A Propósito de la Autocrítica de Ignacio Torres Giraldo

A Propósito de la Autocrítica de Ignacio Torres Giraldo 1
Publicamos una interesante nota enviada por una compañera lectora de Revolución Obrera a propósito de Ignacio Torres Giraldo.
Muchas gracias compañera y esperamos seguir recibiendo sus aportes.


En noviembre pasado Revolución Obrera publicó el documento «Liquidando el Pasado». Una importante autocrítica de Ignacio Torres Giraldo, respecto a su actividad de partido.

Con gran atención leí la autocrítica, no solo porque vale la pena conocer más a profundidad la labor de los jefes políticos del proletariado desde comienzos de siglo pasado, sino porque se avecinaba la conmemoración de la huelga y masacre de las bananeras y, era importante comprender qué tipo de errores se cometieron en la dirección en dicha lucha.

Efectivamente, encontré importantes causas de los errores cometidos en la organización de la naciente clase obrera en Colombia, pero sobre todo, hallé en esa autocrítica una explicación sincera y una fuente de aprendizaje para las nuevas generaciones de obreros, que han de analizar los errores cometidos y poner en práctica las enseñanzas de estas luchas. Es así como, Ignacio Torres Giraldo, además de explicar las condiciones objetivas y subjetivas de la época, que definitivamente influían en la construcción de un Partido Comunista con una sólida dirección proletaria, reconoce sus errores como jefe político y cómo estos influyeron también en las derrotas vividas. (Ver Ignacio Torres Giraldo un luchador que vale la pena emular).

Explica Torres Giraldo que el Partido Socialista Revolucionario nació «como una denominación política de la cima del movimiento. Ni era un partido de masas ni podía ser un partido proletario». Es decir, el partido nació con la misma composición de las organizaciones de la época (sindicatos y ligas campesinas), compuesto de «…artesanos, dueños de pequeños talleres, campesinos pobres y medios, intelectuales ‘revolucionarios’ y obreros de pequeñas industrias». Así las cosas, era un partido influenciado por varias clases y, por lo tanto, por diferentes ideas, juntándose en él ideas revolucionarias y reformistas al mismo tiempo.

Si bien influyó dicha composición, Ignacio Torres reconoce valientemente que los elementos revolucionarios en la dirección —incluido él mismo— hacen una incorrecta apreciación del movimiento, en su autocrítica lo plantea abiertamente diciendo que los cuadros revolucionarios hacen una «…falsa apreciación de la situación» y planean «una insurrección! Era un demasiado optimismo que conducía a la sobreestimación de las fuerzas, pero antes que esto, era una ausencia completa del marxismo-leninista».

El compañero plantea que su desconocimiento y falta de experiencia lo llevaron a cometer importantes errores, los cuales expone y particulariza en su documento. De este modo, señala la incorrecta actuación al participar en la abstención electoral entre 1922 y 1927; al no defender la legalidad del movimiento sindical; el error como partido de no ir a la ilegalidad, antes de que la realidad los obligara; el error de no analizar profundamente la Huelga en las plantaciones bananeras y verla como un simple conflicto económico, sin darse cuenta que era una lucha política y antiimperialista, error que en sus palabras, «me condujo a ocultar el contenido político de la huelga y su carácter antiimperialista, y constituyó una falta muy grave que restó solidaridad al proletariado en lucha, que frenó el medio en donde yo actuaba no movilizando las masas con métodos revolucionarios en momentos que la clase obrera se hallaba en una batalla contra el imperialismo, la burguesía nacional y el aparato del Estado».

Ignacio Torres Giraldo, además de reconocer sus errores, hace un análisis de las causas de los mismos y son muchas, pero el compañero las concentra en el hecho de haberse aliado con los enemigos de clase (los generales liberales representantes de la burguesía aliada del imperialismo) de no hacer un análisis concreto de la realidad, dejándose llevar por el peligroso espontaneísmo que, como se ha comprobado, impone dañinos métodos de dirección y trabajo, que desfavorecen y terminan traicionando la lucha del proletariado.

He ahí la importancia del documento por ustedes publicado, pero además, el ejemplo del camarada al reconocer los errores, que hacen hoy parte invaluable de aquellos que luchan por una dirección correcta en la lucha de clases y por la construcción del Partido del proletariado en Colombia. Este documento, refuerza la importancia de la crítica y la autocrítica y, por supuesto la necesidad de sintetizar la experiencia, reconocer aprender y corregir los errores y actuar guiados por el marxismo-leninismo-maoísmo, sin dejar en manos de nuestros enemigos la dirección de nuestra lucha hacia la emancipación definitiva del yugo capitalista.

¡Honor y gloria a Ignacio Torres Giraldo, jefe político del Proletariado!

Gracias compañeros por compartir estas enseñanzas a todo el movimiento.

Lectora de Revolución Obrera

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