En un mundo donde la burguesía utiliza el racismo como arma, proclamando hipócritamente igualdad mientras perpetúa la esclavitud económica de la población negra mundial, se torna esencial desenmascarar la falsedad burguesa. Desenmascarar que la explotación y la opresión capitalista, lejos de promover la igualdad, se enriquece de la sofocación y esclavización, especialmente de la población negra.
Para empezar, como revolucionarios sabemos que el verdadero problema va más allá de la búsqueda de «equidad social», que lo fundamental es la necesidad imperante de la liberación económica, política, ideológica de toda la clase obrera.
En este sentido, dado que la opresión racial es inherente al capitalismo, es necesario impulsar permanentemente la lucha antiimperialista y anticolonialista como vía para desafiar el statu quode opresión y explotación de los trabajadores sean estos negros, indios o blancos.
La orientación socialdemócrata desde décadas pasadas ha contribuido a separar el movimiento negro de la lucha obrera, destacando diferencias étnicas en lugar de impulsar la lucha conjunta contra los enemigos comunes. En este panorama, los comunistas continuamos destacando que el enemigo común tanto del pueblo negro como del trabajador “blanco” es el capitalismo y el imperialismo, el explotador burgués sea blanco o negro. Para la muestra un botón:
De acuerdo con el informe de Oxfam, titulado Desigualdad S.A., en el ámbito económico, Aliko Dangote es la persona más rica de África, con un patrimonio neto de 10.500 millones de dólares estadounidenses. Su monopolio sobre el cemento en Nigeria y su poder de mercado en el continente le han permitido disfrutar de márgenes de beneficio del 45 %; mientras, el Banco Mundial señala que los precios del cemento en África son los más altos del mundo. Pese a que Aliko Dangote es un milmillonario nigeriano, ha pagado apenas un 1 % de impuestos en los últimos 15 años.
Lo anterior deja claro que, en el capitalismo, pese a la inclusión de capitalistas negros, es un sistema de miseria que perpetúa la superexplotación de la mayoría de la población negra. Otra muestra de ello fue la presidencia de Obama que también mostró que ni el «capitalismo negro» ni la representación negra en el Estado capitalista conducirán a la liberación del pueblo negro.
Aunque la ofensiva revisionista y reformista ha fragmentado la lucha por la liberación negra de la revolución socialista, los revolucionarios continuamos enfatizando la urgencia de restablecer la unidad entre las luchas negras y anticapitalistas para reconstruir su historia compartida.
En el marco del Día Mundial de la Cultura Africana y Afrodescendiente, que se conmemora cada 24 de enero, es fundamental reflexionar sobre la intersección entre la cuestión negra y la lucha de clases. Esta celebración, impulsada por la Unesco —una institución burguesa que defiende los intereses de clase del capitalismo imperialista— nos permite recordar la lucha histórica del pueblo negro contra la esclavitud, que continúa ahora contra la discriminación étnica y para fomentar el respeto a la diversidad cultural y la creatividad humana a nivel mundial, al igual que la oportunidad para señalar los verdaderos objetivos para luchar contra la opresión racial dentro del sistema capitalista.
Los comunistas abogamos por la igualdad étnica y llamamos a la lucha conjunta, sin distinción de raza, por: alza general de salarios, subsidio a los desempleados y subempleados; empleo formal, estabilidad laboral y por acabar la tercerización e intermediación laboral; acceso real gratuito a las universidades, colegios y escuelas públicas; que se les devuelva la tierra a los campesinos despojados; frenar las explotaciones devastadoras de la naturaleza y los ecosistemas; y contra: el hambre, el alto costo de los productos básicos de la canasta familiar, el aumento permanente de los servicios públicos y la gasolina, el desempleo y subempleo, la falta de atención en salud, las masacres, el desplazamiento, el asesinato de dirigentes sociales, el aumento de feminicidios, los injustos procesos judiciales hacia los presos por luchar…
Como lo hiciera la III Internacional, los revolucionarios seguimos considerando la liberación negra como una lucha antiimperialista y anticolonial.
Esta fecha, nos brinda también la oportunidad para presentar al poeta Aimé Césaire —nacido en la Isla de Martinica en 1913 y fallecido en 2008, símbolo de resistencia y conciencia histórica frente a las afrentas del esclavismo y la opresión de los pueblos. Desde mediados de la década de 1930, Césaire fue un dirigente en el movimiento de la negritud, que buscaba reivindicar la dignidad y belleza de las culturas negras.
LEJOS DE LOS DÍAS PASADOS
pueblo mío
cuando
lejos de los días pasados
renazca una cabeza bien puesta sobre
tus hombros
reanuda
la palabradespide a los traidores
y a los amos
recobrarás el pan y la tierra bendita
tierra restituidacuando
cuando dejes de ser un juguete sombrío
en el carnaval de los otros
o en los campos ajenos
el espantapájaros desechadomañana
cuando mañana pueblo mío
la derrota del mercenario
termine en fiestala vergüenza de occidente se quedará
en el corazón de la cañapueblo despierta del mal sueño
pueblo de abismos remotos
pueblo de pesadillas dominantes
pueblo noctámbulo amante del trueno furioso
mañana estarás muy alto muy dulce muy
crecidoy a la marejada tormentosa de las tierras
sucederá el arado saludable con otra tempestad