El gobierno mafioso es el responsable de la muerte de Karina García

El gobierno mafioso es el responsable de la muerte de Karina García 1

El domingo pasado amaneció el país con la noticia de que se había perpetrado una nueva masacre; esta vez ejecutada contra una candidata y su comitiva a la alcaldía del municipio de Suarez en el departamento del Cauca por el Partido Liberal. En el transcurso de la semana se conocieron detalles de la sevicia con la que fue perpetrado el atentado contra el carro donde iba Karina García acompañada de su mamá, los escoltas y un concejal de la región.

El gobierno atribuye la masacre a la columna móvil Jaime Martínez, una disidencia de las Farc, quien a su vez niega la autoría; la propia candidata, en dos videos que se conocieron, hace responsable de su integridad a sus contradictores políticos; en el “control político” realizado en el Congreso el miércoles 4 de septiembre, varios congresistas denunciaron que las tropas del ejército fueron retiradas días antes de Betulia, municipio donde se presentó la masacre, y responsabilizaron al gobierno; el tontarrón Ministro de Defensa, que no sabe dónde está parado, también negó los cargos; además circula en redes un comunicado del Cartel de Sinaloa en el que se responsabiliza de la masacre, hecho que extrañamente apenas si se menciona en la prensa oficial…

En apariencia, “reina la confusión” y a las clases dominantes les interesa que esto siga así. Pero lo cierto es, que quien haya apretado el gatillo e incendiado el carro de Karina García hace parte de una estructura criminal, surgida de un fenómeno económico propio de este sistema capitalista; el cual es el responsable de la ola de violencia actual y de una guerra que desde la década del 80 ha ocasionado centenares de masacres, el desplazamiento de millones de campesinos y el despojo de sus tierras.

En Colombia, el negocio de los psicotrópicos (cultivo, procesamiento y comercio de la coca y marihuana) es un sector de la economía el cual, gracias a la ilegalidad, produce una ganancia extraordinaria que varios sectores de la burguesía se están disputando a sangre y fuego. Actualmente uno de esos sectores de la mafia se encuentra en el poder del Estado con el títere Duque, pero todo el mundo sabe que “El Padrino” es Uribe. Este sector mafioso y paramilitar está utilizando la máquina de opresión que es el Estado para garantizar y afianzar su negocio; siendo esta la causa de que la lucha por el control del negocio adquiera un carácter más reaccionario, y en todas las esferas de la sociedad se vea reflejada la violencia y sevicia contra aquellos que se opongan a su negocio.

Karina García era un mujer joven del Partido Liberal, que según las versiones de la población de la región, tenía perspectiva de ser “elegida” como Alcalde; su programa no tenía nada de diferente del que todos los candidatos en campaña prometen, pues no pretendía ningún cambio de fondo, solo apoyar el sentir de una parte de las masas campesinas por la sustitución de los cultivos ilícitos. Pero tal “osadía” se convirtió para algunos de sus contradictores, los que están vinculados directamente con el negocio, en un peligro; así que no tuvieron ningún problema en utilizar cualquiera de las bandas criminales que están al servicio de los capitalistas y terratenientes de la región.

El proletariado revolucionario condena esta masacre y la guerra reaccionaria; pero se diferencia de quienes frente a esta realidad llaman a seguir clamando al Estado protección, puesto que es una completa ingenuidad esperar del gobierno o del Estado, alguna solución: la mafia en el poder seguirá respaldando los asesinatos, encubriendo las bandas criminales a su servicio, utilizando la fuerza del Ejército y la Policía para reprimir toda forma de protesta, mandando panfletos a nombre de las Águilas Negras para intimidar…

Los obreros conscientes llaman al pueblo a generalizar la lucha revolucionaria en campos y ciudades; a desechar la mentira de la conciliación de clases y de concertación con los enemigos; a actuar con independencia de los politiqueros y del reformismo armado; a fortalecer la guardia indígena, cimarrona y campesina; a ¡No Votar! ni desgastarse en la próxima farsa electoral de octubre, sino a concentrar todos los esfuerzos de las organizaciones obreras, campesinas y populares en preparar y organizar el Paro Nacional Indefinido para frenar con el paro y el combate callejero el terrorismo de Estado. Los comunistas llaman a prepararse para desatar la revolución que acabe para siempre con las causas de la guerra: la propiedad privada sobre los grandes medios de producción y la división de la sociedad en clases sociales.

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