La lucha universitaria debe continuar

La lucha universitaria debe continuar 1
Finalizó el 2018 lleno de movilizaciones por el derecho a la educación en todo el país. Los llamados «líderes estudiantiles» firmaron un acuerdo con el gobierno Duque a espaldas de las bases justo el mismo día en que los terroristas del Esmad dejaron sin un ojo a un joven universitario. La forma inconsulta en que los voceros firmaron el acuerdo con el gobierno dejó un gran inconformismo entre las bases, pues con razón sintieron que no los tuvieron en cuenta a pesar de que durante dos meses se estuvieron movilizando en las calles. Sin embargo, la lucha de los estudiantes debe continuar, con el paro, con las asambleas y movilizaciones constantes, pues a pesar del mal método usado por los «líderes estudiantiles» para firmar los acuerdos con el gobierno uribista, lo decisivo es lo que la gran mayoría decida en cada universidad.

Frente a esto se vislumbran dos caminos: de un lado, existe la posibilidad de continuar la lucha, de conquistar la totalidad de los puntos del pliego de peticiones, de darle una lección a los capitalistas y a su podrido Estado, y de convertir este movimiento en abono para la revolución; de otro lado, los reformistas intentan desviar la lucha del pueblo hacia las urnas electoreras. La democracia burguesa y pequeñoburguesa representada en su “Bancada de la Oposición” busca encauzar la lucha masiva y directa de los estudiantes hacia la consecución de votos que beneficien los intereses del Polo Democrático Alternativo (MOIR, PC Mamerto…), Decentes (petristas), la UP, Verdes, y la Farc entre otros.

Es conocido que los representantes estudiantiles están divididos en dos fuerzas principales. La Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior (Unees) con fuerte influencia de Marcha Patriótica, del Partido Comunista «mamerto», de Congreso de los Pueblos y del Modep, movimientos todos que invitaron a votar por Gustavo Petro en las pasadas elecciones presidenciales; y la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de Educación Superior (Acrees) cercana al Polo y más exactamente al MOIR de Jorge Robledo como Jennifer Pedraza, o Alejandro Palacio cercano al fajardismo de la Alianza Verde, cuyo jefe es el uribista Sergio Fajardo. También hace presencia la Federación Nacional de Representantes Estudiantiles (Fenares), que se codea en el Consejo Nacional de Educación Superior con los representantes del Ministerio de Educación, rectores y los gremios económicos, y que tuvo poco peso en las movilizaciones del año pasado.

Es así como la dirección de ambas organizaciones tiene intereses electorales en la orientación del movimiento universitario. Los jóvenes del pueblo y los dirigentes intermedios honestos deben comprender que no se puede confiar en el Estado de los ricos, ni en su rancia democracia burguesa. La independencia frente al Estado y a los politiqueros en la dirección de la lucha de masas, es una condición indispensable para triunfar y conquistar las reivindicaciones que el pueblo le exige a los dueños del capital. Eso incluye, no solo desconfiar de los dirigentes politiqueros en el movimiento estudiantil por ejemplo, sino también desechar las ilusiones en los tales «mecanismos de participación ciudadana», como el referendo que ya se están inventando para supuestamente garantizar el derecho a la educación, cometiendo el mismo error de confiar en el Estado y sus «mecanismos» que no han servido de nada, como en los casos en que han puesto a votar al pueblo contra la minería o contra la corrupción por ejemplo, pues a pesar de que no pasó por un pequeño margen, prometieron desde el gobierno legislar para hacer efectivas las pretensiones del mismo, pero en realidad, ni una sola ley se aprobó al respecto en el congreso.

Por lo tanto el camino es el de preparar el Paro Nacional Indefinido, agudizando las luchas, vigilando las direcciones que responden a intereses politiqueros, haciendo respetar el método para aprobar las decisiones de forma colectiva y no de manera individual. La lucha por la educación del pueblo sigue vigente en el 2019 al igual que las demás que las masas libran en las calles, como por ejemplo, por salud, vivienda, alza general de salarios, entre otras. Todas estas son importantes en la medida que sirvan para mejorar las condiciones de lucha de los explotados y oprimidos por el capital, lo que les garantiza dar de mejor forma la pelea por acabar con el capitalismo, fuente de todos los males del pueblo colombiano.

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