Desde finales del siglo XIX, la lucha revolucionaria de los obreros en Europa legó un ejemplo importantísimo sobre la organización política y el nuevo Estado que debiesen dirigir los obreros, esto fue la Comuna de París. Desde Karl Marx y Friedrich Engels, pasando por Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin, y encontrando su materialización en la lucha que dirigiesen Lenin y Stalin al frente de los bolcheviques para conquistar finalmente el poder, en aquel frío octubre de 1917.
La organización del pueblo trabajador en soviets de campesinos, obreros y soldados fue el germen de la consolidación del primer Estado socialista de la historia, el primer Estado en que los trabajadores eran quienes mandaban y ejecutaban, el primer Estado en que la explotación asalariada fue un mal del pasado: hablamos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), fundada el 30 de diciembre de 1922, tras la importantísima victoria del Ejército Rojo sobre los últimos reductos de las fuerzas zaristas y una débil resistencia anarquista.
Una vez fundada la URSS se hizo imprescindible un análisis concreto de la situación concreta que atravesaba Rusia, en particular, y Europa, devastada por la guerra imperialista en general; este análisis del Partido Comunista, en cabeza del gran Lenin, resultó en la implementación de la Nueva Política Económica que sería la base del brutal avance económico y social que experimentaría la Unión Soviética; posteriormente durante el liderazgo colectivo de Stalin como Secretario General del PCUS que, nutrido ampliamente por las masas soviéticas gracias a la campaña de alistamiento del Partido, se constituyó en el núcleo de dirección de todos los aspectos de la vida de la URSS.
La lucha contra el hambre en la región ucraniana, debida a la quema de cosechas y la matanza de ganado ejecutada por los terratenientes; el empoderamiento de la mujer trabajadora, gracias al combate de la violencia machista por medio del socialismo científico; el combate contra el fundamentalismo islámico en las regiones árabes de la Unión, a través del Hujum; la lucha contra los elementos contrarrevolucionarios y pequeñoburgueses dentro del Partido y el ejército; así como la heroica y gloriosa lucha incansable del pueblo soviético contra la bestia nazi, que logró liberar a Europa Oriental y salvar al planeta de la amenaza fascista, y la pugna permanente librada en el campo ideológico contra el revisionismo que lamentablemente acabaría triunfando son solo algunos ejemplos puntuales de la grandeza histórica y el ejemplo de lucha revolucionaria de la Unión Soviética.
Si bien, posterior a la muerte de Stalin en 1953, y mediante la imposición de la línea revisionista de Nikita Kruschev en el XX Congreso del PCUS celebrado en 1956, la Unión Soviética abandonaría el Marxismo-Leninismo (institucionalmente hablando), e iniciaría un triste período de retroceso liberal que seguirían Leonid Brézhnev, Yuri Andrópov, Konstantín Chernenko y llegaría a la cúspide de la miseria bajo el mandato de Mijaíl Gorbachov; la clase obrera mundial no debe perder de vista el ejemplo histórico que nos ha legado la experiencia soviética. Millones de soviéticos murieron combatiendo al fascismo, y miles más combatiendo a los enemigos de los pueblos oprimidos del mundo durante la Guerra Fría.
La solidaridad económica, social e incluso médica del pueblo soviético salvó a poblaciones innumerables de la pobreza, el hambre y las enfermedades; el papel que jugó la URSS en la Internacional Comunista, como fuerza principal y dirigente, así como en la fundación del Socorro Rojo, y estando a la vanguardia de los debates que solventasen o agudizasen las contradicciones al interior del MCI la constituyó en un faro para los trabajadores del mundo.
Un faro que hoy más que nunca necesitamos construir, pues como comunistas debemos seguir el llamado con el que cerraron Marx y Engels el histórico Manifiesto Comunista, ese llamado que alguna vez logró materializarse en el accionar internacionalista de la Unión Soviética dirigida por su Partido Comunista: ¡Proletarios de todos los países, uníos!
Un comentario
Si sería muy bueno que compañeros honestos que quieren luchar, se alejarán de año tras año, seguir repitiendo fábulas cómo estás sobre la Revolución Rusa.
Bastaría con que alguno investigue fuentes serias y averigüe quién fue el Presidente del Soviet de Petrgrafo en 1905 y en 1917? Quien confirmó y dirigió el Ejército Rojo que afianzó el poder de los si ieys en 1917, y 1918???
Quien junto con Lenin, tomó la decisión de tomar el poder en el CC bolchevique ante las vacilaciones de Kamenev, Zinobiev y Esyalin?