Las mujeres en el poder burgués
Respecto a las mujeres que están o que participan en el poder político del Estado burgués, quiero señalar unos ejemplos de su actuar en la guerra de Israel contra Palestina, uno de ellos fue la resolución presentada por Brasil que estuvo a cargo de la presidencia del Consejo de Seguridad, el pasado 17 de octubre en la que se pedía la revocación de la orden impuesta por Israel a los civiles y al personal de las Naciones Unidas de evacuar todas las zonas al norte de Wadi Gaza y reubicarse en el sur de la franja. Esa resolución S/2023/773 también solicitaba pausas humanitarias que permitieran el suministro de ayuda a los civiles por parte de las agencias de socorro de las Naciones Unidas y sus socios, del Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones, alentando a su vez el establecimiento de corredores humanitarios.
Y es que ya existía una resolución propuesta por Rusia, y al igual que esa, la que presentó Brasil pedía el suministro de servicios esenciales, como electricidad, agua, combustible, alimentos, suministros médicos, con el fin de garantizar que el pueblo palestino no fuera privado de estos servicios indispensables para su supervivencia. Y pese a que la resolución condenó los ataques de Hamás y exigía la liberación de los rehenes israelíes, fue vetada por EEUU. Hay que aclarar que este tipo de resoluciones son aprobadas con 9 votos y además no debe ser vetada por ningún país miembro del consejo de seguridad. Evidentemente el veto que impuso EEUU lo echó por la borda, pero de aquí lo más triste es que fue Linda Thomas representante permanente de Estados Unidos ante el consejo de seguridad, quien justificó el veto de su país, diciendo que el proyecto de resolución no mencionaba el derecho de Israel a defenderse como cualquier otro país, e hipócritamente destacó el supuesto compromiso estadounidense con la diplomacia y citó como prueba de ello la visita del presidente Joe Biden a la región. «Estamos haciendo diplomacia y debemos dejar que la diplomacia haga el trabajo, sobre todo cuando el Secretario General Antonio Gutiérrez, el presidente Biden, y los actores regionales están dialogando sobre los temas que tocamos hoy aquí», agregó.
Claro eso lo dice ella, sin estar en la mitad de esta guerra contra Palestina, sin sufrir el asedio y el bloqueo total anunciado por el Estado sionista de Israel. Las redes obviamente estallaron, sobre todo porque es mujer y es negra, pero compas ser mujer y ser negra, no implica tener posiciones políticas a favor de los pueblos del mundo, ni de los desposeídos, ni de las minorías, esto es una cuestión de poder político, no de patriarcados, ni hombres ni de mujeres, se trata de ejecutar las órdenes de los capitalistas imperialistas y las mujeres en el poder no dudan en hacerlo… de ahí que hay que pensar bien, ¿cuál poder es el que queremos las mujeres, el que ostenta el capitalismo imperialista? O el que construiremos los obreros y campesinos.
Pero si nos vamos al otro lado del charco como se dice popularmente, se escuchan discursos de las mujeres de parte y parte, con mensajes de guerra, pero no la guerra revolucionaria que exige la actual situación de este sistema, sino de la guerra entre poderosos, donde quienes están en medio son los desposeídos sea del lugar que sea. Está vez, fue la diputada Sarwat Fátima de Pakistán quien hizo la siguiente declaración: «Las armas nucleares de Pakistán no son una prueba, exijo que el gobierno use nuestros misiles nucleares como elemento disuasorio y adiciono a los israelíes que si no detienen de bombardear la Franja de Gaza, serán borrados de la faz de la tierra» y claro, uno podría incautamente decir, pues sí bórrelos que por décadas han agredido al pueblo palestino, pero cuando el interés no es el del pueblo, no se piensa en él, y es muy diferente el Estado sionista de Israel, al pueblo israelí, que en su mayoría ha rechazado también, y por años, el ataque a la franja de Gaza.
Otro ejemplo que sinceramente me recuerda a las bufonas del uribismo en Colombia, fue la declaración de la diputada Talli Gotliv miembro (aunque disidente) del partido Likud, del gobernante Benjamín Netanyahu. «¡Este país tiene su dignidad, su fuerza y su seguridad! Es hora de besar el fin del mundo. Disparando potentes misiles sin límite. No arrasar un barrio. Aplastando y aplanando Gaza. De lo contrario no hicimos nada. Tiene que ser con bombas penetrantes ¡sin piedad! ¡sin piedad!».
Luego en otro posteo agregó: «¡Misil Jericó! ¡Misil Jericó! Alerta estratégica. Antes de considerar la introducción de fuerzas. ¡Arma del fin del mundo! Esta es mi opinión. Que Dios conserve todas nuestras fuerzas». Definitivamente las mujeres también representan a una clase, y estas no precisamente nos representan a nosotros.
Y para terminar, con los ejemplos de los comentarios y declaraciones de guerra miremos lo que ha dicho María Fernanda Cabal quien se mostró en desacuerdo con los mensajes del Pacto Histórico sobre el medio oriente, según ella:
«Eso es parte de la estrategia del eje del mal, esa estrategia pretende destruir la ideología judeocristiana, a los que creemos en un dios, tanto de los judíos en su origen con la Torah, como después el desarrollo de lo que es la venida de Jesús y el Evangelio, que al final tenemos en común el antiguo testamento, pero en común tenemos los principios y valores. Intenta destruir la civilización judeocristiana que es la que finalmente derivó en civilización, en la dignificación del ser humano, en límites del Estado para evitar que sea encadenado», sostuvo.
Y entonces, ese supuesto eje del mal busca desestabilizar los países democráticos con movimientos anarquistas, para tomar el poder y enriquecerse. Por eso sostiene que «Gustavo Petro está mostrando que es un alfil de ese matrimonio del Islam con el comunismo, Gustavo Petro está sintiéndolo, a Hamas y todos estos personajes que no tienen un reato, un límite, un freno para decapitar bebés» porque eso es lo único que balbucean cuando hablan de comunismo.
La actuación de las mujeres del pueblo
Pero bueno, en contraposición a estas mujeres poderosas por hacer parte del Estado de los burgueses, terratenientes e imperialistas, están las mujeres poderosas por su valentía, beligerancia, tenacidad y amor a su causa.
Y empecemos por mencionar precisamente esa experiencia de las mujeres luchadoras en Palestina, cuyo compromiso ha estado orgánicamente ligado a la lucha de liberación nacional desde comienzos del siglo XX y pasando rápidamente a la acción. Para 1921 se denunciaron varios incidentes violentos entre árabes y judíos en Jaffa en el que participaron mujeres. En 1929, participaron también nuevos sucesos violentos entre judíos y árabes que se produjeron en el muro occidental —muro de las lamentaciones— así como en Hebrón, lo que se denominó la ‘Revuelta de la Buraq’ y que dejó cerca de 240 muertos, 3.000 detenciones, y la ejecución de tres hombres árabes.
El 26 de octubre de 1929, las mujeres palestinas lanzaron por primera vez un movimiento reuniendo en su acto inaugural a 200 mujeres en Jerusalén con motivo del Congreso de Mujeres Árabes y Palestinas. Allí se crea la Asociación de Mujeres Árabes de Palestina, donde adoptan resoluciones sobre el problema nacional y además se comprometen, como mujeres, a «apoyar todas las resoluciones, decisiones y peticiones del ejecutivo árabe».
Y digamos que esos apenas son los orígenes, las mujeres palestinas históricamente se han tenido que ganar su papel en la lucha, yendo desde boicots en el consumo de productos impulsado por las amas de casa, hasta la exigencia de ser parte de los destacamentos armados. A propósito se conoce el relato de la poetisa y militante May Sayigh de la organización Fatah (organización político-militar palestina, fundada en 1958 en Kuwait, por Yasser Arafat.), ilustra esa lucha en el proceso de transformación que se vivía en esa época:
Todas las mujeres, a pesar de ser amas de casa, decidieron que querían recibir entrenamiento militar. Nosotras también podemos ser fedayeen,12 ¡no es algo que sólo los hombres pueden ser! Pedimos entrenamiento militar para las mujeres. Abrimos el primer campamento de entrenamiento militar para mujeres. Grandes cantidades de mujeres casadas, solteras e incluso embarazadas se alistaron. Después de que abrimos el primer campamento se abrieron otros en Amman, Irbid y Salt. Luego del entrenamiento empezamos a pedir estar armadas. Éste era un tema muy difícil para el Comité Central y ellos dijeron que era imposible. Preguntamos por qué era imposible. Les dijimos que las mujeres se habían entrenado como los hombres. Las limitaciones sociales que prevenían a las mujeres ser activas fuera de sus casas estaban cayendo de a poco. Les dijimos que no estábamos pidiendo que las mujeres fueran al frente, sino que al menos pudieran defender los campamentos. Fue una etapa muy difícil. Los campamentos estaban amenazados por ataques israelíes. Se negaron. Fui a ver a Abu Ammar [Yasser Arafat] y lo convencí de mi punto de vista. Le dije que cuando las mujeres llevan armas, sienten su individualidad y son verdaderas luchadoras. Abu Ammar entonces calló a toda la oposición y ordenó armar a las mujeres. Tendrías que haber visto la primera noche que nos dieron las armas; armas nuevas aún envueltas en plástico. Las mujeres de Wehdat se quedaron toda la noche limpiando la grasa de las armas y cantando canciones revolucionarias. Fue un momento de victoria muy dulce para la lucha de las mujeres palestinas.
Y bueno, haciendo un repaso rápido está su participación en la intifada, en diferentes organizaciones como la OLP, FATAH, la Unión General de Mujeres Palestinas (UGMP), el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP, antes Movimiento Nacionalista Árabe), de corte marxista-leninista. Y por supuesto en todo este camino de lucha, mujeres destacadas como Shadia Abu Gazela, originaria de Nablus quien se unió a la resistencia palestina tras la ocupación de 1967. Además de ser miembro fundadora del FPLP, organizó y condujo milicias femeninas con la creencia de que no había separación entre la liberación social y la nacional, y participó también en varias operaciones hasta su muerte en noviembre de 1968. Otra mujer destacada fue Leila Khaled, 1969, quien a sus 25 años, entró en la cabina de un avión de pasajeros estadounidense de la TWA que había hecho escala en Roma, y se hizo con el mando del aparato junto con otros guerrilleros del Frente Popular para la Liberación de Palestina, difundiendo el conflicto palestino.
Otra activista reconocida es Ahed Tamimi, quien en 2020 siendo una niña de nueve años, con su puño amenazante empujaba a un soldado israelí durante las protestas en su aldea de Nabi Saleh, en Cisjordania ocupada. Esa acción la repitió en 2017, con 16 años, al dar una bofetada y empujar a otro soldado israelí en el patio de su casa después de que un primo suyo fuera alcanzado en la cabeza por una bala de goma. Lo que le constó la condena de ocho meses de cárcel dictaminada por un tribunal militar israelí.
Y bueno la participación masiva de las mujeres tanto en la lucha por la liberación de Palestina, como también en la exigencia de sus derechos como mujeres, que ha marcado históricamente su participación en esta guerra o lo que llaman conflicto, todo esto en medio de altas tasas de desempleo, de pobreza, hambre y miseria.
Y claro la lucha de otras mujeres destacadas en otros terrenos y países como Tesh Sidi, una joven de 29 años que nació en el campo de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) y quien desde el pasado 17 de agosto es diputada de Sumar (coalición española de izquierdas para presentarse en las elecciones de 2023) en el Congreso de los Diputados. Además, es la primera diputada saharaui en la Cámara, que como activista defiende «la recuperación del territorio saharaui». Y se ha manifestado también respecto al actual conflicto en Palestina «Hoy y siempre con palestina. […]Las y los palestinos son asesinados día y noche y NADIE condena eso». Contando a su vez con el apoyo de Yolanda Díaz, vicepresidenta en funciones del Gobierno y fundadora de Sumar – se ha mostrado «Consternada por las imágenes que llegan desde el sur de Israel y Gaza» y ha expresado su «solidaridad con todas las víctimas», en tanto que ha pedido una «paz justa» que ponga «fin a la ocupación y que el pueblo palestino pueda vivir con dignidad».
Y bueno nos queda mencionar que en las decenas de manifestaciones mundiales en apoyo al pueblo palestino, que son muestra también de la indignación en general de las masas, pero sobre todo de la solidaridad internacionalista, las mujeres juegan también papeles destacados, es común incluso verlas al frente en las marchas, en la agitación, quemando banderas, etc., del mismo modo las mujeres activistas en redes y artistas que manifiestan su solidaridad con el pueblo Palestino y no es para menos, es una situación en la que como mujeres debemos tomar la iniciativa, en el terreno de la movilización, organización y lucha, pero también en el de la conciencia a través de la propaganda, la agitación y la educación respecto a cuál es el enemigo de los obreros y los pueblos del mundo, pues evidentemente el capitalismo imperialista está en crisis y la lucha certera debe ser contra ese sistema y su poder representado en el Estado, es el blanco de millones de proletarios hombres y mujeres, por una sociedad distinta y sobre todo en lo inmediato por impedir la guerra de rapiña imperialista con la Revolución Proletaria Mundial.
Adela