Contra la Farsa Electoral y el Plan de Gobierno de los Explotadores

¡NO VOTAR, Unir y Generalizar la Lucha Obrera, Campesina y Popular!

Contra la Farsa Electoral y el Plan de Gobierno de los Explotadores 1

Con el nombre de Agenda Empresarial 2018-2022 el Consejo Gremial Nacional presentó el 30 de noviembre pasado el plan para el próximo gobierno. Se trata de un documento preparado por el siniestro personaje Roberto Steiner1 que contiene 94 «propuestas», léase orientaciones, referidas a Tributación, Mercado Laboral y Sistema Pensional, Provisión de Bienes Públicos, Propiedad, Uso y Ordenamiento de la Tierra, y Facilitación al Comercio Mediante Racionalización de Trámites y Procedimientos.

1. Roberto Steiner tiene un gran historial de servicio a los capitalistas colombianos y sus socios imperialistas: fue Director del Departamento de Investigaciones Económicas del Banco de la República. Investigador Asociado, Subdirector y Director Ejecutivo en Fedesarrollo, Director del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico de la Universidad de los Andes y Director Ejecutivo Alterno en el FMI. Fue representante del Gobierno de Colombia en el comité fiscalizador de la política en el sector cafetero, miembro de la Junta Directiva de la Bolsa de Valores de Bogotá, de Generalli Seguros, de ING Barings Corporación Financiera y de Ecopetrol. Asesor del Banco Interamericano de Desarrollo BID, el Banco Mundial, el FMI y la CEPAL. Actualmente es Investigador Asociado de Fedesarrollo.

El poder económico de los capitalistas explotadores constituye en la época del imperialismo la dominación política de los monopolios, su dictadura brutal y sanguinaria; donde las elecciones se convierten en una mascarada para engañar al pueblo y hacerle creer que es él quien elige y decide, cuando de antemano los explotadores ya eligieron y decidieron el rumbo del gobierno. Por ello el plan o Agenda de los gremios busca continuar descargando la crisis económica sobre el pueblo, contrarrestar la tendencia a la baja de la cuota de ganancia de los capitalistas, adecuar las Unidades Agrícolas Familiares a las nuevas condiciones creadas con la legalización del despojo para la explotación asalariada en el campo, recortar los mecanismos de las consultas populares y avanzar aún más en la penalización de la protesta popular. De ahí que los discursos de los politiqueros en campaña, incluidos los de la llamada izquierda, así como los que llaman a manifestar su inconformidad votando en blanco, contribuyen a darle legitimidad al mandato de los explotadores con su concurso en la presente farsa electoral.

¿Cuál es el contenido de la Agenda de los monopolios?

En cuanto a la tributación el plan busca ampliar el IVA a todos los productos; imponer la renta progresiva para quienes devenguen más de 2,5 salarios mínimos y gravar las pensiones de más de 6 salarios mínimos; lo cual significa en términos concretos rebajar por la vía fiscal el salario real de los trabajadores.

Por otro lado, se propone ajustar la legislación laboral para generalizar la tercerización laboral; ampliar la brecha entre el salario mínimo y el salario medio (rebajar aún más el salario mínimo); abolir la estabilidad laboral reforzada, dándoles a los explotadores autonomía para contratar y despedir a los trabajadores lisiados en la producción; eliminar el pago de incapacidades por enfermedad común, y cargarle al Estado las enfermedades de alto costo. Tales medidas significan generalizar la inestabilidad laboral, desechar a los trabajadores enfermos sin reparación alguna, no pago de incapacidades, y de conjunto son una rebaja general del salario.

Acompañado de estos despropósitos va el aumento de la edad de jubilación, igualarla para hombres mujeres y terminar de privatizar el régimen público pensional.

El plan se propone además eliminar las obligaciones patronales para salud, ICBF, Sena y cajas de compensación familiar; rebajar la tributación de los grandes capitalistas; adecuar la educación poniéndola al servicio directo de la producción generalizando la educación técnica y la enseñanza del inglés; adecuar el sistema de transporte a la necesidades del capital e inversión en el mismo, complementando e integrando el de carreteras, con el fluvial y el férreo; dar un nuevo impulso a las Tecnologías de Información y Comunicación – TIC vinculándolas a todos los procesos: producción, tributación, transporte, comercio, exportación…

En cuanto al agro, sobre la base del acuerdo con los jefes de las Farc, cuya esencia es la legalización del despojo, propone quitar los obstáculos para legitimar la propiedad de los beneficiarios de la guerra contra el pueblo, tanto de los predios supuestamente adquiridos de buena fe por los grandes capitalistas en las zonas donde ocurrieron masacres, como los terrenos baldíos conseguidos por los capitalistas fuera de programas de reforma agraria, así como quitar los obstáculos legales en materia ambiental para la libre explotación del suelo. Y para darle un nuevo impulso al desarrollo del capitalismo en el campo, se propone «acelerar el desarrollo sin ampliar la frontera agrícola», habilitando para la producción agrícola gran parte de la tierra hoy dedicada a la ganadería y mediante el desarrollo de infraestructura de drenaje y riego, entre otras; a la vez disminuir la cantidad de hectáreas de las Unidades Agrícolas Familiares – UAF, de tal forma que garanticen mano de obra barata para la grandes plantaciones agroindustriales; como complemento, no legalizar la propiedad de los segundos ocupantes de las tierras usurpadas por las Farc. Y de remate, acabar con las consultas populares que limitan la libre explotación del suelo y la destrucción de la naturaleza.

De conjunto constituyen medidas que fueron descritas por Marx en el capítulo XIV de El Capital, como causas que contrarrestan la ley de la tendencia a la baja de la cuota de ganancia: 1. Aumento del grado de explotación del trabajo; 2. Reducción del salario por debajo de su valor; 3. Abaratamiento de los elementos que forman el capital constante; 4. La superpoblación relativa; 5. El comercio exterior; 6. Aumento del capital-acciones. Y significan en el terreno económico social aumento de la superexplotación de los proletarios tanto de la ciudad como del campo, ruina de los pequeños propietarios y descargar aún más la crisis económica sobre el pueblo trabajador.

La burguesía no puede hacer otra cosa que levantar piedras para dejarlas caer sobre sus propios pies, por cuanto el conjunto de medidas conduce a la agudización de todas las contradicciones del capitalismo, especialmente, exacerba la contradicción antagónica entre el proletariado y la burguesía, a la vez que agrava la crisis social, poniendo de manifiesto la limitación histórica y el carácter transitorio del modo de producción capitalista.

Pero la burguesía no ignora que sus medidas económico sociales agudizarán las contradicciones de clase y por ello tiene además de las mencionadas, nuevas y cavernarias medidas represivas en el terreno político, justificadas cínicamente en una supuesta defensa de las mayorías: «Las vías de hecho no se pueden legitimar como mecanismo de protesta. Situaciones como el paro agrario de 2013, el paro de transportadores en 2016 o el paro de Buenaventura este año, evidencian cómo el carácter de un reducido número de personas afecta el bienestar de gran parte de la población.»

En resumen, la orden de la burguesía para los gobernantes en los próximos cuatros años es aumentar la ganancia de los capitalistas y continuar descargado la crisis económica sobre el pueblo a cuenta de aumentar la superexplotación y la opresión de los explotadores sobre el pueblo colombiano.

Ese es el plan que están respaldando todos los participantes en la farsa electoral. Por eso todos ellos son politiqueros enemigos del pueblo, incluidos los politiqueros que se llaman de «izquierda», «revolucionarios» y «comunistas», por cuanto con su concurso en el circo electoral están contribuyendo a darle el barniz democrático a la dictadura de los capitalistas y a maquillar la podredumbre estatal de los explotadores.

Incluso quienes piensan manifestar su indignación votando en blanco, también contribuyen a darle barniz democrático a la dictadura del gran capital y, sobre todo, a sembrar ilusiones en las instituciones del podrido Estado de los explotadores, haciendo creer que en caso de ganar el voto en blanco y repitiendo el circo de las elecciones, las cosas cambiarán.

Ante la nueva arremetida que preparan los explotadores, el pueblo no puede apoyar la participación en la farsa electoral, debe rechazar a quienes le proponen participar en el establo parlamentario y repudiar a quienes llaman a apoyar a alguno de los candidatos presidenciales. El pueblo, que históricamente ha demostrado su desconfianza en el Estado burgués y su rechazo a la politiquería no votando, debe persistir en esa actitud, pugnando por unir y generalizar su lucha para frenar la nueva arremetida de sus enemigos.

Por su parte, los verdaderos revolucionarios y dirigentes obreros, campesinos y populares deben desarrollar una enérgica campaña contra la farsa electoral mediante la denuncia, la agitación y la propaganda para elevar la conciencia política de los trabajadores, contribuyendo con su actividad a transformar la abstención mayoritaria e inconsciente del pueblo en acción revolucionaria consciente por la destrucción del Estado burgués terrateniente y pro-imperialista. No hay tercera opción: o defensa de la dictadura de los explotadores o preparación de las masas para destruirlo y construir sobre sus ruinas el nuevo Estado de obreros y campesinos.

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