¡Respaldamos la recuperación de las tierras usurpadas!

¡Rechazamos la alevosía del gobierno y los reaccionarios!

¡Respaldamos la recuperación de las tierras usurpadas! 1

Con justa indignación se han pronunciado las organizaciones campesinas e indígenas que adelantan recuperaciones de tierra en algunas regiones del país, frente a la estigmatización y las amenazas recibidas por el gobierno del Pacto Histórico quien el 30 de agosto calificó a los recuperadores de invasores y amenazó con enviar las fuerzas represivas a desalojarlos de los terrenos ocupados, argumentando que se oponen a sus planes. Declaraciones que fueron aplaudidas por las clases dominantes y los loros cagatintas de sus agencias de desinformación.

El proletariado revolucionario, rechaza y condena las declaraciones alevosas de los gobernantes que el 30 de agosto manifestaron:

Quienes quieren promover invasiones entorpecen la gestión del Gobierno y esto podría redundar en que sean investigados por parte de las autoridades.

Como Gobierno estamos dispuestos a saldar la deuda histórica que existe en Colombia con quienes quieran acceder, mediante el diálogo, pero no con la violencia a este proceso de democratización de la propiedad.

Las personas que promuevan este tipo de actos se alejan de los objetivos que el presidente de la República ha planteado para el acceso a estos predio.

Pero no les bastó declararlos enemigos y amenazarlos con judicializarlos como lo habría hecho cualquier Uri-Duque. A renglón seguido, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, lanza su sentencia como lo hubiera hecho cualquier chafarote:

Son prácticas inaceptables para este Gobierno, de tal manera que las fuerzas de Policía deben actuar para impedir la ocupación de esos terrenos y dentro de las 48 horas siguientes como lo consagra la ley tomar todas las medidas y acciones necesarias para desalojar.

Alentados por las declaraciones presidenciales, siniestros personajes como José Félix Lafaurie, representante de la mafia y el paramilitarismo, anuncian pública y descaradamente su pretensión de conformar nuevos grupos de asesinos a sueldo, ahora con el nombre de “grupos de reacción solidaria” con el supuesto de defender a los ganaderos. Ver en la revista Semana “No estoy pidiendo permiso”.

Los comunistas respaldan la justa lucha de los hermanos campesinos e indígenas y sus legítimas aspiraciones expresadas, tanto en el Comunicado a la opinión publica emitido por el Coordinador Nacional Agrario de Colombia (CNA) donde se afirma:

Aclaramos al Gobierno Nacional que no somos los invasores, estamos recuperando la tierra como parte de lo que nos han robado durante décadas los terratenientes criollos y el capital transnacional, y que ningún gobierno ha hecho gestiones para impedirlo. Por lo tanto, nos toca hacerlo por nuestros propios medios, aunque nos cueste la vida y la libertad.

Nuestras recuperaciones están dirigidas contra las grandes apropiaciones legalizadas por el Estado a favor de la clase dominante y en detrimento del derecho colectivo de las y los colombianos. Están enfocadas en la protección ambiental, conservar los nichos de vida, incentivar la producción de alimentos, sustituir los cultivos de uso ilícito por producción de comida para Colombia y ponerle un freno a la acumulación de grandes extensiones de tierra en manos de monopolios.

Igualmente, los comunistas se solidarizan con las declaraciones de los representantes de Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) donde le aclaran al gobierno que están recuperando las tierras que les fueron usurpadas y llevando a cabo las acciones para hacer cumplir los compromisos adquiridos desde gobiernos anteriores.

Son legítimas las acciones de las comunidades indígenas y campesinas en defensa de sus derechos y reclamaciones, que han sido burlados por los distintos gobernantes y las clases dominantes. Su disposición de lucha solo demuestra que el pueblo no quiere y no está dispuesto a seguir viviendo como antes, a la vez que es una manifestación de hacer cumplir las promesas de cambio hechas en campaña.

Pero lo más importante de las acciones recientes de las comunidades indígenas y campesinas en distintas regiones del país, es que indican el camino correcto para alcanzar sus metas y hacer realidad sus sueños: con la unidad, la organización, la movilización y la lucha, desde abajo y sin esperar pasivamente soluciones desde arriba. Como se plantea en el Programa Inmediato propuesto por la Unión Obrera Comunista (mlm) tales como: ¡Reparación real a las víctimas de la guerra!, cumplir los acuerdos firmados y las exigencias especiales de los pueblos indígenas, comunidades negras y demás etnias, entre otros.

Tal es el camino correcto para enfrentar a los expropiadores y despojadores que no están dispuesto a ceder y el único que contribuye a preparar al pueblo trabajador para llevar a cabo las grandes transformaciones que necesita la sociedad colombiana: abolir la propiedad privada sobre los grandes medios de producción y la explotación de unos hombres por otros.

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