Para Avanzar hacia el Paro General Indefinido
La conmemoración del primer aniversario del grandioso Paro del 21 de Noviembre del 2019 reflejó una vez más la lucha entre los dos caminos: el de la lucha revolucionaria por el Paro General Indefinido, contra la desmovilizadora concertación defendida por las burocracias de las Centrales presentes en el que debiera llamarse “Comité Nacional de No Paro”, porque hablan de Paro pero en la práctica maquinan para evitarlo.
El 2020 se caracterizó por el uso de la pandemia por parte del Estado burgués para frenar el impulso de la lucha que se traía durante el 2019, siendo el régimen uribista gobernante el ejecutor de múltiples medidas antiobreras y antipopulares que empeoraron la situación material del pueblo explotado y oprimido, duplicando el número de desempleados, rebajando las condiciones de salud para el pueblo en general y en particular para el personal de la salud. Para mayor desgracia, se aumentó el terrorismo de Estado contra el pueblo con más de 77 masacres y el asesinato de dirigentes.
Se han agudizado tanto los problemas de la sociedad colombiana que hacen inevitable un gran estallido social. Hasta las mismas estadísticas del Ministro de Defensa, reconocen que se duplicaron las protestas durante el actual gobierno con un promedio de 32 diarias. Por consiguiente, la preparación del Paro General Indefinido sigue siendo correcta y necesaria, porque se corresponde con la tendencia objetiva del movimiento de masas.
Pero es necesario entender por qué a pesar del aumento de los problemas no se desarrollaron a un nivel más alto las jornadas de Paro en la conmemoración del 21 de Noviembre.
Entre las varias causas que influyeron tenemos: el aumento del terrorismo de Estado; el pánico creado con la pandemia; pero especialmente la política de conciliación de clases impulsada por el “Comando Nacional de No Paro” que se atraviesa y frena el ímpetu luchador del pueblo; el centrismo de fuerzas sindicales y revolucionarias esperanzadas en que sean los jefes vende-obreros de las Centrales quienes se coloquen al frente del Paro, olvidando la experiencia del año pasado cuando fue la presión desde la base la que les impuso el compromiso a regañadientes con el Paro; la dispersión de los combates callejeros del pueblo, lo cual refleja a su vez la división y debilidad de las fuerzas comunistas y revolucionarias, y más exactamente, la ausencia de un Partido proletario de vanguardia lo suficientemente organizado y enraizado entre las masas, Partido cuya construcción avanza en la medida en que las organizaciones comunistas se atrevan a actuar como Partido.
En la práctica el “Comité Nacional de NO Paro”, desvirtúa lo que es un Paro de verdad, como se pudo observar en su actuación el 19 de noviembre en Bogotá, donde solo promovió algunas marchas y de encime, para el 21 programó como actividad principal un evento artístico en el claro propósito de escamotear la movilización de los trabajadores. Ello evidencia su pelaje traidor al interior de la clase obrera y en general del pueblo luchador, ya que le llaman “Paro” a formas tales como el cacerolazo virtual, la marcha o desfile, el plantón o la presentación artística que desfiguran el propósito de parar de verdad. Tal actuación los convierte en los mejores defensores de los capitalistas y su Estado burgués, porque posan de ser “la dirección del Paro”, cuando en realidad son distractores que impiden la realización del Paro de la producción.
Fueron los luchadores, y principalmente jóvenes quienes desarrollaron movilizaciones, plantones y bloqueos en las diferentes ciudades, sin pedir permiso a las alcaldías, ni tampoco esperando ayuda de las burocracias.
Así lo hicieron de manera independiente en las siguientes ciudades:
En Manizales los jóvenes conmemoraron el paro de verdad bloqueando con una movilización los dos carriles de la avenida principal, mientras un integrante del comando regional los presionaba a que no bloquearan, llamándolos a la marcha pacífica y nada de grafitis. El 21 salió nuevamente un nutrido grupo, en su mayoría de jóvenes, en una marcha de antorchas que inició a las 5 pm y se prolongó hasta las 9 pm, hora en que lograron la liberación de uno de los activistas retenido durante la movilización.
En Cali el Comité Regional de Paro cuyo desprestigio viene de años atrás, también fue consecuente con su política de NO paro, programando un plantón y marcha a las 10 am desde la zona industrial SAMECO hasta el CAM, lo cual no se correspondía con el contenido de lucha que exige un Paro de verdad.
Por su parte, los luchadores que se han ido organizando en coordinadores de lucha, donde vienen uniendo el movimiento sindical, barrial y estudiantil, se propusieron varios puntos para bloquear la ciudad, de los cuales algunos se pudieron mantener hasta el mediodía; en otros se hizo de manera intermitente, también se contó con el apoyo de los volqueteros que contribuyeron atravesando sus vehículos. El 21 se realizó una manifestación que, aunque pequeña, fue significativa por la combatividad impuesta por la juventud.
En Medellín: el Comité Regional de Paro para el 19 convocó una marcha en la que salieron aproximadamente 800 personas y el 21 convocaron a una concentración con poca participación. Por su lado, los luchadores desarrollaron una movilización el 21 de noviembre con la participación de 400 personas, la cual fue desbaratada por la policía.
En Bogotá, el Comité Nacional y Distrital de Paro citaron para el 19 en el Parque Nacional, pero fue notorio su poco interés y trabajo por un paro de verdad, pues ni siquiera el magisterio, que es la mayoría de la CUT, paró ese día. Trabajadores del sector salud se concentraron en otro punto y marcharon hacia la Plaza de Bolívar, acompañados por algunas organizaciones integrantes del Bloque por el Paro General Indefinido. Las burocracias de las Centrales frenaron la movilización de ese sector, obligando a que se uniera con la marcha que salía del punto de donde ellos estaban, para así ponerse a la cabeza.
Hubo bloqueos y movilizaciones en otros puntos de la ciudad, organizados por sectores que no se sienten representados por el “Comité Nacional de NO Paro”. Hay que resaltar la importancia que tiene el que se hayan reactivado las asambleas locales, donde estuvieron organizando precisamente la actuación del 19 y 21 de noviembre. Y aunque no se logró que todas las fuerzas que hacen parte del Bloque se unieran, fue importante mostrar un polo revolucionario y diferenciado de las otras fuerzas conciliadoras.
El 21 hubo movilizaciones, plantones y bloqueos convocados por distintas organizaciones en abierta rebelión contra el “Comité Nacional de NO Paro”, con la participación principalmente de los jóvenes en distintas localidades; algunos marcharon hacia el centro, y fueron atacados por la fuerza represiva del Estado. Por parte del “Comité Nacional de NO Paro” fue un día de conciertos en la Plaza de Bolívar; no hubo espacio para intervenciones de asistentes, solo planearon dar lectura a su lastimero comunicado y del Comité Distrital de Paro.
La experiencia del 19 y 21 de noviembre ilustra la lucha entre las dos tácticas para el momento actual: hablar y hablar del Paro o comprometerse seriamente en su preparación. Se ven importantes avances en el campo de los luchadores, siendo lo más importante la organización desde el 29 de enero del Bloque por el Paro General Indefinido, surgido en franca confrontación a la dirección patronal reformista, construido con total independencia en sus principios de unidad, plataforma de lucha, métodos de dirección y organización, siendo de hecho un embrión de dirección revolucionaria de los luchadores en contra de la posición conciliadora y traidora del “Comité Nacional de No Paro”.
Si bien se han ido formando diversos coordinadores para dirigir la lucha, hay que reconocer su carácter disperso y en ocasiones localista, lo cual exige continuar trabajando sin descanso en la construcción al calor de la lucha, de una poderosa dirección nacional centralizada que oriente de verdad la preparación del Paro General Indefinido y dirija su realización.
También es importante destacar que nuevamente son los jóvenes de la barriada, trabajadores, estudiantes, desempleados, quienes ocupan principalmente el lugar de vanguardia de las fuerzas de la lucha de masas en este momento. Y para lograr éxito en el futuro se hace necesario unir dicha vanguardia con el proletariado industrial que todavía sigue ausente, ya que al parar la industria de alimentos, combustibles, servicios y transporte entre otros, se paraliza el corazón de la sociedad. Es necesario avanzar en dicha unidad, lo mismo que con los hermanos campesinos y comunidades indígenas.
En síntesis, el asunto principal para avanzar es construir una dirección revolucionaria de los luchadores, combatiendo la dirección oportunista conciliadora del “Comité Nacional de No Paro”, lo cual exige: tomar la iniciativa uniendo el movimiento al calor de la lucha y desde la base, en torno a la Plataforma de Lucha del Pueblo Colombiano; realizar los Encuentros y Asambleas Populares de quienes están de verdad por el Paro General Indefinido, donde se discuta y se aprueben las tareas de preparación del Paro o la gran Huelga Política de Masas, se promueva la más amplia participación del pueblo trabajador incluidos los pobres del campo, pues será la alianza obrero campesina la fuerza principal que en las diferentes regiones del país materialice el Paro de la producción agrícola, la huelga en las fábricas y los bloqueos de las vías principales en forma indefinida, hasta que se logre una solución a los problemas inmediatos más sentidos del pueblo colombiano.
La situación del pueblo tiende a agravarse y con ella se agudiza la lucha de clases, situación objetiva magnífica, pues su tendencia es hacia un gran estallido social, lo cual debe llenar de confianza a los trabajadores, a los revolucionarios y comunistas, pues se presentará independientemente de lo que digan las clases explotadoras y sus cómplices reformistas, pero se necesita la unidad de las fuerzas revolucionarias y la actuación de vanguardia de los comunistas. Las masas están luchando a diario y es allí donde se debe ir, para unirlas, elevar su nivel de comprensión, organizarlas y movilizarlas contra el podrido Estado burgués y su maldito sistema de bienestar para los ricos y esclavitud para los pobres.
¡Un solo Pueblo, Una sola Lucha!
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
Noviembre 27, 2020