El Estado burgués salva a Avianca mientras el pueblo sufre desempleo, enfermedades y ruina

El Estado burgués salva a Avianca mientras el pueblo sufre desempleo, enfermedades y ruina 1

El Estado de los ricos, hoy en cabeza del régimen uribista de Duque, le lanzó un salvavidas de 370 millones de dólares a los dueños de Avianca, empresa que se encuentra en quiebra, acudiendo al FOME (Fondo de Mitigación de Emergencias), fondo creado para atender las necesidades de los capitalistas en medio de la emergencia generada por la COVID-19; el podrido Estado burgués-terrateniente está al servicio de los monopolios, ese es su carácter de clase: salva a los dueños del capital en épocas de dificultades recargando sobre el lomo de las clases trabajadoras los efectos de la crisis capitalista.

La ayuda que lanza el régimen uribista a esta aerolínea, también tiene que ver con que la hermana del sub-presidente Duque es una alta ejecutiva en dicha empresa; pero además con que la operación aérea no puede paralizarse, pues es la principal forma en que salen los narcóticos del país, que son el principal combustible de su régimen mafioso y de la economía del país, razón por la cual no cerraron los aeropuertos a tiempo y aún hoy, están disfrazando muchos vuelos de “humanitarios”.

Esta “ayuda” es hasta ilegal si se acude al formalismo del derecho burgués, pues los recursos del FOME, deben ser utilizados para atender necesidades creadas por la pandemia y la bancarrota de la aerolínea venía desde mucho antes de la declaratoria de la misma. Avianca ya se había acogido a la ley de bancarrota en 2003 de la que medio levantó cabeza en 2004; de nuevo en 2017 sufre otra crisis económica, en mayo de 2019 sale el antiobrero Efromovich de la dirección y la empresa es tomada por United y Kingsland; para finales de 2019 vuelve a acentuarse su crisis y en mayo de este año se acogió en Estados Unidos a la ley de quiebras por segunda vez en su historia, y para supuestamente ser salvada necesita en total 2000 millones de dólares.

La medida del régimen uribista no se toma para favorecer al pueblo, pues aunque disfracen el transporte aéreo como un servicio esencial, la gran mayoría de los colombianos nunca han viajado en un avión y cuando logran hacerlo es para ir de vacaciones y pagando las altas tarifas infladas que aerolíneas como Avianca le impone a sus pasajeros. La medida del régimen tiene la clara intención de salvar a los accionistas de una empresa extranjera a costa de usar los recursos que tributa el pueblo.

Es aleccionador para la clase obrera ver cómo interviene el Estado para salvar a Avianca –un monopolio extranjero- con un multimillonario capital, pero se hace el ciego a la hora en que la patronal de dicha empresa aérea viola todos los derechos de los obreros que contrata y sub-contrata en tierra y aire, y que al final son los más afectados con la política burguesa de “ponerse la camiseta” para salvar la empresa, pues son los que trabajan por un porcentaje del salario; en condiciones miserables de horarios y de exposición al virus; y en medio de la más feroz persecución sindical, incluyendo el espionaje ilegal a los directivos del sindicato de pilotos en la pasada huelga. ¡El Estado burgués y el gobierno uribista de Duque son instituciones de clase, no al servicio de toda la sociedad, sino de los grandes capitalistas!

Por arriba, las clases dominantes se enfrentan por obtener los planes de salvamento que el Estado de los ricos le otorga a los monopolios, manifiesto en que las demás aerolíneas ya empezaron a reclamar al régimen uribista el mismo trato que le está dando a Avianca. Se agitan los pequeños propietarios que alzan su voz de protesta también contra el Estado que no les ofrece ayudas y contra el capital financiero que les pone zancadillas para hacerles préstamos que salven sus negocios de la ruina, lo que los acerca cada vez más a las filas e intereses del proletariado. Los micro, pequeños y medianos propietarios (comerciantes, industriales, entre otros) tampoco son del interés de este Estado que les niega ayudas, al igual que lo hace el capital financiero que les pone cientos de trabas para que se puedan endeudar y salvar sus negocios de los que viven sus familias y las familias de los trabajadores que emplean.

La indignación crece entre el proletariado que ve como el Estado de los ricos auxilia a sus centenarios enemigos de clase, mientras crece el desempleo, la superexplotación y la crisis sanitaria que no ha sido resuelta por la burguesía mafiosa que se encuentra hoy en el poder político, porque en sus planes no está satisfacer las necesidades de las masas, sino, cumplir el compromiso existente entre el capital y la burocracia estatal. Las masas exigen que los planes de salvamento que usan multimillonarios presupuestos, se pongan al servicio de la salud, del alza general de salarios, del empleo en condiciones de bioseguridad óptimas y no, que el capital, que es producto del trabajo social, se use para satisfacer las necesidades de un puñado de parásitos capitalistas.

Si los recursos públicos son puestos a disposición del salvamento del capital privado, de los monopolios, entonces la solución inmediata a los problemas del transporte aéreo de equipos médicos, alimentos, pasajeros y demás; como del problema laboral que aqueja a los obreros de dicha aerolínea que a diario son maltratados con rebajas salariales y despidos; es la lucha directa del pueblo que exija mediante la Huelga Política de Masas que el Estado se apropie no solo de la empresa, sino del servicio de transporte aéreo y se convierta en capital público y funcione acorde a las necesidades que impone la pandemia. Si desde el Estado se le va a prestar una cantidad que triplica y más el valor de Avianca sin ninguna garantía de retorno del capital, lo mejor es que pase a manos estatales, pues se demuestra una vez más que el capital monopolista privado es un estorbo, una traba para el desarrollo de la sociedad.

Sin embargo, estatizar bajo el capitalismo, no es una solución de fondo, incluso no garantiza que la situación de transporte o de superexplotación laboral vaya a mejorar para los trabajadores aéreos. La sociedad necesita un cambio de raíz, una transformación radical de la sociedad que destruya desde la base los cimientos del capitalismo y erija sobre sus ruinas el Socialismo, sistema social que pone al mando las necesidades de las masas y no de los monopolios como sucede hoy en día. El multimillonario plan de salvamento de Avianca con recursos del pueblo, muestra no solo la posibilidad sino la necesidad de que los medios de producción, hoy en manos de los capitalistas explotadores, pasen a ser propiedad de la sociedad dirigida por la clase obrera.

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