La Consulta Popular y el camino para conquistar las banderas del pueblo

La Consulta Popular y el camino para conquistar las banderas del pueblo 1

Luego de tres años de gobierno del presidente Petro, para el pueblo debe quedar mucho más claro que el Congreso no es una institución que esté creada para legislar en beneficio de los trabajadores; el permanente saboteo a la aprobación de las reformas y el mantenimiento de los privilegios de los ricos es prueba suficiente de esa verdad.

Por eso, seguir esperando que desde allí se creen o aprueben leyes para el pueblo, es hacer el juego a los explotadores, ya que al seguir sembrando falsas expectativas en esa podrida institución, se descuida y menosprecia el camino por donde realmente se consiguen las metas de los trabajadores. La fuerza transformadora real, está en la movilización de la población para que con el paro se doblegue a esa institución podrida y se vea obligada a legislar, o si fuera el caso, el ejecutivo tomar las medidas para cumplirle a un pueblo insubordinado en las calles.

¿De dónde y por qué surge la Consulta Popular?

El propio Petro tuvo que reconocer el fracaso de su táctica de Acuerdo Nacional, que consistía en lograr un acuerdo con los enemigos del pueblo, para gobernar. Y ese fue el primer gran error de los reformistas, haber confiado más en la falsa benevolencia de los explotadores que en la fuerza del pueblo que esperanzado lo llevó al gobierno. Fueron tres largos años de intentos fallidos suplicándoles de todas las maneras posibles a los reaccionarios que tuvieran consideración con los pobres, que podían seguir siendo ricos pero que compartieran un poco más con el pueblo. Luego de tres años, la realidad golpea en la cara a los reformistas, pero aún así siguen con los ojos cerrados ante el verdadero camino revolucionario, y en lugar de llamar al paro general, se inventaron otro camino donde el pueblo sigue siendo un actor de segunda mano: la Consulta Popular.

Si, de segunda mano porque al pueblo solamente se le va a hacer «una consulta» una encuesta donde responderá preguntas para presentarle… ¡otra vez al Congreso! Un pliego de peticiones, ya no como reformas, sino ahora como preguntas. Y claro, todo este discurso adornado con frases como aquella de que, si se triunfa «el pueblo ha tomado una decisión como constituyente primario».

¿Cuál es el proceso de la Consulta y quién tiene la última palabra?

De todos modos hay que decir es que la Consulta tiene un aspecto positivo a destacar, y es que es un llamado a todo el pueblo a que participe en política, recordándole que como pueblo tiene una fuerza que debe ser utilizada para conseguir sus objetivos; pero para el caso de la Consulta, por ser un mecanismo del Estado, es una herramienta recortada de la democracia porque está condicionado por la misma ley, pues al final es el Congreso junto con la Corte Constitucional, los que tendrán la última palabra, tanto en la aprobación de las preguntas, como en la aprobación del resultado, ya que cualquier pregunta puede ser considerada «inconstitucional» así haya ganado el «si».

¿Qué deben hacer los trabajadores ante este camino propuesto por los reformistas?

  1. Exigir que en las preguntas de la Consulta estén contenidas las más importantes medidas que la población necesita. La UOC (mlm) las ha dejado claras en la carta abierta al presidente Petro, en el editorial del 3 de abril de este año.
  2. Ir más allá de la recortada táctica reformista, ya que el pueblo no debe ser solo «encuestado», las masas del campo y la ciudad deben tomar en sus propias manos la conquista de sus reivindicaciones. Los señores del Pacto Histórico están creando por todo el país Comités para la Consulta Popular, que además los están convirtiendo en Comités para organizar la Campaña electoral del 2026. Pero lo que el pueblo necesita no son «Comités pro-consulta». El pueblo lo que necesita son órganos de poder directo, Asambleas Populares que no estén limitadas a la Consulta y al propósito electoral, sino instituciones de poder, organización y movilización directa de las masas, fuerzas que realmente siembren temor en los enemigos del pueblo.
  3. Sea cual sea el listado de las preguntas aprobadas en la Consulta Popular, mantener una plataforma independiente aprobada de manera asamblearia y que contenga las reivindicaciones, que desde la UOC (mlm) ha resumido en el Programa Inmediato.
  4. Sea cual sea el resultado de la Consulta, la conquista de las exigencias del pueblo expresadas en las Asambleas, o la implementación de lo que gane en la Consulta, no puede quedar dependiendo de lo que diga el Congreso ni la Corte Constitucional. Es el pueblo, en las calles, con la movilización permanente, con el arma del paro de la producción, lo que reamente es decisivo, tanto para crear leyes como para hacerlas cumplir.
  5. Los revolucionarios, sean petristas o no, se deben unir en este propósito común de organizar de manera asamblearia a la población, no puede limitarse la táctica a la preparación de las elecciones, tampoco se trata de convertir el camino electoral en un tema de controversia antagónica. Lo correcto es que se reconozca que lo decisivo para triunfar está en la fuerza directa y movilizada, y eso se materializa hoy en las Asambleas Populares; acordado eso, los que quieran participar en las elecciones están en libertad de hacerlo sin tener por qué ser criticados y quienes no lo vean como una opción, tampoco deben ser estigmatizados.
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