Según ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, en el año 2023 la cantidad de “emergencias humanitarias” registradas en todo el mundo fue la mayor en los últimos 10 años y la proyección es que para el 2024 esta cifra aumentará, en el pasado año fueron 43 declaraciones de emergencia en 29 países; en un reciente informe dice la Agencia que «esta tendencia ascendente de emergencias en 2023 se mantendrá en 2024 y el número de desplazados forzosos podría aumentar hasta los 130 millones a finales del año».
El pueblo del Congo en África padece cada segundo de todos los días el drama y la pesadilla de la más brutal violencia producto de la disputa por las riquezas que hay en su territorio; las cifras son realmente estremecedoras, 10 millones de personas asesinadas, 7 millones desplazadas y por lo menos 1 millón de mujeres violadas. En solo una semana, fueron reportados 150 mil desplazados, todos los días tienen que huir dejando tras de sí los cuerpos destrozados de sus familiares y comenzar a deambular por las tierras a la espera de ser asesinados o morir de enfermedades o física hambre.
El Congo, llamado por muchos el país maldito por su riqueza guarda en sus tierras reservas de oro, cobre, diamantes, plomo, petróleo, carbón, caserita, manganeso, zinc, estaño; y sobre todo allí se encuentra el 80 % de las reservas mundiales de coltán que es el mineral base para la fabricación de celulares y computadores, junto a ello, descubrieron el 70 % de las reservas mundiales de cobalto, necesario para la producción de baterías.
Sobre ese suelo repleto de incontables riquezas, el 70 % de la población congoleña, es decir 96 millones de personas viven en la extrema miseria. «Todos mis hijos fueron decapitados. Mi madre también. Llegaron a las 10 de la mañana disparando al aire. Rodearon el pueblo y quemaron todas las cosas. Asesinaron a todos los que intentaron huir y persiguieron a cualquiera que se escondiera en el bosque. Es un milagro que haya escapado». Así lo describió Marié, quien perdió a su madre, sus dos hijas adolescentes y sus hijos pequeños de tres y dos años.
Es un absoluto holocausto lo que está viviendo el pueblo en el Congo, una tragedia indescriptible que tiene como uno de sus peores rasgos el que la mayoría de la humanidad lo vea como algo normal en este mundo plagado de tragedias de distintos niveles y en distintas partes del planeta. Esa condición de naturalidad solo puede ser producto de concebir el mundo actual como el único posible, o como producto de un trágico “designio divino”.
Pero la realidad es bien diferente, no es casual que en toda parte donde se descubre riqueza, de inmediato se reproducen todas las peores lacras de una sociedad gobernada por el apetito insaciable de la ganancia de los parásitos burgueses y las potencias imperialistas quienes se lanzan como hienas a disputarse a muerte todo lo que les produzca plusvalía. En el Congo la avidez de ganancia ha desencadenado una guerra reaccionaria entre dos bandos encabezados por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y el ejército de la República Democrática del Congo (RDC).
Los medios muestran la violencia en el Congo como si fuera sobre todo un problema entre comunidades pero la gran batalla es por los minerales, sobre los cuales descansa principalmente la economía del Congo; la oficina de información diplomática del Congo, publicó en 2023 un informe donde destaca que «La economía de la RDC está poco diversificada y depende de las exportaciones de sus recursos naturales, principalmente de cobre (sobre todo) y cobalto que representan un más del 70% del total de sus exportaciones» 1 siendo China y Canadá las principales potencias que tienen poder en la economía minera del Congo a través de concesiones mineras, y en el caso de los principales proveedores en insumos y maquinaria China ocupa el lugar principal con el 32,1 % seguido de Zambia con el 13 % y Sudáfrica con el 12 %, igualmente China es el principal país comprador de los minerales que exporta el Congo con el 72,55 % seguido y bien de lejos por Corea del Sur con apenas el 5,3 %. ¿Tendrá el imperialismo chino mucho que ver con la tragedia en que vive nuestro hermano pueblo del Congo?… con toda seguridad que sí, y no son los únicos, así lo confirma la publicación del Portal Piensa Prensa cuando denuncian en su artículo sobre la masacre en el Congo que: «Una milicia de Ruanda que está apoyada por las potencias occidentales de EEUU, Reino Unido, Francia e Israel están matando a la gente en el Este de la República Democrática del Congo para conseguir sus recursos naturales, el coltán o el cobalto, minerales que se usan para crear dispositivos electrónicos» 2
Miles de personas trabajan en una mina de cobalto en el Congo
El capitalismo es la causa última, la de fondo, la más profunda, la que hay que atacar y destruir por completo, por eso las “emergencias humanitarias” van en aumento, por eso hay tantas guerras y genocidios, por eso la naturaleza intensifica su reacción virulenta contra quienes la están destruyendo con su apetito insaciable de ganancia. No es por tanto un problema de hacer campañas de ayuda humanitaria para darle de comer a pueblos que viven sobre montañas de riqueza.
La revolución proletaria mundial es la única salida que tienen las masas, no solo del Congo, sino las de todo el mundo, curarse las heridas, enterrar a sus muertos y levantar la cabeza para armarse de poderosos ejércitos revolucionarios guiados por fuertes y probados Partidos Comunistas Revolucionarios… Ese es el camino, que para muchas circunstancias puede verse muy difícil, pero, no hay otro, y por ese habremos de transitar como única manera de acabar con este oprobioso sistema.
Notas:
1 https://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/CONGO-KINSHASA_FICHA%20PAIS.pdf
2 https://www.piensaprensa.com/2024/02/13/el-congo-la-otra-masacre-de-la-cual-los-medios-no-hablan/