Algunas conquistas de la juventud en el Socialismo

Algunas conquistas de la juventud en el Socialismo 1

En la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, las oportunidades surgieron para todos y aquí los jóvenes no fueron la excepción. Hay una experiencia en especial que merece ser destacada y que de hecho lo fue, pues una nueva etapa para los jóvenes rusos, así como para millones de personas comenzaría con la revolución de octubre.

Ante la mirada de todo el mundo, los obreros y campesinos en Rusia tomaron el poder, y esos hombres y mujeres empezaron también a despojarse de los pensamientos individuales, de las ansias de riquezas personales, convirtiendo la solidaridad, el trabajo, el apoyo en sí mismos en garantía de grandes logros comunes.

Rápidamente el poder de los soviets, permeó todos los asuntos de la sociedad, lo que por supuesto fue también asumido en el sistema educativo; fue una sociedad distinta, sin la ganancia al mando, con oportunidades y beneficios para la mayoría, lo que representaba a su vez una nueva oportunidad para aquellos jóvenes que eran considerados el desecho de la sociedad, los que para nada servían, la juventud lumpenizada por la que el socialismo se la jugó a través de una pedagogía distinta, que con Anton Makarenko al frente en lo que se denominó la colonia Gorki, logró rápidamente reeducar a una juventud por la que una sociedad como la nuestra no da un peso, en verdaderos jefes de la revolución en diversos aspectos del trabajo y de la sociedad como tal. «El sistema de Makárenko se basaba en dos opciones: el afrontamiento educativo mediante el trabajo colectivo y una militarización pedagógica de éste trabajo (los internos llevaban uniforme y estaban distribuidos en destacamentos, con comandantes». Constituía una reproducción en pequeño de la sociedad soviética, basada en asambleas generales, rotación de los mandos para que no se formara una aristocracia, y un consejo de comandantes.

Como todo cambio, no fue fácil el trabajo con estos jóvenes, pues las condiciones socioeconómicas, políticas, culturales del momento histórico, influían determinantemente, eran jóvenes como nosotros, muchos sin oportunidades, sin hogar, sin núcleo familiar, en esa época por condiciones objetivas como la I Guerra Mundial, la pobreza, los privilegios para unos cuantos, ahora, por condiciones también objetivas como el desplazamiento, el hambre, las pandemias, entre otros. Situaciones donde el hambre sobre la mesa muchas veces ha gobernado las decisiones de los jóvenes, que no soportan ver a sus familias con necesidades, escogiendo muchas veces un camino que no quisieron.

A través de una disciplina consciente, que consideró el orden y el respeto mutuo, el trabajo en el campo, en la carpintería, etc., los jóvenes en la Colonia Gorki, consiguieron estar organizados, limpios y en muchas ocasiones felices, algo que posiblemente no habían conseguido hasta ese momento. Un método que fue ejemplo en toda Rusia y con el cual, las oportunidades y logros de la juventud empezaron a multiplicarse, pues ya no fueron el foco a detener, escarmentar o asesinar como sucede ahora, fueron el ejemplo de capacidad y entrega que coadyuvó a consolidar el socialismo en la URSS.

De niños y jóvenes inservibles, a grandes obreros, dirigentes, deportistas, astronautas, pedagogos, ingenieros en la sociedad soviética. De los indeseables, a ser el semillero del socialismo en toda Rusia, de los sin horizonte, a ser quienes organizaron junto con el pueblo, desde los asuntos más minuciosos hasta las grandes tareas de la revolución.

Pero este es apenas un ejemplo de la vida de los jóvenes luego de la revolución de octubre en Rusia; sus experiencias son muchas, basta mencionar a “La Joven Guardia” que era una organización clandestina de jóvenes constituida en oposición al fascismo, al sometimiento de su pueblo y en defensa del socialismo. Los jóvenes miembros de esta organización desplegaban su accionar consiguiendo armas para el combate guerrillero, capturando a los enemigos y traidores y ejerciendo sobre ellos la justicia de su pueblo, indudablemente la heroicidad de muchos jóvenes soviéticos, fue determinante para salvar a la humanidad del horror fascista.

Y no solo en la URSS el papel de los jóvenes fue destacado, en China durante la Gran Revolución Cultural Proletaria, los Guardias Rojos compuestos por jóvenes estudiantes, fueron al campo a aprender y a enseñar, a alfabetizar a sus hermanos campesinos, a la vez que de ellos aprendían los oficios de la tierra, siendo alumnos y maestros a la vez y con ello, ayudando a evitar la restauración del capitalismo.

Compañeros, estas son apenas algunas experiencias destacadas, lo cierto es que en este octubre rojo, queremos recordar que los jóvenes son más que carne de cañón en las guerras que no nos pertenecen, que somos más que el desecho de una sociedad sin oportunidades, que son más que el niño de 13 años y su amigo de 18 asesinados por estos días en Tibú, que son más que locos soñadores por luchar por un cambio, y que hay una sociedad distinta que les aguarda, porque beberan de la experiencia de los hermanos rusos en 1917 y chinos en 1949, y como parte de la clase obrera y junto con los hermanos campesinos, conquistar ese futuro luminoso, que resplandece en medio de la podredumbre y obscuridad capitalista.

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