Palestina no deja de sangrar; 100 asesinados y 2700 heridos es la cifra que los medios de comunicación dieron a conocer el 15 de mayo, un día después que las tropas asesinas de Israel desplegaran su poder armado contra las masas desarmadas; mientras tanto, en Jerusalén, sionistas y yanquis brindaban con champaña en la nueva embajada de los últimos.
El 14 de mayo, el pueblo palestino recordó al mundo que hace 70 años los imperialistas se unieron bajo el mando de los Estados Unidos para crear el Estado sionista de Israel, utilizando al pueblo judío para desencadenar un éxodo que por años ha llevado a los palestinos a la condición de destierro y a vivir enjaulados en su propio terruño, víctimas de la opresión miserable del Estado de Israel que es el gendarme de los yanquis en la región.
Y justo en esos días, cuando el pueblo palestino recordaba con rabia la catástrofe (Nakba) y organizaba la gran movilización del retorno a sus territorios, los reaccionarios italianos con el apoyo de los gobiernos y los grupos económicos que participan en el Giro de Italia, lanzaron el supuesto evento deportivo en Jerusalén e hicieron tres etapas recorriendo los territorios usurpados a los palestinos para no dejar dudas sobre quién es el dueño y quién manda allí. A su vez, los desfachatados imperialistas yanquis y su presidente Donald Trump, premeditadamente realizaron el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén el 14 de mayo causando una nueva afrenta contra el pueblo palestino y dando apoyo irrestricto a su perro de presa en la región, mientras Trump declaraba con cinismo que sigue comprometido con «facilitar un acuerdo de paz duradero y extendiendo una mano amiga a Israel, a los palestinos y todos sus vecinos».
El mundo entero pudo observar la tragedia en vivo y en directo, algunos la calificaron de enfrentamientos, pero las cifras son contundentes, fue una vil masacre, tan evidente que no hubo un solo integrante de las fuerzas israelíes herido o muerto. Los otros imperialistas tuvieron que salir hipócritamente a pedir mesura a Israel, a no actuar de forma tan apresurada y desbordada, todos los otros reaccionarios se apresuraron a expresar su pesar, a solicitarle a los gringos más cuidado y cuando más a declarar hipócritamente como lo hizo la ONU que se trata de un crimen de guerra. Y no lo iban a hacer pues no tienen divergencias de fondo, no les importa un comino la tragedia de un pueblo que por 70 años no ha conocido ni la paz ni la libertad; son varias generaciones que han vivido en una tragedia sin fin, y los reaccionarios no se inmutan, pues al final son hechos de la misma basura y pertenecen a las mismas asquerosas clases reaccionarias.
Pero las masas son de otro material, el pueblo palestino ha dado pruebas irrefutables de heroísmo y resistencia; a pesar de todo lo que ha soportado no se ha dejado doblegar y cada golpe que recibe lo transforma en fuerza poderosa para continuar en el combate. Las nuevas generaciones pasan a cubrir el lugar dejado por sus muertos, y la sangre que derraman en cada golpe del ejército sionista se transforma en abono para que reverdezcan nuevas fuerzas para seguir adelante.
Ahed Tamimi es ejemplo y símbolo de esta heroicidad, miles de jóvenes como ella han comprendido que su único camino es la lucha; Israel y los imperialistas les han arrebatado su niñez y no tuvieron derecho a decidir, toda su vida será dedicada a enfrentar a los verdugos de su pueblo y Palestina es sin duda alguna muestra de la resistencia de los pueblos del mundo que luchan contra la opresión imperialista. El pueblo palestino es parte de las masas que en todos los continentes sufren las consecuencias de un sistema económico y político que destruye la naturaleza y asesina sin compasión al pueblo llevado únicamente por sus apetitos insaciables de ganancia y poder sin límites.
¡Imperialistas y reaccionarios fuera de Palestina! es la consigna que levantan en toda la tierra los proletarios revolucionarios y los trabajadores de todos los países, condenando al imperialismo yanqui y denunciando a Trump como un brutal asesino que dio la orden de masacrar al pueblo palestino.
El pueblo palestino está dispuesto a darlo todo por su liberación, y así lo ha demostrado durante décadas, pero hace falta el destacamento fundamental para que pueda convertir su heroica resistencia en poderosa guerra popular; se necesita con urgencia el Partido Comunista Revolucionario en Palestina, y esa es la mayor tarea que tienen los comunistas en esa región, construir la organización que pueda organizar a las masas en un poderoso ejército popular que, orientado por la ideología del proletariado, potencialice la lucha del pueblo y lo acerque ahí sí a la revolución en Palestina como parte de la Revolución Proletaria mundial.