Realmente, el “éxito” momentáneo del movimiento se debe a que en Francia se está llevando a cabo una gran huelga política, […] ¡se está llevando a cabo un paro de la producción!
El gobierno francés ha decido retirar de manera temporal la reforma a las pensiones, en la que tiene previsto aumentar la edad de jubilación de 62 años a 64, además de eliminar los regímenes especiales que benefician a ciertos sectores de la clase obrera, entre otras medidas, aunque el objetivo real es atentar contra la clase obrera francesa y obligarla a que trabaje durante más tiempo de su vida por una pensión más pequeña. Presionado por las manifestaciones que no han cesado desde el 5 de diciembre del año pasado, el gobierno de Macron ha llamado a cesar las manifestaciones y que se establezca una mesa de diálogo entre los sindicatos y las patronales, donde las conclusiones que salgan de esas negociaciones se incluyan en la nueva ley de sistema pensional que se llevará a cabo a finales de abril. Esta propuesta fue aceptada por sindicatos como la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) y la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNAS), pero rechazada por la Confederación General del Trabajo (CGT), la cual llama a continuar con las huelgas hasta que la reforma pensional sea retirada completamente.
El movimiento huelguístico contra estas medidas antiobreras y antipopulares lleva casi un mes con manifestaciones, bloqueos y choques con la policía; miles de trabajadores se han volcado a las calles de las principales ciudades francesas para exigir, a través de las vías de hecho, sus reivindicaciones. La clase obrera y desde luego, los obreros colombianos han estado pendientes mediante redes sociales del desarrollo de dicho movimiento en Francia, ya que el pueblo colombiano también se encontraba en el marco de un Paro Nacional contra las reformas del régimen mafioso y paramilitar de Duque; un movimiento que llevaba varios meses con momentos de auge y de altibajos y que se detuvo durante el mes de diciembre bajo la excusa de las fiestas decembrinas, aunque persiste en las bases la iniciativa de continuar con la lucha.
Ante la radicalidad mostrada por la clase obrera y el pueblo francés durante las manifestaciones, y al ver la medida tomada por el gobierno de Macron de retirar temporalmente la nociva reforma; el pueblo colombiano se pregunta, ¿por qué el pueblo francés ha logrado detener de alguna forma la reforma con solo un mes de movilización mientras en Colombia se aprueba una reforma tributaria con movilizaciones de más de dos meses en las calles? Algunos tratan de darle una respuesta a este interrogante bajo “argumentos” tales como que el “colombiano es ignorante a diferencia del francés”, “es que ellos son del primer mundo y nosotros del tercero, una república fallida”, entre otras falacias.
Realmente, el “éxito” momentáneo del movimiento se debe a que en Francia se está llevando a cabo una gran huelga política, allí no solo las masas han salido a marchar por las calles, sino que han realizado bloqueos en el transporte ferroviario y urbano, los estudiantes han cerrado universidades y escuelas secundarias, se han bloqueado los muelles y puertos, los obreros de las ocho refinerías del Estado francés han entrado en huelga y han impedido que se saque cualquier producto del petróleo por cualquier medio, los trabajadores electricistas también en huelga cortaron intermitentemente la electricidad a las comisarías de la policía y a los barrios de los ricos. En otras palabras, ¡se está llevando a cabo un paro de la producción!
En Colombia, han sido las mujeres, así como la juventud trabajadora y estudiantil los que han mostrado mayor iniciativa en las manifestaciones del Paro Nacional, pero lamentablemente la clase obrera, principalmente la industrial, que, si bien ha participado en algunas jornadas de movilización, no ha tenido un papel determinante. Esto representa el lamentable estado en el que se encuentra el movimiento obrero colombiano preso bajo la dirección oportunista y socialdemócrata de sus organizaciones sindicales y carente de un Partido revolucionario de vanguardia. Por otra parte, si bien se han presentado algunos bloqueos en calles, carreteras, universidades y en otros lugares; la mayoría de manifestaciones terminan concentrándose de manera pacífica en las plazas públicas del país, para luego ser reprimidas por el ESMAD. Todo esto es evidencia de la política de conciliación, “paz” social y “sin violencia” que proclaman los falsos amigos del pueblo, mientras son las masas las que reciben la política del garrote.
Pero, igualmente, las bases ya vienen tomando conciencia de la necesidad de elevar la radicalidad del paro, de que las manifestaciones pacíficas solo han servido para que las repriman, lo que significa algo positivo para avanzar en el movimiento huelguístico del país. Por ende, si la clase obrera y el pueblo colombiano quiere ver los éxitos de su entrega en la lucha, debe ¡fortalecer el Paro Nacional parando la producción! Solo así podrá asestarse un golpe a los capitalistas que son los que se benefician con estas reformas del actual régimen, así como en Francia, donde las acciones de bloquear los medios de transporte y parar la producción suscitan que se afecte la ganancia capitalista, lo que sí genera malestar para el caduco Estado burgués haciéndolo retroceder.
El proletariado en Colombia y principalmente el industrial, debe tomar mayor protagonismo en el Paro Nacional, parando cada rama productiva, y el pueblo colombiano debe apoyar estos ceses de actividades generalizando los bloqueos. Pero para esto deben desafiar a las burocracias sindicales y politiqueras de turno que se oponen al paro de la producción, bajo excusas como que “es imposible”, “no se debe afectar la producción nacional” [Sic], “no hay con quién parar”, entre otras lamentaciones que solo demuestran su falta de interés real en que se lleve a cabo de manera contundente el paro nacional indefinido.
¡Fortalecer el Paro Nacional parando la producción!