Un sentido homenaje a la “Flor del Trabajo en Colombia”

Un sentido homenaje a la “Flor del Trabajo en Colombia” 1

María Cano, esta flor del trabajo, como en las plantas, cumpliría el papel de reproductora de las ideas de la revolución, de transmitir esa necesidad de luchar y la idea del partido de la clase obrera. Nació el 12 de agosto de 1887 y murió el 26 de abril de 1967 en Medellín, Antioquia.

¡Compañeros, en pie! Listos a defendernos. Seamos un solo corazón, un solo brazo. ¡Cerremos filas y, adelante! Un momento de vacilación, de indolencia dará cabida a una opresión más, a nuevos yugos.
“Valientes soldados de la Revolución Social, ¡en marcha! Nuestros enemigos reafirman su persecución de siglos, fortalecida hoy por regresiones
Infamantes.

El triunfo de la revolución bolchevique en 1917, influyó poderosamente en todo el mundo, y Colombia no fue la excepción, la naciente clase obrera fue adquiriendo consciencia de su importante papel en la sociedad y de su misión histórica, gracias a grandes dirigentes como María Cano, quien fue cofundadora del Partido Socialista Revolucionario, el primer intento de la clase obrera por actuar políticamente con independencia de clase. María, con un objetivo en su mira, se las ingeniaría para aportar en el avance del movimiento obrero, comenzando a transmitir las ideas revolucionarias a través de conferencias, promoviendo juntas barriales y artículos en la prensa obrera, entre otros. Fue defensora de los derechos de los trabajadores, promovió la organización política de los obreros y prestó atención especial a los sindicatos.

“Los pechos que la lucha del trabajo ha endurecido, sean roca donde se rompan las lanzas enemigas. Ellos se organizan para destruir. Nosotros nos organizamos para construir.
El alma popular debe ser bloque de granito donde los hechos esculpan los dogmas del gran evangelio social. Cerremos filas en torno a nuestra bandera, jirón rojo, emblema de nuestra lucha cruenta, que muestra a los tiranos el proletariado hecho un solo corazón, llama encendida que lame los cimientos del monstruo y que un día no lejano le consumirá.
¡Soldados del proletariado!”

Luego de 56 años de su partida, pero con grandes lecciones aprendidas, recordamos a quien representaría los intereses de la clase más revolucionaria y llamada a transformar el infierno de la explotación en el paraíso bello de la humanidad: el proletariado.

Este sentido homenaje lo hacemos llamando a todas la Marías, que hoy luchan intransigentemente por la liberación de la clase obrera y que se disponen a toda costa y en todo trabajo, sea de organización, política, educación, a llevar las ideas con el único objetivo de hacer la revolución.

“¡Avanzadas de la libertad! Acudid a prestar el glorioso juramento a nuestra bandera.
Defenderla es preciso del lodo que quiere salpicarla. Agitarla es preciso como vindicta ante el oprobio y la opresión.
¡Oíd mi voz que os convoca, y que esos músculos, tensos aún por el esfuerzo del trabajo, esas frentes sudorosas, esos ojos ensombrecidos por la tortura del pensar, sean oreados y fortalecidos por el hálito de libertad al ondular glorioso de nuestra bandera! Cerremos filas. ¡Adelante!»
(Arenga de María Cano a los obreros de 1925)

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