La gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán González, expidió ayer el Decreto No. 0-17 0734 de julio 2021; una medida irracional que deja en evidencia el miedo del régimen frente a la creciente indignación del pueblo. El decreto dice que restringirá la movilidad y el ingreso al departamento a partir de las 12 de la noche del 16 de julio hasta las 12 del 22 de julio, invocando la preservación del orden público: “seguridad, tranquilidad y sanidad”. Argumenta que se trata de proteger a la población del Valle del Cauca del Covid-19; sin embargo, advierte que no se impedirá el libre derecho al turismo, ni se afectará el funcionamiento normal de los negocios.
Es evidente que se trata de una medida reaccionaria, cuyo fin es tratar de impedir la realización de la Asamblea Nacional Popular y las manifestaciones del 20 de julio, porque todo el país está abierto hace semanas y los negocios de los ricos funcionando sin restricciones a pesar del tercer pico de la pandemia, porque los malditos explotadores y gobernantes hace rato decidieron y mandaron a que se murieran quienes tengan que morir, por cuanto les importa un comino la vida del pueblo.
El decreto, establece el toque de queda en la noche y ley seca a partir del lunes hasta miércoles en 40 municipios con la clara intención de impedir la protesta social, contradiciendo el supuesto derecho constitucional que todos los politiqueros dicen defender, pero que en los hechos todos los gobernantes violan; en particular, el régimen mafioso, cuyos métodos represivos, apoyándose en las fuerzas militares, paramilitares y sicariales han quedado en evidencia desde el 28 de abril.
Las medidas son una clara restricción a la realización de la Asamblea Nacional Popular, la cual la gobernadora ha tratado de sabotear desde hace rato, negándose a responder las cartas de solicitud para facilitar la Universidad del Valle para que el pueblo ejerza el derecho legítimo, según la Constitución, a la reunión y a expresar sus inconformidades. Derechos que también siempre han violado todos los gobernantes, y con mayor razón el régimen que gobierna al estilo mafioso y ha respondido a las exigencias populares con “el máximo despliegue de asistencia militar”.
Existe la clara intención de criminalizar la Asamblea que se realizará este fin de semana en Cali, la cual no menciona convenientemente la cavernaria gobernadora, haciendo solo referencia a las posibles protestas del 20 de julio.
¿A qué le temen la gobernadora del Valle y el régimen?
Está bien infundado su temor, porque del éxito que tenga la Asamblea Nacional Popular depende el futuro de los próximos enfrentamientos contra el régimen cada vez más inepto, cada vez más criminal, cada vez más inaguantable para el pueblo, que continúa preparándose para derribarlo con la Huelga Política de Masas: el Paro General Indefinido y la lucha revolucionaria en las calles.
Lo que les suceda a los participantes de la Asamblea Nacional Popular y a los manifestantes el próximo 20 de julio en el Valle será responsabilidad de Clara Roldán y el títere Duque. Cualquier ataque a los eventos programados solo contribuirá a abonar la lucha revolucionaria, ya no solamente con bloqueos sino con el levantamiento popular: ¡A la violencia reaccionaria el pueblo responderá con la justa violencia revolucionaria!