.
¡Ayuda y respeto a las minorías!
- Cumplir los acuerdos firmados y las exigencias especiales de los pueblos indígenas, comunidades negras, raizales y rom. Respeto de su cultura, costumbres y autoridades. Garantizar la etnoeducación y la promoción de la igualdad.
¡No más destrucción de la naturaleza!
- Frenar las explotaciones devastadoras de la naturaleza y los ecosistemas. No al fracking en la extracción de gas y petróleo.
III. Unidad, organización, movilización y lucha para conquistar las reivindicaciones populares
La experiencia reciente del pueblo destacó las Asambleas Populares como una forma especial de concretar la unidad y organización del pueblo para enfrentar a los enemigos y decidir todos sobre todos los asuntos.
De ahí que ahora, cuando los ricos explotadores no están dispuestos a ceder en sus privilegios, se oponen a cualquier medida que favorezca al pueblo, y el parlamento se muestra claramente como enemigo de las aspiraciones populares, se hace necesario retomar, generalizar y consolidar las formas asamblearias, porque ellas demostraron que sí expresan con toda claridad las aspiraciones populares y son capaces de hacer cumplir sus decisiones.
Asambleas Populares construidas de abajo hacia arriba, donde el pueblo decida democráticamente sobre todos los asuntos y los haga cumplir con la fuerza de su organización.
Asambleas Populares necesarias además para que el pueblo unido y organizado impida un posible golpe de Estado, y sea capaz de enfrentar cualquier tentativa de sus enemigos.
Los comunistas haremos todos los esfuerzos para unirnos con quienes estén dispuestos a trabajar en esta dirección, porque consideramos que esta es la forma de acumular fuerzas ahora para las próximas batallas que les permitan a las masas populares conquistar el triunfo definitivo sobre sus históricos enemigos, burgueses, terratenientes e imperialistas, mediante la revolución que instaure la república socialista.
Unión Obrera Comunista (mlm)
Enero 2024
2 respuestas
La generación y comercialización del servicio de energía y gas natural debe ser asumido directamente por el estado . Actualmente se encuentra en manos de multinacionales ,unas veces españolas y otras italianas , que disponen para sus altos ejecutivos europeos sueldos equivalentes al estilo de vida de sus naciones de origen que inevitablemente repercuten en las tarifas que cobran a los usuarios ,además del impacto de la tasa de ganancia que aplican . Estas multinacionales nada agregan a la infraestructura creada para vender los servicios ,más bien usufructuan de la que ya se ha establecido desde años atrás por parte del estado.
En otras palabras al estado le corresponde controlar y manejar los servicios públicos.
Así es compañero, gracias por comentar. Mientras prime el interés privado, del capital, sobre el interés común de las amplias masas populares, no existirán servicios públicos que realmente cubran las necesidades de las familias obreras. Saludos.