DERROTAR LA REFORMA TRIBUTARIA ACTUANDO CON INDEPENDENCIA DE CLASE

DERROTAR LA REFORMA TRIBUTARIA ACTUANDO CON INDEPENDENCIA DE CLASE 1Ante las pretensiones del gobierno de imponer su reforma tributaria, los partidos reformistas aprovecharon para capitalizar el descontento general de las masas reuniéndose con los dirigentes de las Centrales Sindicales para convocar jornadas de protesta y un posible paro. Si bien es cierto que el movimiento sindical debe luchar contra la reforma tributaria, es un error que los obreros sindicalizados marchen bajo las banderas de los partidos políticos de la pequeña burguesía, pues ya es vieja la táctica de posar de «revolucionarios» en periodos pre-electorales para ganar el apoyo de las masas y esta vez no es la excepción. La llamada «bancada de la oposición oficial» posa nuevamente de «beligerante» para ganar votos en la farsa electoral del 2019, pues como buenos demócratas burgueses confían en que sus argumentos y denuncias en el establo parlamentario harán entrar en razón a los ricos y así suavizarán su dictadura. Quienes creen en esos supuestos «salvadores» cometen un grave error porque los intereses del proletariado y la burguesía son antagónicos e irreconciliables, el trabajo y el capital nunca podrán convivir en paz porque el capital vive a costa de la superexplotación del trabajo ajeno.

Los obreros en general y la base de las Centrales Sindicales no pueden seguir ciegos e ignorando que las direcciones de las Centrales no representan a los asalariados porque son agentes de los patrones en el movimiento sindical; a ellas no les interesa lanzar a las bases a la confrontación directa contra los patronos y su Estado, pues es conocido por todos que los cargos de dirección en las centrales son trampolines que los catapultan a cargos como el Ministerio del Trabajo, «asesores» presidenciales, alcaldes, gobernadores, congresistas… desde donde se legisla o ejecutan medidas a favor de los capitalistas y en contra de los trabajadores. Además, las direcciones de las centrales responden directamente a los intereses de jefes politiqueros empotrados en puestos burocráticos que gustan perfumar la hedionda dictadura de los ricos para hacerla más «llevadera». El Partido Liberal, Partido Verde, Progresistas, MOIR, Partido Comunista Colombiano (mamerto), PST… son quienes orientan la dirección de las centrales; es decir, las direcciones de las Centrales Sindicales no tienen independencia ideológica, política ni organizativa respecto a la burguesía, al imperialismo y al Estado.

Por eso la convocatoria a las jornadas de protesta y el llamado al paro nacional para el 13 de diciembre por parte de los politiqueros y las direcciones de las Centrales Sindicales no son sinceros. Como se vio en las jornadas de protesta pasadas, esas direcciones solo hacen acto de presencia cuando más; de hecho la CTC no salió el 15 de noviembre y de la CUT y la CGT apenas salieron algunos dirigentes; el grueso de los manifestantes fueron los jóvenes en defensa de la educación superior, en menor cantidad maestros y trabajadores de la justicia, y por supuesto, en algunas ciudades y por iniciativa propia y desde la base, se hicieron presentes otras delegaciones de trabajadores.

Para derrotar la nueva reforma tributaria, conquistar un alza general de salarios y educación para el pueblo, se necesita de la unidad de los obreros del campo y la ciudad, la organización con independencia de clase y de la lucha común de todos los explotados en contra de los parásitos capitalistas y su podrido Estado de dictadura contra el pueblo. Los obreros deben desechar las ilusiones en el Estado y los politiqueros, actuando con independencia, uniéndose como una sola clase en las calles y preparando desde la base el Paro Nacional Indefinido en cada fábrica y cultivo, en cada barrio y vereda.

La victoria es posible y necesaria para que la clase obrera y el pueblo conquisten mejores condiciones para luchar no solo contra los efectos de la explotación capitalista, sino contra su causa más profunda, la propiedad privada sobre los grandes medios de producción. La lucha de resistencia a los capitalistas debe estar unida a la lucha por la sociedad socialista que acabe con la explotación asalariada y garantice los derechos como salud, trabajo, educación y vivienda para todos, así como la libertad real para quienes sostienen la sociedad con su trabajo.

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