Oxigenación al sector financiero, disminución de la población pensionada, salida de sus mercancías represadas en bodegas, despidos masivos y por ahí derecho acabar con los sindicatos que existan y contratar después en peores condiciones, son las medidas que la burguesía asume blindándose con la excusa del Coronavirus.
La crisis social empieza a agudizarse en varias zonas del país, los vendedores informales, mototaxistas, inmigrantes venezolanos y en general el pueblo que subsiste del día a día exige solución a su situación, pues mientras se decreta el confinamiento, ellos se quedan sin trabajo y por lo tanto sin comida; mientras se decretan millones de pesos para salvar el sector bancario, el pueblo espera las “ayudas” prometidas; mientras los capitalistas despiden y rebajan salarios, las masas laboriosas siguen exponiéndose al virus en medios de transporte masivo, en cabinas de call center, o en su defecto en sus casas hacinados y sin comida, en una situación aún peor que el mismo virus: el hambre y la miseria.
Los medios que solo hacen eco de los mandatos del títere Duque, no muestran la realidad de la situación, que desde todos los puntos de vista, favorece a los ricos del país, a quienes les inyectan capital y les aprueban medidas contra los trabajadores. Pero los que sufrirán verdaderamente los efectos de esta crisis serán los desposeídos, lanzados a las calles sin trabajo, sin comida y hasta sin techo.
Esta crisis social, requiere del trabajo de los revolucionarios, de los dirigentes honestos que estén por el Paro General Indefinido, pues la lucha por la salud debe hacer parte de la lucha contra el paquetazo de Duque que también afecta al pueblo colombiano, porque todas sus medidas, todo su sistema, todo su Estado parásito e inservible es la pandemia con la que cargan las masas.
Es necesario apoyar la lucha de quienes no pueden quedarse en casa, organizarse y preparar el combate contra estos incapaces, que además de no poder contener el virus, se van lanza en ristre contra los desposeídos. Por ello hay que exigir que los recursos del pueblo, sean para el mismo pueblo; paralelamente, promover la solidaridad, llamando a las organizaciones sindicales también a hacer lo propio para activar la solidaridad de clase y sobrellevar esta crisis aprendiendo a la vez nuevas formas de organización y lucha.
A los burgueses el Coronavirus les cayó como anillo al dedo para paliar su crisis, es nuestro deber convertir este escenario en una situación revolucionaria que nos ayude a avanzar para acabar con el sistema capitalista, verdadera pandemia de la sociedad.
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