Escrito por Ajith en su página, 5 de noviembre 2025
La llamada de la humanidad: El martirio de Basavaraj
(Mensaje enviado a la rueda de prensa de FACAM en Delhi, 3 de noviembre de 2025)
Para eliminar el movimiento maoísta en Bastar y llevar a cabo su plan a largo plazo de desplazar por la fuerza a la población indígena adivasi de esa región, para entregarla a corporaciones indias y extranjeras, el Estado indio ha estado llevando a cabo una brutal campaña de represión conocida como Operación Kagar. Como parte de esta, incluso ha realizado repetidos bombardeos aéreos de aldeas adivasi. Casi la mitad de los muertos allí por el Estado indio en los últimos meses son adivasi, incluidos niños. Varios activistas destacados de derechos humanos habían expresado su grave preocupación por la situación y pidieron al Gobierno de la India, así como a la dirección del partido maoísta, que cesaran el fuego e iniciaran conversaciones. La dirección de ese partido respondió a este llamamiento y declaró unilateralmente un alto el fuego, pidiendo al gobierno que hiciera lo mismo y creara condiciones propicias para las conversaciones. En lugar de responder positivamente a esto, el Estado indio continuó su asesina campaña de represión Rodearon y asesinaron al secretario del PCI (Maoísta), el camarada Basavaraj, y a quienes lo acompañaban. Violando todas las normas, se negaron a entregar los cuerpos de estos camaradas a sus familiares para una cremación digna. Inmediatamente, se llevaron los cuerpos subrepticiamente y los quemaron. Esta fue la vil manera en que el Estado indio reveló su carácter inhumano. Para colmo, un grupo de traidores liderados por la camarilla de Sonu-Rupesh ahora calumnian al camarada Basavaraj de la manera más atroz. Afirman que él apoyaba la rendición. De este modo, se burlan de la heroica resistencia que opusieron el camarada Basavaraj y sus compañeros, a pesar de estar en gran desventaja numérica y enfrentarse a una fuerza muy superior. Esos camaradas eligieron luchar hasta el final. No estaban dispuestos a rendirse. En cambio, cayeron enarbolando la bandera llameante de la revolución, en la verdadera tradición comunista, dando así gloriosos ejemplos de autosacrificio.
Recientemente, Soni Sori, la conocida activista de derechos humanos adivasi, ha planteado algunas preguntas muy relevantes a quienes se rindieron. ¿Significará esto que los adivasis ahora tendrán derecho a su Jal, Jungle y Zameen? ¿Significa esto que el gobierno retirará los campamentos armados de esa región? ¿Significa esto que no se permitirá a las corporaciones extranjeras e indias devastar esa tierra para obtener ganancias? Cualquiera que esté mínimamente familiarizado con las políticas e intereses de los gobernantes de este país conoce las respuestas a estas preguntas. Nada de eso va a suceder. Más bien, el saqueo rapaz de esa región se intensificará. Eso exige lucha, no rendición, por parte de los oprimidos y de quienes los apoyan. Eso exige defender la gloriosa tradición de grandes mártires como el camarada Basavaraj.
