Pero sobre todo, organízate, pues aunque parezca secundario frente al otro aspecto, es sin duda hoy, el principal para salir de este atolladero en el que nos tiene la costra parásita que gobierna el mundo. Luchar es una necesidad, pero hoy vemos ante nuestros ojos como por doquier se alzan millones de obreros, campesinos, indígenas, comunidades de todas las razas, edades, creencias, nacionalidades, etc. En todos los países millones de hombres y mujeres cumplen con honor el gran cometido de luchar contra tantas aberraciones paridas por este moribundo mundo burgués.
No tienen razón aquellos ciegos y sordos que reniegan con el cuento de que no hay con quien. ¿Acaso no ven las decenas de miles de muertos y un número incontable de mutilados que ha dejado el pueblo en tantas batallas por el pan y la paz, por el techo y la salud, por la tierra y por el jornal…? son tantas las batallas que día a día el pueblo libra contra las injusticias, que es injusto pensar en endilgarles a las masas falta de aspiraciones y les da lo mismo que todo “siga igual”.
Si todo “sigue igual”, es sin titubeos ni rodeos, responsabilidad de personas como las que hoy garabatean estas líneas, por aquellos que se reconocen a sí mismos como revolucionarios, intelectuales, hombres y mujeres que han arañado la ciencia del marxismo y han logrado comprender la esencia del problema que aqueja a la sociedad actual y tiene al planeta al borde de la destrucción, por el apetito voraz de unos cuantos en contra de la inmensa mayoría arrojada a la miseria.
Somos nosotros, quienes hemos estudiado y comprendido la necesidad de la construcción del Partido y la Internacional, los reales responsables de que “todo siga igual”, de dejar escapar las oportunidades para que vuelvan los obreros y campesinos a asumir las riendas de la sociedad. Somos nosotros los que no hemos conseguido, en medio de la agudización de tantas contradicciones, llevar al buen puerto los levantamientos del pueblo destruyendo el Estado capitalista.
Es tiempo de dar el paso al frente, ya no más evasivas. Usted, que un día abrió los ojos y pudo ver en este aparente caos la explicación lógica, comprendiendo el devenir de la humanidad hacia la revolución social, hoy cuando vivimos en la época de la revolución que llevará al final a la emancipación definitiva del anacrónico mundo dividido en clases sociales.
A usted, compañero y camarada, hermano de clase y a la vez hermano de sangre por los ríos derramados por nuestra clase en franca lid. A usted, que hoy se encuentra cerca a los aguerridos obreros del metal en España, o respirando el mismo aire pestilente emanado por la gran industria en China, Singapur o Estados Unidos, o vive a unos cuantos metros de las favelas en Río de Janeiro… A usted hijo de obrero o campesino que un día se vio obligado a salir del país para vender su fuerza de trabajo en otras tierras… A usted amigo de la Unión, que admira la Guerra Popular y se hincha de alegría cada vez que las fuerzas organizadas de los comunistas levantan su voz y su grito de guerra por la revolución… A Usted, hoy va nuestro mensaje.
A usted que en cualquier parte del mundo aún le corre sangre obrera y sueña con ese mundo mejor para todos, hoy lo estamos compulsando a tomar sin dilación su puesto de combate, a volver sus ojos a la organización política y a vincularse a las filas de los comunistas revolucionarios. Nuestras organizaciones hermanas en todas parte del mundo estarán felices de contar con sus talentos, o las filas de la Unión Obrera Comunista (mlm), estarían prestos a contar con usted para sus tareas nacionales e internacionalistas.
Adelante compañero, que las fuerzas comunistas de todo el mundo, se unan en un solo puño para quebrarle el espinazo al imperialismo y todo su mundo de opresión y explotación.
