El gobierno del reformista Gabriel Boric en Chile, rápidamente empezó a demostrar que a pesar de sus intenciones o de su discurso de “cambio”, de “democracia para todos” y demás basura reformista, ejecutó el terrorismo estatal contra el grupo de luchadores populares que se reúnen todos los viernes en la Plaza de la Dignidad en Santiago, para exigir la liberación inmediata de los presos políticos encarcelados por el régimen de Piñera, desde que inició el estallido social en 2019.
Boric, el presidente más joven en la historia del Estado burgués chileno, actúa como cualquier gobernante cavernario ejecutor de la dictadura burguesa contra el pueblo desarmado y lo demostró el pasado viernes 18 de marzo, cuando dio la orden a los Carabineros de reprimir una significativa manifestación de hombres y mujeres de diferentes edades que exigen libertad para los luchadores encarcelados.
Boric, sólo está cumpliendo lo que se comprometió, cuando dijo que los que se reúnen en la “Plaza Italia” -ya no la llama “Plaza Dignidad” como cuando estaba en campaña politiquera- se reúnen para desarrollar «actividades delictuales que se realizan los viernes» y para controlarlas, ordenó al asesino Director General de Carabineros, General Yáñez, que controlara la situación, pues, dijo, «no entiendo… por qué hasta el día de hoy se permite actuar con tanta libertad a quienes evidentemente están realizando destrozos de ese tipo». A eso se comprometió Boric ¡y lo está cumpliendo a rajatabla!
¡Liberar, liberar, a los presos por luchar!, se escuchaba con energía en las calles de Santiago, mientras los chorros de agua, los bolillazos y detenciones iban y venían por parte de la Policía. Boric actúa como la bota izquierda del capital con que las clases dominantes aplastan a las masas populares. Boric está encargado de administrar los negocios de la burguesía en Chile por estos años, y se encargará de hacerlo ejecutando la dictadura de clase burguesa contra el pueblo, que de a poco se quitará la venda que los reformistas han puesto sobre sus ojos, para que no vean el verdadero carácter que tiene una presidencia reformista en un Estado capitalista, la cual es la mejor envoltura democrática de la brutal dictadura burguesa.
El pueblo colombiano debe aprender de lo que está sucediendo en Chile, pues no será nada diferente de lo que puede pasar si las clases dominantes nombran a Gustavo Petro como presidente en las próximas elecciones. ¡Más de lo mismo! Como ya lo están sufriendo las masas chilenas, o españolas, sólo por nombrar dos ejemplos. Pues el Estado, es en realidad una máquina de opresión y dominio al servicio de las clases dominantes dueñas de los medios de producción, mientras esta clase siga dominando económicamente, lo hará políticamente independiente de quien sea el presidente de turno.
Se necesita con urgencia la organización independiente y revolucionaria de la clase obrera en sus Partidos políticos de vanguardia y en la Nueva Internacional Comunista basada en el mlm, que dirija la lucha directa de las masas contra el poder político y económico de las clases reaccionarias que envían a los gobernantes de turno, así sean reformistas, a aplastar la rebeldía popular con todo el peso de la represión y la ley del Estado burgués.