
Néstor Morales, director de Blu Radio, puso en duda el origen de los cadáveres encontrados en La Escombrera de Medellín al preguntarle sin ningún tipo de vergüenza a su entrevistado lo siguiente: «¿Usted podría jurar, asegurar que esas personas encontradas en La Escombrera no fueron enterradas ahí por sus familiares?». De forma muy inteligente el entrevistado le respondió: «¿Tú me estás diciendo que posiblemente un familiar fue, cogió los restos de sus hijos y los enterró en un lugar de la ciudad?».
La pregunta de este periodista, representante de los intereses de la mafia uribista, llevaba una alta carga de negacionismo de los hechos de violencia que ocurrieron en La Escombrera, Comuna 13 de Medellín, en la que fueron enterrados más de 500 cuerpos por parte de grupos guerrilleros y paramilitares, estos últimos, trabajando para la mafia uribista en la terrorista Operación Orión en octubre 16 y 17 de 2002, sumado a otros 11 operativos militares -y paramilitares- ocurridos ese año en la misma Comuna.
Las mamás -o las «cuchas»- que sufrieron el flagelo de la desaparición forzada de sus hijos siempre denunciaron que, en ese sitio, bajo la tierra y los escombros, se encontraban los cuerpos inertes de sus hijos. Sin embargo, el régimen mafioso y paramilitar de Uribe y sus alfiles, siempre lograron entorpecer las búsquedas efectivas para encontrar lo que finalmente vino a encontrar la JEP en diciembre del año pasado: restos humanos de diferentes personas que fueron enterradas en la fosa común a cielo abierto más grande del mundo. Por lo tanto, el pueblo lo dice con todo el ímpetu y lo pintan en las paredes con toda la rabia que esto genera: «Las cuchas tienen razón» y no los voceros del Estado terrorista que acabó con las vidas de sus hijos.
Las afirmaciones de Néstor Morales -cuñado del expresidente uribista Iván Duque Márquez- camufladas en una pregunta venenosa, son una declaración de guerra contra el pueblo que sufre las consecuencias de la violencia reaccionaria que ejercen las clases explotadoras y opresoras por medio de ejércitos legales e ilegales. Esto sólo demuestra una vez más, que los medios de comunicación tienen sello de clase y que en manos de la burguesía y los terratenientes sirven para amplificar su podrida ideología que, como en este caso, invitan a blanquear las manos untadas de sangre obrera y campesina de los verdugos del pueblo, tratando de sembrar la duda sobre lo indudable: el régimen mafioso de Uribe dio la orden a las fuerzas armadas estatales y paramilitares de asesinar a cientos de personas del pueblo, incluso miles durante su hegemonía, para acrecentar las cifras de su política terrorista de la «Seguridad Democrática» con la excusa de acabar con el «enemigo interno», categoría usada indiscriminadamente contra todos los sectores de las masas populares que luchan contra todas las lacras del capitalismo en diferentes regiones de Colombia.
Néstor Morales es un enemigo declarado del proletariado en Colombia, de las víctimas del pueblo, de los jóvenes y artistas populares. Oponer a su veneno ideológico las ideas revolucionarias que llamen a la organización, la movilización y la lucha directa con independencia de clase.