¿Cómo se diferencia el sindicalismo independiente del sindicalismo patronal en elecciones?

¿Cómo se diferencia el sindicalismo independiente del sindicalismo patronal en elecciones? 1

Las elecciones son un hecho que siempre genera controversia en el seno de los trabajadores, puesto que los ricos, desde que surgió el capitalismo, le han hecho creer al pueblo que con ellas ejerce su derecho a ser elegido y a elegir a quien lo gobernará supuestamente en su beneficio y, por tanto, le hacen creer que debe votar por alguno de los que se postulan, que de un momento a otro se vuelven conocidos de todos. Por esa apariencia engañosa, muchos trabajadores confían en esa supuesta democracia y participan en la farsa sin ser conscientes; otros, la inmensa mayoría, instintivamente no votan porque sospechan o intuyen, y con razón, que allí no se resolverán los problemas del pueblo.

Lo que sí es cierto, es que las elecciones no deben dividir a los trabajadores, porque como se demostró en el pasado estallido social del 28 de abril del 2021, lo que sucediera en el Congreso y lo que dijera el presidente estaba determinado por lo que ordenaran los dueños del país, los capitalistas, los patronos, que siempre han estado allí para dictaminar lo que su Estado debe hacer, independiente de quien esté gobernando. Durante el estallido social, ordenaron aplastar a sangre y fuego a los luchadores y en eso estuvieron tácitamente de acuerdo los llamados “amigos del pueblo” como el CNP y el mismo Petro, cuando se opusieron a los bloqueos y llamaron a continuar con las marchas pacíficas y dejar gobernar a Duque. El pueblo solo se tenía así mismo y por eso, no en vano, la consigna que se agitaba en las calles y las redes era ¡Sólo el pueblo salva al Pueblo!

En ese sentido, algunos compañeros quieren y están convencidos que esta vez sí se logrará un cambio votando, pero son luchadores y con seguridad, contribuirán a la organización del próximo levantamiento popular; además, algunos están de acuerdo con un candidato o partido, otros con otro y otros más no van a votar por ninguno, pero estas diferencias no deben ser un motivo para dividirse a la hora de enfrentar a los patrones y al Estado.

Pero lo que sí no es admisible es que las organizaciones sindicales y de masas, que han sido creadas con el objetivo de enfrentar a los patronos (quienes financian todas las candidaturas) utilicen sus recursos para apoyar campañas electoreras, cuando permanentemente se ven enfrentadas a la persecución laboral y sindical, cuando constantemente deben organizar la querella jurídica, el mitin, la movilización y hasta la huelga; por lo que sus recursos necesariamente deben destinarse para la constante lucha y no para las campañas políticas, no solo porque se malgastan los recursos, sino porque de esa forma también se dividen las organizaciones obreras.

No se justifica que las centrales sindicales dijeran en su última declaración política «Que las sedes sindicales y nuestras casas sean sedes políticas de las coaliciones alternativas y factores de unidad sin vetos acompañados de recursos generosos para respaldar las candidaturas al Congreso y a las consultas presidenciales».

¿Cuántas organizaciones sindicales actualmente se enfrentan al despido de sus compañeros y no tienen siquiera los recursos para ayudarles a sostenerse mientras salen los fallos de reintegro, cuando se logran? ¿Cuántos de esos sindicatos reciben la solidaridad económica de las centrales sindicales? Pero sí tienen fondos las centrales para apoyar candidatos, como hizo la CUT dando 100 millones a la campaña de la reelección de Santos, y la solidaridad que de verdad necesitan, especialmente los sindicatos pequeños, nunca llega.

Ahora, los obreros que aún confían en la supuesta democracia burguesa, quieran apoyar económicamente a su candidato de preferencia, tienen el derecho de hacerlo de forma individual, pero no es correcto comprometer los recursos de la organización sindical, que tiene sus objetivos claros de luchar contra los patronos y el gobierno para mejorar las condiciones de los trabajadores. Los sindicatos con una ideología proletaria, que rescatan la independencia de clase, tienen como principio que los recursos son sagrados, que no se despilfarran en intereses individuales, que no se utilizan para apoyar las elecciones, que son exclusivamente para la lucha y la solidaridad de clase.

Esta es la diferencia entre el sindicalismo independiente, con una ideología proletaria, y el sindicalismo patronal, conciliador, reformista. Compañeros obreros luchadores juzguen ustedes cuál sindicalismo verdaderamente le sirve al movimiento obrero, más allá de la discusión de si votar o no, o por tal o cual candidato.

Por una Central Sindical Revolucionaria ¡Adelante!

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