Ya ha pasado un año del asesinato de Sergio Lizcano, minero que murió por una bala de fusil disparada por el ejército nacional, el 22 de julio del 2022, cuando los mineros del municipio de California (Santander) protestaban por los operativos que realizaban los militares contra la pequeña minería.
Esta política de Estado contra la pequeña minería, incluso con el nuevo Gobierno, aún se mantiene y la justifican como persecución contra la «minería ilegal», pero en realidad es una política que favorece a las empresas imperialistas mineras y afecta a mineros que nada tienen que ver con la mafia, como es el caso de la minería ancestral en la provincia de Soto Norte (Santander), y en donde se encuentra ubicado el municipio de California, lugar en que un soldado disparó su arma contra la humanidad de Sergio dejándolo inmediatamente muerto. 1
Después de este crimen se generó una indignación entre los mineros ancestrales, los trabajadores, los campesinos que exigían con irreprochable rabia: justicia. Fue tanta la solidaridad entre el pueblo que en agosto de ese año se realizó una masiva movilización, lo que es poco usual, en el casco urbano de California 2
, incluso diferentes organizaciones sociales, sindicales y políticas manifestaron su solidaridad con la familia y denunciaron públicamente el asesinato:
3
4
Sin embargo, pasado ya un año, la justicia burguesa ha hecho poco para que paguen los culpables de este vil asesinato, la familia de Sergio ha estado en pie de lucha exigiendo justicia, principalmente su hermana Zulma Johana Lizcano quien es trabajadora de Minesa y presidenta del sindicato Sintramienergética, seccional California. Esta mujer obrera ha hecho todo lo que está a su alcance para que las autoridades hagan pagar a los militares involucrados, pero la respuesta que le dio el Estado fue que el fiscal delegado Sabino Tarazona Ordoñez pasó el caso a la justicia penal militar, lo que es una clara muestra de impunidad: una vez más se demuestra que en las instituciones estatales burguesas no se puede confiar.
Revolución Obrera pudo comunicarse con Zulma quien nos manifestó: «Ya se cumple un año del vil asesinato de Sergio Andrés y esto sigue en la impunidad; nosotros como familia pedimos justicia, que Luis Camilo Valdires Faneiter, quien disparó contra Sergio Lizcano quintándole la vida, pague cárcel y que el sargento Fernando Javier Arroyo Chepes pague cárcel».
Por eso, la consigna del pueblo debe ser: Ni Perdón Ni Olvido, los hombres y las mujeres que han sido asesinados por las fuerzas represivas del Estado burgués no pueden quedar en el olvido, desde Revolución Obrera seguimos manifestando nuestra solidaridad de clase con la familia de Sergio Lizcano, y también le hacemos el llamado a los mineros ancestrales de Soto Norte, a los trabajadores de la imperialista Minesa (empresa que quiere explotar los recursos de la zona para ampliar las arcas de unos cuantos capitalistas) y a los campesinos pobres de la región, para que se organicen, reclamen sus derechos y exijan justicia para Sergio Lizcano. No se puede permitir que el ejército siga actuando con impunidad, incluso la tropa no debe regresar a la zona, el pueblo es quien manda.
¡Exigimos justicia para el minero Sergio Lizcano!
¡No más atropellos y asesinatos contra el pueblo colombiano!
¡No más impunidad!
¡Ni el Estado ni los politiqueros, solo el pueblo salva al pueblo!
Notas:
1 Así lo reportaba el portal *Revolución Obrera* en aquel momento: https://twitter.com/mlm_red/status/1550540606761447424
2 Movilización en el mes de agosto de 2022 en California: https://twitter.com/mlm_red/status/1555587810849013765
3 Comunicado de la Escuela Sindical María Cano seccional Bucaramanga y los Comités de Lucha denunciando el hecho.
4 Comunicado de Sintramienergetica seccional California