El Sindicalismo Burgués está en Crisis: ¡A Construir la Central Sindical Revolucionaria!

¡Movilización por el Paro General Indefinido, no para la farsa electoral burguesa!

¡Movilización por el Paro General Indefinido, no para la farsa electoral burguesa! 1

La nueva “jornada de movilización” convocada por la dirección burócrata de la CUT para el 3 de marzo, obedece a la presión de las bases ante la terrible situación de los trabajadores y el pueblo, y a la vez, es una convocatoria inofensiva para la burguesía y el régimen de la mafia.

Inofensiva para las clases dominantes porque su propósito no pasa de ser un apoyo a la farsa electoral. En la Declaración Política en la que aprobaron varias “jornadas” de movilización, invitan a convencer a los “colombianos en general y a los trabajadores en particular” para que voten por las listas del Centro Esperanza y del Pacto Histórico, convirtiendo su “Plan de Acción” en un apoyo a sectores burgueses y reformistas que se disputan electoralmente el poder político del Estado con la burguesía mafiosa.

Repiten así la vieja historia de convertir las organizaciones sindicales en directorios politiqueros y destinar sus fondos, no para organizar la lucha y la huelga contra los explotadores representados en el régimen y el Estado, sino para la farsa electoral, como afirma la Declaración mencionada: «Que las sedes sindicales y nuestras casas sean sedes políticas de las coaliciones alternativas y factores de unidad sin vetos acompañados de recursos generosos para respaldar las candidaturas al Congreso y a las consultas presidenciales».

La gran preocupación de los jefes vende-obreros es contribuir a la farsa electoral que beneficia a los capitalistas, desviando hacia ese circo la lucha directa que el pueblo debe librar contra el régimen de la mafia. Por eso, desde el maridaje del Comité de no Paro han condenado los enfrentamientos en los cuales los jóvenes desatan su rebeldía contra las fuerzas asesinas del Estado burgués-terrateniente, que desalmadas ejecutan el terrorismo de Estado contra los luchadores del pueblo.

Paradójicamente, los jefes politiqueros del “Pacto Histórico” Petro y Bolívar, para quienes trabajan algunos jefes de la CUT, se pronunciaron en contra de la movilización, argumentando la inconveniencia de hacer manifestaciones que “enrarezcan” el ambiente, en una fecha tan cercana a la farsa electoral en la que se van a nombrar senadores y demás cargos burocráticos. No es algo nuevo, sino la repetición de lo dicho por Petro el 9 de mayo pasado cuando “regañó” al CNP por no finalizar el paro cuando el levantamiento popular echo atrás la reforma tributaria, y llamó a apoyar a Duque para que terminara su mandato y Bolívar a la juventud a “tener paciencia”, esperar a la farsa electorera y “ser gobierno”. Viven, piensan y hablan como burgueses ahítos, mientras el hambre, que no da espera, hace crecer la angustia y la indignación, obligando a los trabajadores y al pueblo a lanzarse a la calle y a la lucha contra los enemigos, porque instintivamente descubrieron que los de arriba no cederán si no se les aprieta.

Lastimosamente, un sector de los jóvenes que encabezaron el Paro Nacional iniciado el 28 de abril desde las Primeras Líneas, justamente en contra y por encima de los jefes vende-obreros que sirven y hacen parte de esos partidos politiqueros reformistas (PCC, MOIR (Dignidad), Pacto Histórico, Liberal…), se dejaron seducir, al igual que otros dirigentes obreros y populares e intelectuales, con la creencia supersticiosa de resolver los problemas del pueblo a través de la institucionalidad burguesa, cambiando el escudo y la capucha, símbolos de la rebelión popular, por un miserable tarjetón; es decir, depositar sus sueños en las urnas, donde no es el pueblo quien elige, sino los grandes capitalistas que financian las campañas, y mucho menos decide su futuro, porque el Plan de gobierno ya está trazado por el imperialismo y las clases dominantes; con el agravante de que ni siquiera las elecciones son libres y justas porque de antemano tienen el fraude elaborado.

¡A las calles a derrotar al régimen de la mafia! La lucha directa, la preparación del Paro General Indefinido, reivindicar a los jóvenes asesinados por la mafia en medio del Paro Nacional, exigir la liberación de cada uno de los presos por protestar… no debe estar amarrado a la agenda electorera del Estado burgués. Las masas populares tienen propósitos más amplios que caer en la trampa de la farsa electoral, donde la burguesía y los terratenientes por su poder económico y político son quienes eligen a la facción que va a administrar sus negocios durante los próximos cuatro años.

¡No existen salvadores supremos! Quede quien quede en la presidencia, sea el que sea el partido mayoritario en el establo parlamentario, tiene que cumplir los planes impuestos por la burguesía, los terratenientes y los imperialistas. Incluso, las clases parásitas están dispuestas a sacrificar un poco de sus multimillonarias ganancias poniendo a un apagafuegos reformista, como Petro, en la presidencia, con tal de desinflar, momentáneamente, la bomba social que condujo al levantamiento popular en abril pasado, clímax de una serie de grandes luchas populares, que con seguridad, una vez desaparezca el espejismo electoral, retornarán, pues ninguno de los grandes problemas del pueblo ha sido resuelto ni lo resolverá un cambio cosmético de gobierno.

¡Sólo el pueblo, salva al pueblo! Y el pueblo está para grandes cosas, sus objetivos son magnos y no es justo que la sangre derramada, sea pisoteada volcando las energías hacia la farsa electoral en defensa de la democracia burguesa que es cárcel, bala, violaciones sexuales y destierro para los luchadores populares. Por el contrario, se necesita reagrupar las fuerzas para la lucha, no para la politiquería.

¡Abajo la explotación mundial capitalista! Es el capitalismo la fuente de todas las desgracias sufridas por los trabajadores. Es la esclavitud asalariada la forma en que se lucra un puñado de parásitos sociales a costa del trabajo ajeno de millones de proletarios, no solo en Colombia, sino en el mundo entero. Es la opresión política la forma como los capitalistas mantienen a las masas populares sometidas a la más cruel explotación; opresión política representada en el terrorismo de Estado contra los luchadores, en violaciones y humillaciones contra la mujer, los negros, los indígenas, la comunidad LGBT, los niños y ancianos. Es depredando la naturaleza y arrasando con pueblos y naciones enteras que los imperialistas de todo tipo, logran atenuar la gran asfixia en la que viven permanentemente por la crisis económica de sobreproducción de mercancías que los productores directos, la clase obrera mundial, no puede siquiera consumir, víctima de la más profunda pobreza que la sume en el analfabetismo, la muerte por enfermedades curables, las guerras de rapiña imperialistas, y el hambre, la física hambre en un mundo donde se produce comida en abundancia.

¡Romper las cadenas que impone el capitalismo! Las masas no aguantan más y por eso salen a luchar en diferentes partes del mundo, y el pueblo colombiano es ejemplo de la lucha directa. Grandes gestas se libran en medio de la pandemia, pues el pueblo entendió que se moría en las casas de hambre, por enfermedades o por violencia intrafamiliar; o salía a luchar contra las fuerzas asesinas defensoras del régimen de la mafia uribista, que también se llevaron por delante valiosas vidas que deben ser vengadas con la Revolución Socialista. El camino es el de la lucha directa contra el régimen en las calles, elevando y cualificando cada vez más el grado de unidad y organización: en Asambleas, Guardias y Milicias populares que enfrenten en las calles, fábricas y grandes sembrados a las fuerzas armadas, legales e ilegales, enviadas por las clases dominantes para reestablecer el orden burgués, que es el orden de la explotación capitalista y la libre circulación de las mercancías.

¡No basta resistir! ¡La rebelión se justifica! En medio de la lucha directa, es deber de los comunistas revolucionarios, organizar el Partido político de la clase obrera, actuando como Partido. Sin el Partido político del proletariado, como parte de la nueva Internacional Comunista basada en el Marxismo Leninismo Maoísmo, las masas populares están condenadas a la derrota en sus luchas por parte de los reaccionarios, o a ser desviadas por el reformismo en cualquiera de sus variantes perpetuando la dictadura burguesa.

Se necesitan cambios radicales, cambios que vayan a la raíz del problema y el central en esta sociedad es el capitalismo imperialista. Atacar ese problema exige la organización política de la vanguardia del proletariado en su Partido, que actúe con independencia de clase y de forma revolucionaria, que organice y dirija la Guerra Popular contra las clases enemigas de las masas populares y que en Colombia tomará la forma de una insurrección armada en los principales centros de producción capitalista. Es con el pueblo en armas, como las masas conquistarán y defenderán verdaderamente el poder político del Estado, no en el parlamento burgués. Sólo así, serán protagonistas y ejecutoras directas de los verdaderos cambios que exige el mundo de hoy, sepultando la escoria capitalista que condena a terribles sufrimientos a los pueblos de todos los países.

Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
Febrero 24 de 2022

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