Condenar el Genocidio de Palestinos en Gaza y, a su vez, elogiar a su financiador histórico es pura hipocresía

Condenar el Genocidio de Palestinos en Gaza y, a su vez, elogiar a su financiador histórico es pura hipocresía 1

Recibimos de un asiduo lector y colaborador de este Portal Digital revolucionario el siguiente artículo que reproducimos en su totalidad. Apenas le hicimos algunas correcciones de digitación, pero el contenido y la forma son fieles al estilo del compañero que lo envió.

Destacamos este tipo de denuncias en medio del predominio del gobierno reformista de Petro, pues demuestra que el pueblo no traga entero, que hay compañeros críticos con lo que hace este gobierno sin querer antagonizar las contradicciones entre los revolucionarios y las masas que aún continúan confiando en el “Gobierno del Cambio”.

Llamamos a nuestros lectores y amigos a que nos envíen sus escritos y también aportes en imagen y video para ser publicados en nuestros medios de propaganda.

Fraternalmente,
Comisión de Agitación y Propaganda UOC (mlm)


“Siento que la familia Obama tiene en sus manos la posibilidad de desenredar el torbellino de violencia en el mundo. Ojalá el progresismo dentro de los demócratas de EE.UU. encuentre el camino de la paz”.

Para cualquier persona esta declaración pasaría como obra de algún miembro de la liga del partido “demócrata” de Estados Unidos; pero no es así, fueron publicadas por el presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, en su cuenta de X.

El “demócrata” Obama que despierta tanta pasión en Gustavo Petro tiene un historial que revela todo lo contrario; veamos algunos casos muy puntuales.

Particularmente en Yemen (al-Awlaki ) este “progresista” se ensañó con el uso de aviones, por las fuerzas armadas estadounidenses y la CIA, no tripulados tipo Predator para matar.

Bajo el gobierno de Obama el ataque con aviones no tripulados se extendió a Yemen, Afganistán, el este de África, Libia, Irán y otros países.

De 2009 a fines de 2015, Barack Obama lanzó 563 ataques por drones, 10 veces más que los 57 ataques de Bush. En Pakistán, Somalia, y Yemen, estos ataques mataron a entre 384 y 807 civiles, y a varios miles de supuestos combatientes enemigos. El primer ataque de Obama en Yemen masacró a 55 personas, entre ellas 21 niños y 12 mujeres.

Igual que ocurre en Gaza, era frecuente encontrar restos de misiles de referencia y fabricación estadounidense.

Un estudio británico del Buró de Periodismo Investigativo (TBIJ) señala que, bajo Obama, hubo 253 ataques de aviones no tripulados hasta comienzos de agosto, y eso solo en Pakistán.

El gobierno estadounidense afirmó, en su momento, que los blancos eran terroristas y que las muertes de civiles son mínimas. Obama dijo en enero de 2012: “Los aviones no tripulados no han producido gran cantidad de bajas civiles”.

De acuerdo con el TBIJ, los ataques de aviones no tripulados estadounidenses mataron al menos a 2.347 personas en Pakistán; 781 de los cuales fueron civiles, de quienes más de 175 eran niños. Pero para Obama (lo dijo textualmente) eso no representa “una gran cantidad” de vidas humanas.

En marzo de 2011, las fuerzas armadas de EE.UU. al mando de Obama, y a solicitud de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, en conjunto con los imperialistas británicos y franceses, lanzaron una guerra aérea masiva contra el régimen de Gadafi en Libia. Lo anunciaron al mundo como una misión “humanitaria”, pero su objetivo verdadero era tomar el control de este país rico en petróleo.

Como consecuencia de esta guerra patrocinada desde el gobierno del “demócrata progresista Obama”, Gadafi fue derrotado y Libia se convirtió en un campo de batalla infernal entre milicias de diferentes caudillos y tendencias yihadistas islámicas. Murieron miles de personas, y 2.44 millones —una tercera parte de la población de Libia— fueron desplazadas o aterrorizadas por los combates.

La beligerancia de Obama por la “paz mundial” no cesó con las atrocidades cometidas por el ejército del país imperialista; en un discurso el 4 de marzo de 2012 ante el AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Estadounidenses Israelíes), Obama dijo: “Los líderes de Irán deben comprender que no tengo una política de contención; tengo una política de impedir que Irán obtenga un arma nuclear. Y como he dejado en claro una y otra vez durante mi presidencia, no dudaré en usar la fuerza cuando sea necesario para defender a Estados Unidos y sus intereses”. Obviamente habla de los intereses imperialistas que se basan en la guerra a quien se oponga a desafiar su política de saqueo de los recursos naturales y a la imposición de gobiernos fieles a sus objetivos expansionistas.

La oposición que Obama manifestó a la guerra en Irak, que seguramente embelesa a Gustavo Petro, se fundamentó en la creencia de que había debilitado la fuerza económica, política y militar de los EE.UU. y con el propósito que tenía de incrementar la guerra en Afganistán.

Ante la ONU, Obama habló el 7 de octubre de 2011 a favor del Estado de Palestina, pero lo hizo con las salvedades y advertencias perentorias y premonitorias que hoy en mundo comprende perfectamente, dijo en esa ocasión: “Estados Unidos ha invertido tanto tiempo y tantos esfuerzos en la construcción de un Estado palestino y en negociaciones que puedan alcanzarlo precisamente porque creemos tan firmemente en las aspiraciones del pueblo palestino”. “Pero que esto se entienda también: el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel es inquebrantable. Nuestra amistad con Israel es profunda y perdurable. Así que creemos que cualquier paz duradera tiene que reconocer los problemas muy reales de seguridad que Israel enfrenta cada día”.

El gobierno imperialista de Estados Unidos desde aproximadamente 1967 viene asistiendo militar y financieramente al Estado sionista de Israel porque es el gendarme leal de sus intereses en Oriente Medio y encaja perfectamente en su proyecto colonialista en la región.

El gobierno de Obama por supuesto participó en el envío de armas letales a Israel que desde octubre 7 de 2023 ha cobrado la vida de más de treinta y ocho mil palestinos en Gaza, en su mayoría niños y mujeres. Las autoridades del Estado de palestina que condecoraron, varios días atrás, con una especial distinción a Gustavo Petro, hoy, después del mensaje en la red social X, deben estar seriamente molestos y avergonzados de esa acción.

Estas y otras actuaciones de Gustavo Petro, además de ser incoherentes con sus públicas y sonadas manifestaciones de condena al genocidio en Gaza, son el producto de una línea de pensamiento y acción que nace de la visión de organización de la sociedad y del Estado en el marco del capitalismo en armonía con los intereses imperialistas que lo han llevado a proponer la candidatura de Obama a la presidencia de Estados Unidos, pensando que esto pondrá fin a los conflictos y contradicciones que hoy enfrenta el planeta.

El Estado no representa los sentimientos, las pasiones o los intereses de los líderes o dirigentes políticos involucrados en el destino de los países. El Estado es la expresión en su máxima concentración de los intereses de una clase que coadyuvado por las instituciones, constitución, leyes, códigos, ministerios, sistema educativo y fuerzas armadas protege el sistema económico imperante, las relaciones de producción y sociales que se derivan y convienen a su funcionamiento.

El presidente de Estados Unidos actual, y el que llegue, representa, porque está completamente involucrado, los intereses de la burguesía imperialista de Estados Unidos que hoy se encuentran en una intensa disputa por la hegemonía mundial, con sus rivales imperialistas rusos y chinos y en esos términos la guerra representa, y siempre ha sido así con intervalos, la opción favorable para sus planes estratégicos.

Gustavo Petro es un reformador del capitalismo que indefectiblemente lo conduce a estar en armonía con uno u otro bloque imperialista o flirtear con los dos a la vez; pero visiblemente inclinado con el gobierno imperialista de Estados Unidos, lo que le permite dormir tranquilo por estar a salvo de un golpe de Estado que pueda ordenar el Pentágono, como ha sido usual en América Latina. Privilegio que no tuvo el presidente progresista, anticapitalista y antimperialista Salvador Allende que, con sus equivocaciones, —una de esas y la más protuberante: la vía pacífica—, desafió al gobierno de Estados Unidos, lo que provocó el golpe de Estado y su posterior asesinato.

El mundo hoy se encuentra, como nunca antes en la historia humana, al límite de una catastrófica tercera guerra mundial que costará inmenso sufrimiento, destrucción y muerte y que únicamente la fuerza organizada y movilizada de los pueblos bajo el liderazgo de los revolucionarios comunistas, podrá contener o aprovechar la debilidad que esta causará a los opresores y explotadores para derribarlos del poder con el objetivo de construir la comunidad mundial socialista que conduzca a la humanidad al comunismo, que ninguna circunstancia histórica ha demostrado que sea imposible.

Los oprimidos y explotados de Colombia deben fundar sus expectativas en sus propias fuerzas y en la conducción de los comunistas, y, no ignorar, como lo están mostrando los hechos, que Gustavo Petro promociona sus reformas en el estrecho marco de las condiciones económicas y legales burguesas que le impone el capitalismo al que no ha renunciado, de tal suerte que en la misma tónica de oportunistas y revisionistas almuerza con dios, cena con el diablo y duerme con cualquiera.

Lucio

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