Este 11 de septiembre se anunció la muerte del ex dictador anticomunista y contrarrevolucionario peruano Alberto Fujimori (1938-2024), el cual gobernó Perú entre 1990 a 2000. El gobierno de la golpista Dina Boluarte declaró duelo nacional de tres días.
¿Quién fue Alberto Fujimori?
El «chino», como era conocido popularmente, nació en el seno de una familia de clase media. Sus padres emigraron desde Japón en busca de mejores oportunidades. Ingeniero agrónomo de profesión, luego se involucró en la política. Se lanzó como candidato presidencial en las elecciones de 1990 por el partido Cambio 90. Luego de haber obtenido el 29.9% de los votos en la primera vuelta, se enfrentó en la segunda vuelta al afamado escritor Mario Vargas Llosa, que se presentó por el Frente Democrático (Fredemo). Fujimori venció en la segunda vuelta a Vargas Llosa al obtener el 62.32% de los votos.
Antes de continuar hablando sobre el papel contrarrevolucionario de Fujimori, es importante mencionar la culpabilidad de la izquierda reformista peruana en el triunfo electoral de este. La coalición electoral de la izquierda reformista peruana de aquella época, llamada «Izquierda Unida» (una clase de Pacto Histórico), estaba conformada por el Partido Comunista Peruano, el Partido Comunista del Perú (Patria Roja), el Partido Socialista Revolucionario, UNIR, entre otras fuerzas políticas, que anunció su apoyo electoral a Fujimori con el objetivo de «parar a la ultraderecha», en este caso representada por Vargas Llosa. Esto es muestra de la teoría oportunista del mal menor, tan común entre estas fuerzas políticas, que consiste en que hay que apoyar la opción «menos peor» (Fujimori) con tal de evitar la «más peor» (Vargas Llosa). Pero, como veremos, lo que ocurrió fue lo contrario.
El «Plan Verde»
La política de fondo del gobierno de Fujimori consistía en la aplicación de una operación militar de carácter clandestino encabezada por miembros de las Fuerzas Armadas del Perú, establecida en un documento redactado en 1989 y compuesto por tres tomos titulado «Plan para un Gobierno de Reconstrucción Nacional» o «Plan Verde». Tal plan contemplaba dar un golpe de Estado contra el presidente de ese entonces Alan García, pero se desestimó debido a la falta de apoyo de Estados Unidos y porque veían en el candidato presidencial liberal, Mario Vargas Llosa, el candidato perfecto para llevar a cabo el plan. Al final, debido al triunfo de Fujimori en las elecciones de 1990 y la cercanía de este con el ex oficial de inteligencia peruano y colaborador de la CIA, Vladimiro Montesinos, el gobierno de Estados Unidos le dio apoyo a Fujimori, y el «chino» terminó siendo el encargado de aplicar el «Plan Verde» iniciado con el «Fujishock» y su autogolpe en 1992.
Los objetivos de ese plan eran: implementar una política de lucha antisubversiva (especialmente contra el Partido Comunista del Perú – PCP), aplicar medidas antipopulares y antiobreras de corte «neoliberal» orientadas por el FMI, control de los medios de comunicación, exterminio de la población considerada vulnerable y que era vista como una carga para el Estado peruano (es decir, de las masas empobrecidas del Perú), asesinato o captura de dirigentes políticos comunistas, de izquierda, sindicales o populares, establecer un gobierno cívico-militar, entre otras medidas. Según estos militares y civiles reaccionarios, con esas medidas iban a «llevar al País al Siglo XXI»[1]. Ese plan posteriormente fue sacado a la luz pública después del autogolpe en 1992[2].
En otras palabras, era un plan anticomunista y contrarrevolucionario destinado a parar el avance de la guerra popular en el Perú que se libraba en ese momento dirigida por el PCP y, de paso, aplicar medidas de ajuste contra la clase obrera y el pueblo peruano.
El «Fujimorato» y sus crímenes contra el pueblo
Fue así que, al inicio de su gobierno, conocido mediáticamente como el «Fujimorato», como primera medida fue la aplicación de un plan de ajuste económico conocido como el «Fujishock», el cual consistió en: aumento del pago de la deuda, liberación de los precios, cambio de moneda, privatización de empresas estatales, reducción drástica de subsidios sociales, reducción de restricciones a la inversión extranjera, importaciones y del capital, entre otras. Esta política anti obrera y antipopular representó un choque contra el pueblo trabajador peruano que se evidenció en la devaluación de sus salarios, despidos masivos, reducción de la actividad sindical, precarización del trabajo, aumento del empleo informal y de la desigualdad social, etc.
Continuando con el plan contrarrevolucionario, el 5 de abril de 1992, Fujimori anunció por televisión nacional el autogolpe de Estado, mediante el Decreto Ley No. 25.418, llamado Ley de Bases del Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional. Con esta ley disolvió el Congreso Nacional, el Consejo Nacional de la Magistratura y el Tribunal de Garantías Constitucionales. Al tiempo, las fuerzas armadas tomaban control de varias partes del país, asaltaban las sedes de los partidos opositores y ocupaban las instituciones del Estado. A su vez, anunciaba un «Congreso Constituyente Democrático» encargado de sancionar una nueva Constitución, la cual fue aprobada en un referéndum en 1993 y que desde entonces rige el país andino.
En 1996, bajo el segundo mandato del gobierno de Fujimori, cumpliendo con uno de los puntos del «Plan Verde» sobre el exterminio y control de las masas empobrecidas, se inició el llamado «Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar», que no era más que una forma de limpieza étnica, un genocidio eugenésico contra la población indígena y pobre del país. Este plan de «control demográfico» contó con el apoyo de la ONG norteamericana USAID, de la ONG japonesa Fundación Nippon y del Fondo de Población de las Naciones Unidas. A su vez, esta era una estrategia contrainsurgente con el fin de separar al pez del agua, es decir, reducir la población pobre que en últimas era la base social del PCP, pues se consideraba que había que controlar los cuerpos de las mujeres pobres ya que se veían como «fuentes de pobreza y semillas de grupos subversivos».
Las esterilizaciones fueron llevadas a cabo mediante campañas, muchas mujeres fueron sometidas bajo las intimidaciones, amenazas o sobornos para que se sometieran a la esterilización, la única condición para someterse al plan eugenésico era ser parte de una población pobre o marginada. Incluso, se utilizaba el engaño para someter a las mujeres a la esterilización, prometiéndoles que eso sería solo por 10 años y después se revertía el proceso por lo que podrían volver a tener hijos. En una entrevista a Santiago Cortoricón, alcalde por esos años del Valle del Tambo, y que fue publicada en el Informe final de la Comisión Especial sobre Actividades de Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria (AQV), se relata cómo el PCP le anunció a la población de esa zona la realidad detrás de esas campañas de esterilizaciones, incluso llegando a usar la violencia revolucionaria para sacar a las brigadas médicas que iban acompañadas por las fuerzas militares:
Periodista: ¿Cómo te enteraste que las castraciones, como tú las llamas, no serían por 10 años?
Cortoricón: Así se corrió la voz. La verdad es que la voz no se corrió, lo que sucedió es que Sendero peinó la zona diciéndole a las comunidades lo que realmente se les estaba haciendo, y fue el mismo Sendero que amenazó a las brigadas en octubre de 1998 para que no regresen por estas zonas. Al llegar esta noticia a la DISA Junín [Dirección de Salud del Departamento de Junín] esta solicitó ayuda a las Fuerzas Armadas, entonces las brigadas partieron con protección militar hacia la zona del Ene, pero la población no respondió a sus promotores de salud y la presión fue rebatida en un enfrentamiento entre Sendero y las brigadas médico-militares, no se reportaron víctimas, pero sí se tomaron represalias[3].
Durante 1996 a 2001, cerca de 270.000 mujeres fueron esterilizadas mediante la ligadura de trompas. Incluso, 22.000 hombres también fueron esterilizados. De estos casos, más de 2.000 mujeres han denunciado que su esterilización no fue consentida, sino forzada. Hasta el día de hoy siguen exigiendo justicia[4].
La esencia del gobierno de Fujimori era la aniquilación de la insurgencia, en especial contra el PCP, que para ese entonces estaba en su apogeo político y militar, y en menor medida contra la organización guevarista Movimiento Revolucionario Túpac Amarú (MRTA). Hubo un cambio en el uso de la estrategia antisubversiva, se dio paso a la represión abierta no solo contra las insurgencias revolucionarias, sino contra todo el movimiento obrero, campesino y popular del Perú. Entre las prácticas se encontraba el secuestro sistemático contra dirigentes políticos y populares, y contra periodistas e intelectuales críticos.
A su vez, se fomentó la creación de grupos paramilitares como el llamado «Grupo Colina», un grupo de inteligencia y escuadrón de la muerte, financiado por el gobierno de Fujimori mediante el desvío de fondos públicos. Este grupo paramilitar fue culpable de numerosos asesinatos y masacres, siendo las más renombradas la masacre de Barrios Altos en 1991, donde fueron asesinadas 15 personas, incluyendo un niño de 8 años, y la masacre de La Cantuta en 1992, en la que fueron desaparecidos y posteriormente asesinados nueve estudiantes y un profesor universitario vinculados a la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. En ambos casos las víctimas fueron acusadas falsamente de ser integrantes de «Sendero Luminoso»[5].
Igualmente, desde el gobierno Fujimori se impulsó y se fortalecieron grupos paramilitares rurales llamados «Comités de Autodefensa» o más conocidos como las «Rondas Campesinas», encargadas de realizar operaciones militares conjuntas con las Fuerzas Armadas en contra de las organizaciones revolucionarias. Cabe mencionar que el derrocado presidente peruano Pedro Castillo, que se ganó la simpatía de la izquierda reformista mundial, en su época como maestro rural fue integrante de esos grupos anticomunistas y contrarrevolucionarios en la región de Cajamarca[6].
En 1995, en su segundo mandato, Fujimori emitió la Ley de Amnistía, la cual le concedía la amnistía para todos los delitos cometidos en la «lucha antisubversiva». Lo que daba constancia legal a la violencia reaccionaria sistemática y todo tipo de violación contra los DDHH. Esta ley fue derogada en 2001.
El PCP contra la dictadura anticomunista de Fujimori
Como habíamos mencionado, para el momento en que Fujimori llega al poder, el PCP estaba en su apogeo político y militar. Según el Partido, entre 1980 hasta 1989, ya se habían realizado más de 100.000 acciones militares, y se habían cumplido tres Planes Político-Militares (Plan de Inicio, Plan de Desplegar y Plan de Conquistar Bases), se anunciaba el inicio de la III Campaña dentro del «Gran Plan de Desarrollar Bases en función de Conquistar el Poder en todo el país»[7]. En el documento ¡Que el Equilibrio Estratégico remezca más el País!, de noviembre de 1991, el PCP hacia un análisis de los inicios del gobierno de Fujimori, al cual señalaban correctamente como representante de la gran burguesía peruana, agente del imperialismo yankee y que había dado inicio a una estrategia de guerra de baja intensidad. Allí se anunciaba que la guerra popular había entrado en una nueva etapa, la de «equilibrio estratégico», o sea, de lucha más frontal contra las instituciones y las fuerzas armadas del Estado, así lo describían los camaradas peruanos en todos sus aspectos:
Desde el punto de vista del Nuevo Poder: al comenzar el Plan de Iniciar teníamos Bases, pasamos a Comités Populares Abiertos y ahora hemos llegado a Comités de Lucha Popular, primera forma de Poder en ciudad. Así desde el punto de vista del Poder hemos logrado un gran salto; ¿cuál es nuestra perspectiva?, la República Popular del Perú.
Desde el punto de vista del desarrollo de la guerra popular, nos hemos desenvuelto así: de guerra de guerrillas a guerra de movimientos (con cuatro hitos) y hemos entrado a equilibrio estratégico. En consecuencia, el derrotero seguido y concretado, en el Plan de Impulsar y sus tres campañas, en cuanto a guerra popular, ha alcanzado el equilibrio estratégico y entrado a impulsar preparativos de la insurrección en ciudades.
En cuanto a la construcción, el Plan de Impulsar ha plasmado el Plan Estratégico de Construcción; y, se aplica como plan piloto siguiendo la estrategia de construcción: ¡Construir la conquista del Poder en medio de la guerra popular!
En el trabajo de masas, el Plan de Impulsar ha generado salto en la incorporación de masas a la guerra popular, particularmente en la ciudad: lo que está produciéndose con mayor intensidad en la III Campaña, abriendo amplia perspectiva al frente único de la revolución[8].
Sin embargo, el 12 de septiembre de 1992, el Presidente Gonzalo, principal dirigente del PCP[9], fue capturado junto a las otras miembros del Comité Central del Partido: Elena Iparaguirre, Laura Zambrano y María Pantoja, y la militante Maritza Garrido-Lecca. Este duro golpe contra la principal dirección de la revolución peruana fue acompañado de la más fuerte represión militar contra el Ejército Guerrillero Popular, y de la militancia maoísta que actuaba en los campos, ciudades y cárceles del Perú.
El Presidente Gonzalo fue presentado como un trofeo de victoria del gobierno Fujimori, es recordada su presentación ante los medios de comunicación burgueses vestido con traje a rayas, en una representación estereotipada y novelesca de los presos, ya que en Perú no se les obliga a utilizar uniforme. Aun así, el Presidente Gonzalo aprovechó la ocasión para enviar un mensaje revolucionario a los combatientes comunistas, al pueblo peruano y a los revolucionarios de todo el mundo. Un poderoso y fogoso discurso conocido como El discurso desde la Jaula[10], en donde llamaba a proseguir por el camino de la guerra popular.
La guerra popular continuaría su curso, el gobierno Fujimori de mano del corrupto contrarrevolucionario Vladimiro Montesinos buscaría dividir el PCP mediante los supuestos acuerdos de paz entre el Presidente Gonzalo y su gobierno. En el seno del Partido se presentó una lucha de dos líneas, donde una Línea Oportunista de Derecha (LOD) llamaba a luchar por un Acuerdo de Paz en contra de otra línea que proclamaba ese llamado como una patraña y planteaba la necesidad de continuar la guerra popular y exigir la liberación y mantener con vida al Presidente Gonzalo. Pero no es nuestro objetivo entrar a discutir aquí sobre la lucha interna dentro del PCP y el transcurso posterior de la guerra popular en el Perú luego de la captura de Gonzalo.
Fin del gobierno de Fujimori y muerte de un contrarrevolucionario
En medio de escándalos por los casos de corrupción, violación de DDHH y crisis política, Fujimori, que acababa de ganar su tercer mandato presidencial en el año 2000, en unas elecciones fraudulentas, escapa de Perú hacia Japón, en donde anuncia que dimite como presidente y anuncia la convocatoria a nuevas elecciones. En 2005 se traslada a Chile, de donde es extraditado a Perú en 2007 para ser juzgado. La Corte Suprema de Justicia del Perú le impone condenas por diversos crímenes: 6 años de prisión por los cargos de corrupción, compra ilegal de medios de comunicación y espionaje; y 25 años de prisión por la violación de los DDHH, en especial por los casos de Barrios Altos y La Cantuta[11]. Es encarcelado con comodidades en Lima. En 2017, el presidente de ese entonces Pedro Pablo Kuczynski inicia un proceso para indultar a Fujimori, el cual fue concedido en 2023.
Al final, el ex dictador anticomunista fallece este 11 de septiembre de 2024 a sus 86 años, se trunca de esta manera su deseo de ser candidato presidencial, ya que había anunciado sus intenciones para ser candidato por el partido Fuerza Popular en las elecciones generales del 2026.
Adenda
Que cada clase llore a sus muertos. Los representantes políticos y mediáticos de lo más reaccionario de las clases dominantes lamentan la muerte de Fujimori. En cambio, los comunistas, los trabajadores y los pueblos del mundo, lo único que lamentamos es que Fujimori haya muerto por causas naturales, en su casa, rodeado de sus familiares, en la impunidad total, y no siendo juzgado por un tribunal popular pagando sus crímenes, luego del triunfo de la revolución proletaria en el Perú.
Como parte de esos casos curiosos de la historia: Fujimori fallece el mismo día y con la misma edad que el Presidente Gonzalo, que murió un 11 de septiembre de 2021. La diferencia es que la muerte del primero pesa menos que una pluma, ya que su vida estuvo al servicio de los explotadores, opresores y la reacción; la muerte del segundo, pesa más que una montaña, ya que su vida estuvo al servicio de los explotados, oprimidos y de la revolución. El primero murió en total impunidad, el segundo murió (o fue asesinado) en prisión. El 11 de septiembre será el día en que los reaccionarios recuerden a Fujimori; y ese mismo día, los revolucionarios y oprimidos del mundo recordaremos al Presidente Gonzalo.
[1] Véase: Fernando Rospigliosi. “Las Fuerzas Armadas y el 5 de abril. La percepción de la amenaza subversiva como una motivación golpista”. Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 1996. Disponible en la web: https://repositorio.iep.org.pe/server/api/core/bitstreams/3ea3beba-bf5e-4414-9217-a8084cef3627/content
[2] La revista Oiga fue de las primeras en informar sobre ese plan en su edición número 647 del 12 de junio de 1993. Disponible en la web: https://es.scribd.com/embeds/310286817/content
[3] Informe final de la Comisión Especial sobre Actividades de Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria (AQV), julio de 2002, p. 78. Disponible en la web: https://1996pnsrpf2000.wordpress.com/wp-content/uploads/2011/07/informe-final-comision-especial-aqv.pdf
[4] Véase: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56243650
[5] Véase: https://www.infobae.com/peru/2024/09/11/las-matanzas-de-barrios-altos-y-la-cantuta-la-historia-detras-de-los-crimenes-por-los-que-fue-condenado-alberto-fujimori/
[6] Véase: https://www.elespectador.com/mundo/america/quienes-son-los-ronderos-la-patrulla-comunitaria-de-la-que-hizo-parte-pedro-castillo/
[7] Partido Comunista del Perú. Elecciones, ¡No! Guerra Popular, ¡Sí! Mayo de 1990. Disponible en la web: http://www.pagina-libre.org/MPP-A/Textos/PCP1990/Elecciones_4.html
[8] Partido Comunista del Perú. ¡Que el equilibrio estratégico remezca más el país!, agosto de 1991. Disponible en la web: http://www.pagina-libre.org/MPP-A/Textos/PCP1991/Equilibrio_1.html
[9] Pueden leer sobre la vida del Presidente Gonzalo aquí: https://revolucionobrera.com/efemerides/gonzalo-5/
[10] Puede leerse aquí: https://revolucionobrera.com/internacional/mci/gonzalo-4/
[11] Véase: https://www.bbc.com/mundo/america_latina/2009/09/090930_1752_nueva_condena_fujimori_irm
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