Sí a la revolución, no a la conciliación

Sí a la revolución, no a la conciliación 1

Como clase obrera rechazamos la actuación conciliadora de la dirección de las centrales sindicales el Primero Mayo. En el Día Internacional de la Clase Obrera se recuerda la memoria de nuestros mártires de Chicago, que fueron asesinados a manos del Estado por lo luchar por sus derechos, los de la clase, así que no es tribuna para que los politiqueros reformistas, u oportunistas pronuncien sus discursos demagogos.

Este Primero de Mayo, los directivos de las centrales permitieron que se convirtiera en escenario para que el reformismo se lo tomará como festín, solicitando o pidiendo el apoyo popular para que desde el Estado burgués se le dé migajas al pueblo trabajador a través de una serie de reformas, sin alterar el orden, con tan sólo amenazas de alterar la tranquilidad de la burguesía diciendo que convocará al pueblo pacíficamente a las calles si no se aprueban, tratando de quedar bien con las masas, pero es un hecho que las tales reformas no solucionarán en nada las condiciones del pueblo.

Estas declaraciones simplemente son bufonerías, porque como lo sabemos los revolucionarios, los reformistas lo que hacen es maquillar la verdadera cara del Estado burgués, que es asesino y criminal contra las inmensas masas trabajadoras como lo fue con los mártires de Chicago. El reformismo solo busca apagar la rebeldía del pueblo ilusionándolo con que sus reivindicaciones más sentidas se alcanzan haciendo parte del Estado manejado por lo ricos, cuando históricamente los derechos se han conquistado mediante la lucha de las masas contra las clases parásitas dominantes, así como lo hicieron nuestros mártires.

Para la muestra un hecho: la Corte Suprema de justicia le llamó la atención al presidente Gustavo Petro por declararse el jefe del Fiscal General de la Nación. Este tribunal le indicó al presidente que ese tipo de discurso violaba el orden constitucional burgués acerca de “la independencia” de los poderes del Estado. Petro mediante una serie de preguntas cuestionó al fiscal acerca de la no investigación de sus fiscales por la muerte de alrededor de doscientas personas, a manos de los narco-paramilitares del Clan del Golfo, conociendo que las iban a asesinar. Después de dicha reprimenda y con la burguesía enfurecida por este hecho, el presidente Petro arrepentido señaló que no busca tener dominio sobre el poder judicial y que respeta el orden constitucional establecido, es decir la dictadura de clases de la burguesía sobre las clases trabajadoras.

Aunque las contradicciones entre la burguesía y el reformismo se agudizan, los reformistas mantendrán intacto el Estado burgués sin que haya cambios significativos que beneficien las masas explotadas y oprimidas. Sin embargo, por la condición particular política que existe en Colombia acerca de la facción mafiosa de la burguesía y dada su radicalidad para negociar acuerdos dentro de la burguesía, no es raro que siempre estén al acecho por tener el poder político, valiéndose de cualquier estrategia como lo es propiciar un golpe de Estado o desatar una guerra civil.

Por lo cual, los trabajadores debemos mantenernos en pie de lucha sin tener ilusiones en lo que el reformismo nos promete, solo se debe tener en cuenta de nuestra parte que lo único que nos garantiza el triunfo de toda nuestra lucha es tomarse el Poder Político, mediante las armas, para construir un Estado de Obreros y Campesinos. ¡Que Manden los que trabajan!

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