El pueblo chileno da ejemplo con su lucha

Rebelión popular en Chile, Chile: el pueblo se levanta

Chile arde, la lucha popular hizo que las calles chilenas se convirtieran en una hoguera y el combustible del ardor de la lucha de masas son las medidas antipopulares y elitistas que la burguesía, por medio del gobierno del presidente asesino Sebastián Piñera le ha impuesto a las clases trabajadoras.

Todo empezó con un incremento a la tarifa del transporte público en el que viajan hacinados e inseguros hacia sus hogares, universidades y trabajos los que todo lo producen en Chile. Pero las razones sobraban para que esas protestas que inicialmente lideraron los estudiantes, se transformaran en una poderosa Huelga Política de Masas que hoy atraviesa todo el país. El pueblo se cansó de un sistema pensional que no garantiza a los obreros una vejez con las necesidades cubiertas después de haber acumulado parte de su salario por décadas. Se cansó de un sistema de salud que ni siquiera pagando, evita las muertes por enfermedades curables o que no cubre medicamentos de calidad. El pueblo ya no soporta el Código de Aguas impuesto desde la dictadura, el cual le da derechos de aprovechamiento de por vida a los capitalistas privados, lo que contrasta con las fuertes sequías que han azotado dicho país. Los jóvenes no aceptan la discriminación laboral que se produce al momento de terminar una carrera universitaria, pues a pesar de que casi el 60% de la educación superior es gratuita, los mejores empleos y cargos de dirección de las empresas son asignados a ese otro 40% que tuvo la capacidad económica para pagar una educación privada. La corrupción propia del capitalismo invade las instituciones del Estado de los ricos, empezando por la evasión de impuestos por parte de los capitalistas, pasando por los carteles del papel higiénico y de las medicinas para incrementar los precios de estos productos al pueblo y por la malversación de millonarios fondos en Carabineros y en el Ejército, entre otros.

Es por esto que a pesar de que el gobierno echó para atrás el incremento en el transporte, las masas populares continúan luchando. El trato que la burguesía chilena le ha dado a las protestas ha sido de una brutal represión militar, sacando a las calles tanto a la policía como al ejército a detener, herir, reprimir y asesinar al heroico pueblo que resiste en la calles la embestida del Estado criminal de los opresores y explotadores. El asesino gobierno de Piñera ejecutó la brutal dictadura imponiendo el Estado de Emergencia, es decir, desplegó por todo Chile la bota militar con sus fusiles y tanques de guerra para intentar aplacar la rebeldía popular y desesperadamente ordenaron el toque de queda que ha sido desobedecido colectivamente con cacerolazos y movilizaciones en diferentes regiones. La respuesta de las clases dominantes a las necesidades de las masas es la represión violenta a sus demandas, ese es el carácter de los Estados democrático-burgueses, y en Chile, el que Piñera haya sacado al ejército a las calles es una forma especial del terrorismo de Estado, pues inmediatamente el pueblo recordó la oscura época de la dictadura pinochetista en la que era prohibido reunirse y hacer manifestaciones en contra de la cúpula militar.

Las Huelgas Políticas de Masas que han explotado en Ecuador, Perú y Chile son ejemplo de la valentía del pueblo que se enfrenta sin miedo a las fuerzas represivas del Estado para conquistar y defender sus derechos. En masa, diferentes sectores de los de abajo se han rebelado contra el Estado de dictadura de los ricos y han hecho valer su fuerza organizada para echar abajo las medidas antipopulares. Estas jornadas de lucha le sirven de aprendizaje al pueblo para los combates futuros y definitivos que debe dar para destruir el Estado de los monopolios por medio de la violencia revolucionaria. Pero también estas poderosas Huelgas Políticas de Masas, son un problema al orden del día para los destacamentos revolucionarios que se propongan organizar y dirigir a las masas para cambiar radicalmente la podrida sociedad capitalista por otra opuesta, en la que se garanticen las condiciones de vida a las masas trabajadoras.

El elemento consciente debe fortalecerse en medio de la lucha por darle una dirección política revolucionaria al movimiento de masas, en pugna con las corrientes oportunistas que pujan por contener este poderoso ascenso dentro de los estrechos límites leguleyos y hasta donde se los permita la mutilada democracia burguesa. Los comunistas revolucionarios en Chile sabrán decidir la mejor orientación política y práctica para que este alzamiento sirva a la estrategia de fortalecer la organización política de los revolucionarios que movilice a las masas a construir en el país austral el Socialismo científico que le dé todo el poder a los obreros y campesinos, para que estos decidan en todos los terrenos sobre su futuro económico, político y social.

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