Exige Correctos Métodos de Dirección y de Trabajo
Mientras el gobierno uribista de Duque avanza sin tregua con las reformas y medidas anti obreras y anti populares y, los jefes de las centrales insisten en la concertación con el gobierno y la simple movilización del pueblo, las bases de las organizaciones ¡quieren paro!
No es para menos, que los explotados y oprimidos que están hasta la coronilla de bajos salarios, largas y agotadoras jornadas de trabajo, y constantes necesidades quieran solución definitiva y por eso ¡quieren paro!
Y organizarse en comités barriales, locales, distritales, ha sido la forma en que las masas se han mantenido activas durante más de quince días, desbordando los llamados hueros de movilización por parte de los jefes de las centrales sindicales; el pueblo colombiano sigue manifestando a gritos que ¡quiere paro!
Sin embargo, dentro de los comités (formas organizativas impuestas por la misma dinámica del paro) y en las mismas asambleas populares, se evidencian métodos impropios del proletariado que no permiten el avance en la toma de decisiones. Tal es el caso de querer siempre llegar a consenso; cuando el correcto método para garantizar que las formas organizativas y de lucha perduren es el centralismo democrático. El centralismo democrático es un método empleado por el proletariado, que garantiza la más amplia democracia en la discusión y participación de las bases, quienes toman decisiones al someter sus propuestas a discusión, luego de una suficiente ilustración de las mismas, las somete a votación justamente porque no siempre todos los asambleístas están de acuerdo, pero sobre todo, porque es necesario decidir para actuar y continuar con la lucha.
Someter a votación las propuestas y designios de las masas, es correcto y muy democrático, porque son decisiones aprobadas en unos casos por unanimidad o en otros por mayoría, lo que no quiere decir que se excluya a la minoría. No es nada del otro mundo si algunas ideas o posiciones no sean acogidas en las decisiones que se tomen, esa es la minoría y existe ¡claro que sí! Minoría que tiene el derecho a argumentar su posición y seguir convenciendo pero, tiene también el deber de cumplir con lo decidido por la mayoría.
En cambio, el método del consenso y el disenso, dilata la toma de decisiones y se torna completamente antidemocrático, pues finalmente son algunos dirigentes los que terminan imponiendo su posición a la mayoría (como ha sucedido recurrentemente en el Comité Nacional de Paro) o cuando más, cada uno termina haciendo lo que quiere; entonces, aunque la intención sea muy democrática, se impone la anarquía y se divide el movimiento, por eso es que se imponen direcciones como las del Comité Nacional de Paro, que por cierto nadie eligió democráticamente; una dirección que no recoge los intereses, ni el sentir real de las bases y en cambio sí le ayuda al gobierno con su indecisión para orientar y organizar el paro nacional indefinido.
En este sentido, es importante fortalecer las formas de organización del pueblo colombiano, donde se practiquen los correctos métodos de dirección y de trabajo para garantizar el avance del paro nacional indefinido. Los desposeídos, los explotados, los oprimidos que en las calles exigen la no aplicación de las reformas incluidas en “El Paquetazo” siguen desbordando las orientaciones del Comité Nacional de Paro, que finalmente no ha logrado responder a las exigencias de las bases, porque mientras continúan con sus ideas del movimiento sin objetivos concretos, el pueblo ¡exige paro!
Esta lucha que se ha mantenido desde el 21N, requiere de la continuidad de los Comités de Paro existentes, de las Asambleas Populares a nivel local, regional y nacional para que sean las mismas masas quienes decidan, empezando por elegir democráticamente la dirección que realmente represente sus intereses y el cómo avanzar al Paro Nacional Indefinido, pues solo tocando la ganancia de burgueses, terratenientes e imperialistas se logrará de una vez por todas hacer ley las exigencias de los explotados y oprimidos.
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