Circula por las redes sociales un llamado a realizar un “Gran plantón en contra del paro” el 8 de diciembre con varios argumentos que la verdad se caen de su propio peso. En realidad se trata de la propaganda uribista para tratar de captar a un sector de las masas que todavía no escucha razones y simplemente repite los ridículos argumentos de los mafiosos ahora en el poder.
¿Por qué responder a ellos?, dirán algunos; porque debemos apelar a la conciencia de los trabajadores engañados y contrarrestar la propaganda uribista, que ha adoptado el método de los fascistas, en especial de Goebbels, el cual decía: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
Veamos entonces los argumentos con los que llaman a hacer ese “Gran Plantón”:
Dicen que son más los que quieren el progreso del país y que para eso exigen trabajar; el pueblo trabajador que se ha manifestado en las calles todos estos días es el que más quiere el progreso del país pues no ha recibido NADA de ese progreso; habría que preguntar si estos colombianos que quieren “trabajar” se refieren al progreso del país para los ricos o para el pueblo trabajador y si es en el segundo caso, lo consecuente es apoyar el paro pues lo que se ha llamado “paquetazo” empeora las condiciones económicas y sociales de los que producen las ganancias y el progreso del país.
Dicen que quieren un país de oportunidades, sin desigualdad y llaman a esforzarnos y a trabajar. ¿Acaso eso no es lo que ha hecho por décadas la clase obrera en Colombia? En efecto, se ha esforzado produciendo superganancias para el progreso de unos cuantos que se han lucrado de la superexplotación de los obreros, y el cual es el secreto para que exista una burguesía en capacidad de competir con los magnates de los países imperialistas; todo es esfuerzo por trabajar no le ha ocasionado más que degradación física y moral al pueblo trabajador.
Dicen además que no quieren más perdidas billonarias para el país. Esta es una clara confesión de que quienes llaman al plantón contra el paro son los colombianos burgueses y terratenientes, ardidos porque están perdiendo unos miserables pesos de sus inmensas arcas. Pero no las suficientes, porque los trabajadores no han podido darle en la médula a esos señores logrando el paro general de la producción, a lo que deben apuntar ahora, para que de verdad bramen por algo y resuelven las peticiones populares.
Manifiestan que apoyan el trabajo, la educación el libre comercial (sic) y “sobretodo” a las instituciones como la policía nacional, el ESMAD y “mi ejército nacional”. Y dejan así bien claro que los impulsores del tal plantón son los colombianos capitalistas, los parásitos que no trabajan, los infames que se han hastiado de la explotación y del despojo, y han ordenado ahogar en sangre la justa rebeldía del pueblo.
El pueblo en las calles sabe que los únicos contentos con la represión, el asesinato de dirigentes sociales, la persecución de la juventud, la criminalización de la protesta son los de arriba ¡Que tiemblan de miedo cuando el pueblo está en las calles! Así que no vengan con el cuento que la gran mayoría los respalda.
Al “colombiano que escribió” llamando al plantón contra el paro, solo hay que manifestarle el gran desprecio que siente el pueblo por alimañas como él; recordarle que es un parásito burgués alimentado y engordado con el sudor y la sangre de los trabajadores, y hacerle saber que quienes no tienen nada que perder, tampoco tienen nada que dialogar con gentes como él. Este paro es contra él y toda su clase explotadora, y a su pregunta de si vamos aportar el capital y el esfuerzo para sacar adelante el país, el pueblo le contesta que SÍ. Quienes producen el capital son los trabajadores, holgazanes como él no aportan nada, el pueblo no los necesita, porque son ellos el mayor problema para el progreso del país.
Sueñan y anhelan acabar de una vez con el paro y aplastar la rebeldía del pueblo, pero son ellos quienes serán destruidos. No ahora, aún el pueblo no está listo, pero se está preparando para ese día. Ese es su mayor temor y por eso posando de “trabajadores” y “buenos ciudadanos” quieren convencer a una parte pueblo que los respalde.
La inmensa mayoría del pueblo no cree en las mentiras de los explotadores y no apoya a sus verdugos, porque ha entendido que todas las medidas antiobreras y antipopulares que el gobierno del títere Duque pretende imponer, lesionan seriamente sus intereses y amenazan el futuro de sus hijos.
¡A trabajar SÍ, para continuar e intensificar el Paro Nacional, generalizando el paro de la producción!
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